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Dirigencia sindical amordaza a disidentes

Zósimo Nogueira

El Pit-Cnt que se dice demócrata y republicano actúa con absoluta prescindencia del pensamiento individual de sus afiliados en cuestiones ajenas a la interna y problemática laboral.

Es más, prescinde del pensamiento mayoritario y directriz de algunos colectivos sindicales como es el caso del Sindicato policial.

Respecto a la LUC la dirigencia sindical, una vez más ha amordazado la diversidad de opiniones y criterios de sus propios afiliados.

 Todo con el notorio propósito de debilitar y entorpecer un plan de gobierno que paso por todas las etapas de difusión y discusión parlamentaria.

Proyecto de gobierno elaborado con un criterio de libertad muy distinto al de sus corporativismos.

Dirigencia detractora, manijera, contra por naturaleza que no ve más allá de un palmo sobre sus narices.

Nadie del gobierno esperaba esto, no advirtieron que el ataque no vendría de partidos sino de esa nueva “casta” de sindicalistas cogobernantes.

Conviene recordar cómo se ha gestado lo del referéndum.

Cuando todo parecía seguir por los carriles normales, respectando las mayorías parlamentarias irrumpió iracundo el PIT CNT.

 Ve en esta ley un debilitamiento de su protagonismo político.

Se limita su capacidad de presión a las diversas patronales y a los grupos de trabajadores disidentes (afiliados o no)

Se restringe la posibilidad del piquete y la ocupación de espacios laborales y se asegura el ingreso de la patronal y de los trabajadores disidentes al recinto u ámbito laboral.

Otro tema determinante de este enojo resulta de un centro neurálgico de militancia que se ve afectado. La educación.

La pérdida de privilegios por la eliminación de cargos rentados con alta incidencia en la ideologización de niños y adolescentes.

Como era muy poco para movilizar a las masas y siendo temas de sumo interés para la dirigencia y relativo interés para la comunidad sumaron a la propuesta el consabido discurso de lucha contra el neo liberalismo, siempre retornando a la lucha de clases.

La defensa de las Empresas públicas y el exceso de empoderamiento de la policía que lleva a la violencia represora del Estado.    

La retórica del discurso de ricos contra pobres omitiendo decir que la única manera de salir de la pobreza es la educación y el trabajo; y que en esa materia hubo un notorio retroceso en los últimos gobiernos con mediciones por debajo de la media educativa internacional.

Luego una ensalada de temas que no son más que expresiones anti-liberales y sin tener en cuenta los reales beneficios para el asalariado y para ese grupo de personas que no ha logrado estabilidad laboral, como los zafrales y jornaleros compaginaron un documento extrayendo de la LUC 135 artículos de la más diversa temática que lanzaron al vuelo como críticas a un nuevo proyecto de gobierno.

Seguridad, empoderamiento policial, prisión, cárceles, enseñanza, portabilidad numérica, alquileres sin garantía, inclusión financiera, controles registrales, limitaciones sindicales, protección al trabajo, legítima defensa. 

Y ese montón de políticos criticones que no veían como salir del atolladero ante una ley ampliamente debatida se subieron al carro con uñas y dientes para no ser relegados, con tanta fuerza y adhesión que impulsaron al presidente del PIT-CNT a comandar la campaña como integrante del FA.

Y como el poder atrae y seduce hoy tenemos presidiendo al Frente Amplio a Fernando Pereyra.

Como el tema capital para el cambio de gobierno lo fue sin dudas la seguridad buscaron de todas las maneras posibles atacar al gobierno en ese ítem.

Sin respetar a sus afiliados y a un gremio que retuvieron por la evidente conveniencia de los aportes que debe realizar a la central obrera por el número de sus afiliados que posee con el plus de su seguridad laboral.

No lo consideró; lo ignoro cuando incluyeron entre los artículos a derogar el capítulo sobre seguridad pública siendo sabedores que se consideran esenciales para una mejora de la seguridad ciudadana y que contaban con todo el apoyo de los sindicalizados.

Esos artículos fueron debidamente analizados por el Circulo Policial que representa a la oficialidad y motivo comparecencia de parte de su directiva a ambas cámaras del legislativo. Con amplio y fecundo dialogo con representantes de todos los partidos.

Continuando con ese comportamiento omnipotente Fernando Pereyra hasta hace poco Presidente del PIT CNT, la semana pasada y ya próximo a los cierres de campaña para el referéndum intento otro golpe bajo.

Salió a exhibir y a pedir explicaciones sobre 50 casos de abuso policial, todos ocurridos estando vigente la LUC. Documento en mano decía a viva voz que aguardaba de parte del Ministerio del Interior una respuesta en un plazo no mayor a los 30 días.

El 23 de este mes el Ministerio del Interior en su página web público un contundente y lapidario informe en donde dice:

No hay ningún policía formalizado respecto a esos 50 casos presentados. Que 47 de esas supuestos victimas denunciantes cuentan con antecedentes policiales y 45 de ellos han sido formalizados y/o condenados  luego de las denuncias.

Que hay 2 imputados por abuso sexual y uno está prófugo y esto ocurrió entre 2020 y 2021. Siendo que en ese periodo hubo 71000 detenciones.

Consultado Fernando Pereyra sobre las respuestas dadas por el Ministerio del interior muy suelto de cuerpo dijo que lo que hizo el Frente Amplio fue juntar las denuncias y que no las había leído.

Sobre la baja de los indicadores de seguridad siempre repiten que fueron a causa de la pandemia.

Mucha mala fe, mucho destrato a la policía. Ese destrato que la LUC ha tratado de evitar.

La dirigencia de los promotores del SI en éste referéndum parece alineada a los dirigentes del sindicato gráfico que en una movilización grafitearon la sede del sindicato policial y luego en la propia sede del PIT CNT dijeron entre gritos y gestos, a los delegados policías que no los quieren en el movimiento sindical.

También ha dicho Pereira en entrevistas periodísticas que tanto hay que cuidarse de los delincuentes como de los policías.

En donde estamos, tanto importa el protagonismo que traspasan todos los códigos de ética. A Pereyra se le cayó la piel de cordero.

Por fin ha terminado este capítulo, la vida continua, el país seguirá el rumbo que la ciudadanía decidió en las últimas elecciones presidenciales.       

El destrato a la policía nacional es una vergüenza por donde se mire.

Acusar de opresores a integrantes de su misma colectividad Sindical.

Se sientan en la misma mesa y les sacan la piel. Lamentable.

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