Cuba; médicos “voluntarios” y personal en cruceros
Lorenzo Aguirre
Existen unos 1.600 testimonios y denuncias – unas 1100 convertidas en “Testigos Protegidos” – al gobierno del dictador cubano Díaz – Canel, por explotación laboral respecto a “los raídos túnicas blancas”. Luego de cuatro largos años de investigaciones se confirma nuevamente – por tercera vez – la esclavitud que aplica dicho régimen en su programa “Misiones Internacionales”, con el cual se financia el Partido Comunista. Las acusaciones no van únicamente al tema médicos, sino también respecto a músicos, entrenadores deportivos, y muy especialmente – con pauta de “agravado” – a personal en cruceros de lujo, “sirvientes para burgueses”, como de forma despectiva los “camaradas” llaman a sus propios conciudadanos. El gobierno, “ofrece” contratos, los cuales son un total grosero abuso, pues se queda con el 85% y 90% de lo pagado por los gobiernos, a cada trabajador.
A modo de ejemplo, un médico cubano enviado a los olvidados rincones de Brasil, recibe unos 70 dólares mensuales – con excepción de determinados especialistas que llegan a percibir 90, del billete verde -, con los cuales deben pagar pensiones de mala muerte, compartidas entre cuatro y seis personas, sin baño privado, llevando una vida miserable, y teniendo como único recurso de alimentación las brindadas en los hospitales donde trabajan.
Antes de ser enviados desde La Habana, a sus destinos, cada “camarada” por ser “elegible” – “¡gran honor”! -, parte del “Programa”, tiene el “privilegio” de realizar el “Curso de Política”, a efectos de contar con el adiestramiento necesario para defender al régimen.
Por supuesto, entre las “asignaturas” se encuentra una suculenta guarnición de amenazas en caso de incumplir el contrato, además de la imposición para médicos de un número determinado de intervenciones diarias, y la disposición laboral de 48 horas semanales, más 16 adicionales para cubrir guardias, y sin día libre.
Las “patrióticas” “Misiones Médicas” al exterior se viene llevando a cabo desde la caída del Muro de Berlín, y fue durante el régimen del dictador Fidel Castro, en 2005, cuando se creó el “Contingente Internacional Médico”. El descubrimiento al respecto llegó por los acuerdos comerciales con Venezuela, al enviarse más de 30.000 profesionales a cambio de 100.000 barriles de petróleo por día, con destino a Cuba.
Asimismo, la ex presidente de Brasil, la terrorista Dilma Rousseff, también ingresó al contrato a través del programa “Más Médicos”, pero debido a la gran fuga de esos profesionales – atravesando la Amazonia -, el negocio fue cancelado.
A partir de esa “experiencia”, el régimen cubano “ajustó” la libertad – ¡para que no hubiera libertinaje! –, estableciéndose en cada país de destino un equipo de “controladores” observando movimientos y expresiones de los “voluntarios” que, obviamente, ahora se encuentran bajo vigilancia.
Vale destacar que, esos pobres hombres pueden “gozar” hasta 8 años de prisión si abandonan la “Misión Internacional” – “si decide “retirarse” del trabajo, su expediente será rotulado con “abandono de misión”, y caerá bajo la reglamentación del Art. 135 del Código Penal” -, y si no regresan se les declara desertores, a los cuales les aplican una pena – en caso de ser detenidos – de 8 años por “concepto de irresponsabilidad laboral”, y otros 8, por desertores.
Más allá de lo expresado, los “voluntarios” están presionados por las represalias que puedan caer sobre sus familiares en Cuba.
Es oportuno señalar que, alrededor del 75% de los supuestos médicos, no eran recibidos, de ellos, un 40% ni siquiera había llegado a la mitad del programa de estudios, y del 25% diplomado, un 70% no podía ejercer legalmente en el exterior por no tener la preparación adecuada en las reválidas.
Traducido al español; en la acción profesional de cada 100, solo 7, u 8, eran médicos aptos, los otros 17, 18, debían revalidar y realizar materias para ellos desconocidas, y los 75 restantes no estaban recibidos, de los cuales unos 30, estaban por debajo de 50% de estudios.
Las cifras más siderales se encontraron en la rama de oftalmología, donde apenas un 4% eran diplomados, pero, claro, los comunistas de cada país – incluyendo Uruguay – hacían ruido a bombos y platillos, deslumbrando en alguna medida a los enfermos pobres ingenuos ciudadanos.
Es oportuno recordar en aquellos años de gobierno frenteamplista que, “las eminencias” de la medicina cubana que pasaron como “oftalmólogos”, fue una gran mentira que gran parte de los uruguayos se comieron durante doce años, a través de “Operación Milagro”, y que llegado el momento de denuncias, Marcelo Gallarreta, profesor grado cinco de oftalmología, se negó a hacer declaraciones, al igual que autoridades administrativas de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), mientras el Ministerio de Salud Pública expresara no estar al tanto.
Esclavos en el mar
“Prisoners Defenders” (“PD”) – organización no gubernamental dedicada a la defensa de los derechos humanos -, apoyada por eurodiputados, elevó nuevamente a la “Oficina de la Organización de las Naciones Unidas” (“ONU”), y a la “Corte Penal Internacional” en Ginebra, los informes pertinentes no solo respecto a la explotación de profesionales de la salud, sino también al comportamiento de “Malta Seafarers Company” – extensión del régimen cubano – por retener los pasaportes de los trabajadores, imposibilitando que, en cada ciudad, puedan descender del crucero, y así evitar escapatorias (deben pagar entre 10.000, y 20.000 dólares por cada fuga).
Esos cubanos, reciben un salario entre 25 y 30 dólares, y más allá de lo expresado, las mujeres, en caso de dar a luz, únicamente pueden hacerlo en Cuba, eludiendo la posibilidad que, un descendiente, reciba la ciudadanía del país donde ha nacido, habilitando entonces a su madre a percibir los mismos derechos, y prioridades.
“MSC Cruceros” ha respondido: la empresa cumple con las propuestas del gobierno de Cuba, realiza los contratos correspondientes, paga de acuerdo a dichos compromisos, y en cuanto a qué cosa hace el gobierno cubano con el dinero, no es incumbencia de la naviera.
El programa “solidario” “Misiones Internacionales” comenzó a funcionar en 2005 – ha mandado alrededor de 650.000 “voluntarios” -, y actualmente, de 120.000 “contratados” por el régimen, unos 35.000 son “médicos”, pero recién a partir de 2015 fue descubierta esta historia que las organizaciones de derechos humanos, declaran como esclavitud.
El negociado cubano es enorme, pues el gobierno del dictador Díaz – Canel embolsó alrededor de 8.500 millones de dólares en 2018, cifra que ha ido aumentando y que, en 2022 registrara cerca de 11.000 millones de la “basura moneda yanqui”, siendo dichos ingresos entre el 45% y 50% de la balanza de pagos en el exterior.
La diplomacia castrista, fanáticos, y tontos, ha servido para perpetuar el mito que, en la isla, están los mejores médicos del mundo, reflejando de esta manera el “modelo perfecto” para los revolucionarios que, obviamente, no viven allí.
En 1954, Cuba suscribió a la “Convención sobre la Esclavitud” – del año 1926”-, en la que se pide la abolición total de la esclavitud y de todas sus formas, remarcando particularmente el Art. 4 de la “Declaración de los Derechos Humanos”: “nadie será sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos estarán prohibidas en todas sus formas”.
Actualmente, 13.000 cubanos se encuentran en “estado de reeducación socialista”, y por ocho años, no podrán ver a sus familias.
Pero…. bueno…. ¡son “democracias diferentes”! … ¿no?