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Avalancha de paros y el sindicalismo que merecemos

Daniel Manduré

Encuestas de opinión, unas de ellas muy reciente, nos muestra la confianza que deposita la ciudadanía sobre las diferentes instituciones de nuestro país. Mientras algunas se mantienen en el tope en cuanto a credibilidad, otras luchan, tal vez por mérito propio, por mantenerse en el fondo de la tabla. En las que la ciudadanía cree muy poco.

Ellas son la iglesia católica y los sindicatos.

En cuanto a la primera, es “vox populi” sus grandes dificultades de aggiornamento y renovación, no permitiéndose miradas más amplias y adaptadas a estos nuevos tiempos, el dogmatismo se los impide. Con gravísimas y dolorosas denuncias de abuso en nuestro país y en el mundo, algunas perdurables en el tiempo, que han intentado barrer debajo de la alfombra, con tímidas reacciones.

En cuanto a la actividad sindical decir con claridad que no es esta la dirigencia sindical que el país y los propios trabajadores merecen.

Donde la política partidaria se ha apoderado y empaña las verdaderas reivindicaciones. Esta encuesta que acabamos de mencionar no es producto de la casualidad, marca una realidad, que solo el ciego no puede ver o el obtuso dejar de reconocer.

Paros porque si, paros porque no, paros por las dudas. Paros a veces justificados y otras muchas veces absurdos. Paros por reivindicaciones o paros políticos partidarios.

Paros para aceitar la maquinaria militante, para enrarecer el clima y que se aplican sin el más mínimo pudor.

Hemos apelado muchas veces a frases de José Batlle y Ordóñez y su relacionamiento e impulso a la lucha por los derechos del trabajador…hemos mencionado muchas veces el dialogo entre Batlle presidente y el dirigente anarquista Ángel Falco que encabezaba un grupo de huelguistas que se dirigía a Casa de Gobierno: Batlle desde el balcón les dijo: “soy el encargado de hacer cumplir el orden y los derechos de todos los ciudadanos, por lo tanto el gobierno garantizará vuestros derechos, mientras os mantengáis dentro del terreno de la legalidad. Organizaos, uníos y tratad de conquistar el mejoramiento de vuestras condiciones económicas, que en el gobierno no tendréis un enemigo, mientras respetéis en orden y las leyes”. Muchos sectores conservadores no lo entendían y lo criticaban duramente, mientras que desde la calle los trabajadores gritaban ¿Viva Batlle!

Seguimos pensando lo mismo.

Pero la dirigencia sindical es otra, que abrazada a la lucha del proletariado ha perdido la sustancia por la que nació y por la que era respetada. Esa lucha real y única por los derechos del trabajador.

Cuando habla el Pit Cnt, no sabemos si hablan ellos o habla el Frente Amplio. Antes por lo menos eran más disimulados, intentaban desmarcarse…ahora ni eso.

Llegando al punto de que el presidente del Pit Cnt saltara a presidir el Frente Amplio.

Llamaron a la población a votar a esa coalición en la última elección, en esa desesperación por no perder esa cuota de poder importante que sus socios le proporcionaron.

Abrazados a cuanta dictadura anda por el mundo, pretenden dar lecciones de democracia.

Con un discurso propio de la dictadura del proletariado y abrazados al más rancio dogmatismo, pretenden dar cátedra sobre libertad.

Entre quienes gobernaron estos últimos 15 años y los propios sindicatos destrozaron la enseñanza, todo cambio que se intentaba era imposible.

La laicidad se violentaba una y otra vez y a quien intentó frenarlo se lo consideraba “persona no grata”.

Le hicieron la vida imposible a Rama, le frenaban la entrada de camiones con bandejas de alimentos a los niños en las escuelas, por suerte gracias a las profundas convicciones, temperamento y personalidad de Rama, logró concretar la última gran reforma de la educación.

“hay que juntarse y hacer mierda a esos sindicatos, hay que reventarlos” decía el expresidente en esos momentos de sincericidios mujiquistas.

El propio Ehrlich en el 2014 ministro de educación, opinaba al respecto cuando era al gobierno del Frente al que le paraban “No entiendo lo radical y dura de las medidas extremas, parar sin dialogar, cuando hemos ofrecido diálogo” … “me gustaría que los docentes pudieran valorar lo que significa para los alumnos y su familia un día sin clases” terminaba diciendo en ese momento el indignado ministro de educación.

La reacción del Frente Amplio hoy frente a los paros por supuesto que es otra, ya no hay que hacer mierda a nadie, ni reventarlos…incluso hasta respaldan a Fenapes y los certificados truchos de profesores que dejaron sin cientos de horas a miles de alumnos en decenas de centros de educación por todo el país.

Hay previstos una avalancha de paros para los meses de junio y julio.

Nadie duda de la legitimidad de los paros, amparados por nuestras leyes, pero el paro debería ser la medida última, extrema, después de agotadas todas las instancias posibles de diálogo.

Estamos frente a un ministro de Trabajo que dialoga, muchas veces en la mitad de esas conversaciones, de esa búsqueda de acuerdo y negociación se anuncian paros, como para enrarecer el clima y dificultar salidas…

Paro de la UNTMRA el 9 de junio en pleno proceso de negociación, paro nacional parcial el próximo 7 de junio, paro el 15 de la educación, el 22 de la mesa coordinadora, el 29 para el SUNCA, paro en Conaprole, en el gas…se adelanta que el clima será similar en julio por rendición de cuentas.

Un modesto productor avícola de San Bautista perdió más de 5000 pollitos que murieron de frio al cortarle el gas por el conflicto y no poder calefaccionarlos. El productor decía que esperaban el camión con gas a granel pero que debido al conflicto nunca llegó, una mañana a las 5 le cortaron el gas. Los pollitos bebes necesitaban entre 28 y 30 grados. Murieron de frío.  Un contrato de exclusividad con la empresa en conflicto no les permite comprarle a otro proveedor.

Esto grafica la realidad del problema, lo angustiante de la situación, donde no se perjudica con estas medidas extremas a los más pudientes a los que más tienen, al gran productor, al màs poderosos, siempre el más perjudicado es el de abajo, el pequeño productor, el alumno de flias modestas de la escuela pública que nunca recupera las horas perdidas, o el ciudadano al que se le impide llegar a su lugar de trabajo porque su único medio de transporte es el ómnibus que para.

“si no te bajás del camión, te voy a matar de un balazo” le habría dicho un delegado sindical del gas a un chofer de camión que pretendía ejercer su derecho al trabajo. Situación que fue denunciada.

Esas formas de hacer sindicalismo, al estilo patoteril con la que hay que terminar.

Ese viejo esquema de la izquierda obsoleta que el Pit Cnt sigue aplicando, esas formas anquilosadas, detenidas en el tiempo, que les impide avanzar o lo que es peor, que parece no querer hacerlo.

Hay una serie de medidas anteriores a un paro, imaginativas, modernas, adaptadas a estos nuevos tiempos y que contribuirían en sus luchas reivindicativas sin afectar los derechos de otros…pero parece que no es el camino que el Pit Cnt desea transitar.

Tienen merecido estar en el final de la tabla en cuanto a credibilidad. Se esfuerzan poco en revertir esa situación. Una triste realidad de la que no nos alegramos. Merecemos otra cosa.

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