Politica Nacional

Asesor ministerial promueve soluciones delirantes, inaplicables

Zósimo Nogueira

 El 15 de diciembre pasado el Ministro Luis Alberto Heber convocó a los partidos políticos  para aportar ideas, determinar las causas del delito y conformar  un plan de seguridad.

Pide que los designados tengan un perfil técnico fijando una reunión preliminar a cargo del Coordinador de Estrategias Focalizadas en Prevención de Delitos Sociólogo Diego Sanjurjo.

Con los acontecimientos Olesker-Peña y otros, sería bueno de que mostrara acreditaciones que lo habilitan a diagramar políticas de seguridad pública.

Sus propuestas no suenan convincentes, más bien simples y delirantes expresiones de voluntad.

A la primera reunión no concurrió ningún representante del FA quién luego designo al Sociólogo Leal.

Éste de inmediato salió a los medios reivindicando su gestión, con cuestionamientos a la actual administración, señalando falta de rumbo e improvisación

Por todos es conocida la paupérrima gestión del Frente Amplio en materia de seguridad. En nota periodística Leal realizo un detallado informe de hechos de violencia que se han venido sucediendo en el Barrio Peñarol y aledaños. Tráfico, conflictos familiares, balaceras y asesinatos.

He discrepado con su gestión, por su excesivo protagonismo, con excesos de poder pero reconozco que ésta enterado de cómo han operado algunos grupos criminales.

Qué golpe para Sanjurjo; recordemos cuando dijo que Bonomi era el mejor Ministro del Interior y que Gustavo Leal era un experto conocedor de las políticas de seguridad.

Eso motivó duros cuestionamiento de todos los sectores de la concertación, desapareció del escenario.

Ahora sorpresivamente se ha convertido en asesor del Ministro Heber.

Pidiendo aportes partidarios en materia de seguridad se sucedieron algunas reuniones, que como corolario develan un explosivo proyecto, “la carta oculta” que procura involucramientos y acuerdos para desarrollar un plan inédito en nuestra región.

Heber y Sanjurjo hablan de un plan que dicen ha sido exitoso en otros países.

Para implementarlo  cuentan con dos millones de dólares que aporta el BID, consiste en reclutar a gente que tuvo vinculación con el delito, cumplió su sanción, ha sido reeducado y se reintegró a la sociedad.

El paladín del plan es Sanjurjo y el Ministro que ante preguntas incisivas dice no estar seguro del éxito pero expresa confianza en su asesor.

Dice Heber que el inicio es la etapa de reclutamiento, que esa gente será paga por el BID para que se vincule o contacte con los grupos más violentos.

Seleccionarán gente con nivel de comunicación y léxico que les permita ese abordaje, cosa que no puede realizar la policía.

Contacto con criminales  y sus organizaciones sin ser parte de la misma.  Remarca, no es un infiltrado.

Personas que por su historial pueden tener un nivel de contacto que permita evitar guerras territoriales. Una tarea social. Todo a causa del narcotráfico.

Sanjurjo habla de que este plan se aplicó con éxito en Nueva York.

Todo el mundo sabe de la reconocida la gestión de Giuliani quien vino a Montevideo acompañando a Edgardo Novick durante la administración anterior.

Se entrevistó con autoridades del Ministerio del Interior y aporto su visión sobre el tema.

Giuliani aplico mano dura, represión, fue acusado de excesos y también utilizó el mecanismo de sanciones pecuniarias, multas, que en EEUU tienen otras connotaciones

Considero que se está proponiendo una idea descabellada, sin medir la responsabilidad de alentar a personas civiles a una actividad o tarea de mucho riesgo.

Quien conozca del crimen y de criminales sabe que cuando estos ex presidiarios le planteen a quienes están en el delito organizado reducir violencia en enfrentamientos con otras bandas o al cometer delitos serán objeto de apremios u “apretes”.

El exhaustivo interrogatorio estará a la orden.

¿De dónde sacás que estoy en algo? ¿Porqué venís a hablarme? ¿Quién te mando? ¿Para quién jugás? ¿Sos del otro bando? ¿Sos un “batidor” (delator)? Etc. etc.

Según las respuestas será el final del interrogatorio. Un agradecimiento por una información, una paliza o una muerte.  Vulnerabilidad in extremis.

Tampoco resulta fácil llegar a los cabecillas por más que se los conozca, debe existir un vínculo, una voluntad de contactarse de la otra parte.  La insistencia en la búsqueda de un contacto personal con un líder criminal aumenta el peligro.

Otro tema. Como saber de la fidelidad de la información que aporte el reclutado. Los criminales no andan contando lo que hacen. Su actividad es compartimentada y el secreto es esencial.

¿Qué conocimiento de esa interna posee el receptor de la información para valorar veracidad?

Es posible que esto solo sea un nuevo canal de información para los líderes del delito organizado. ¿Quién confía en los dobles agentes en materia de inteligencia?

 Esto es algo similar, huele a cuento, ingenuidad y/o delirio.

La seguridad es tema crucial, cuando otras tiendas partidarias opinan siempre hay que escuchar para luego evaluar.

Jorge Vázquez también habla de los riesgos y poco confiable de esas tareas.

Ni todo son coincidencias, ni discrepancias.

Percibiendo disparidad de criterios entre policías, el Director de la Policía Nacional Diego Fernández ordenó que no se hable del tema con la prensa ni con políticos. Tampoco expreso apoyo o rechazo. 

No comprendo al Ministro del Interior y a la cúpula política.

Como desaprovechan la oportunidad de utilizar recursos propios, sus subordinados profesionales.

Pueden organizar una gran mesa de trabajo con los policías profesionales más capaces, conocedores de la realidad de todo el territorio nacional y optan por planteamientos que exceden a su ámbito de responsabilidad.

Pretenden atender a las causas del delito, cuando eso a la comunidad no le interesa.

La realidad agobia, no admite soluciones a largo plazo, no es cuestión de tirar la pelota hacia adelante.

Estas propuestas y convocatorias alientan a conclusiones de que no hay un plan de seguridad como se dijo y prometió en campaña electoral. 

Cúmplase lo prometido como se dijo u adecuando realidades. Esto es dinámico.

A todo esto, gran parte de la población vive en la angustia de convivir con el lumpen. La gente de bien tiene miedo de transitar por la noche muchas zonas Montevideo y de las ciudades más pobladas.

La movida de consumidores frenéticos en busca de droga. Las bocas y deliveris siempre en la vuelta. En motos o a pie, con mochilas. Es complicado aguardar o bajar de un ómnibus.

La zona de la Universidad, Pablo de María, Plaza de Bomberos, Magisterio, Ose, La Intendencia, Tv Ciudad, La vieja Jefatura, el Cine Teatro Metro, Cagancha, Entrevero y el cruce de 18 de Julio, de Colonia, Mercedes, San José, que se les ocurra. Las barras de consumidores migran permanentemente.

Locales cerrados y oficinas públicas son copados como lugares de residencia por esos noctámbulos.  

Hace unos días sobre las 19.30 hs, en 18 de Julio esquina Yí,  frente a Anda dos masculinos rompiendo maderas y haciendo fuego para cocinarse.  La esquina más céntrica de Montevideo.

La policía concurre prestamente ante un hecho denunciado pero falla la prevención y no hay respuesta para erradicar esa población por lo general con graves problemas de salud mental.

Si no se puede frenar la violencia de los traficantes, búsquese una solución para toda esa gente.

Sin consumidores no hay tráfico, sin tráfico o con menos tráfico menos violencia, ese dinero para tan inclusivo programa no alcanza pero puede ser un mojón de partida, seguro será más productivo. Seguridad real.

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