Dos modelos políticos se definen en Brasil el 30.10
César García Acosta
En un contexto de dudas razonables la tarea de la Justicia Electoral salvo la prueba, y eso es un paso adelante en favor de la democracia en américa latina. El voto electrónico no provocó desbalances y dejó en evidencia la correcta dinámica del conteo de votos. El ballotage vaticina un resultado incierto y reñido. Con el 97.07% de los votos escrutados, el Tribunal Electoral decretó que la elección está «matemáticamente terminada». En ese momento, Lula había alcanzado el 47.88% de los votos, mientras que el mandatario brasilero el 43.68%. Sin embargo, el recuento continúa y el expresidente se posiciona con 48.07% a la cabeza de las elecciones, contra el 43.51% que suma Bolsonaro. En materia de campañas electorales, ya la luz de los hechos, la presencia intempestiva de Neymar marcó una diferencia que construirá esta historia.
Con el 97% del voto escrutado, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva aventaja por casi cuatro puntos al actual mandatario, Jair Bolsonaro. El político ultraderechista ha desafiado todos los sondeos y ha mantenido durante horas una ventaja consistente sobre su adversario, hasta que el dirigente izquierdista ha logrado empatar y lograr casi cuatro puntos de margen. La aspirante Simone Tebet, con el 4,2% de los apoyos, se ha perfilado como la sorpresa de la jornada por encima de Ciro Gomes. Este resultado permitiría a ambos candidatos pasar a segunda vuelta. Las mesas de votación han registrado largas colas durante todo el día, y se ha pedido a los electores que no desistan: todos los votantes que estén en la fila a partir de la hora de cierre, las 17.00 de Brasilia, han podido votar. Bolsonaro busca la reelección y Lula da Silva, que gobernó el país entre 2003 y 2011, aspira regresar al poder. El actual mandatario puso en duda durante la campaña la seguridad de las urnas electrónicas y agitó la amenaza de un fraude que lo perjudique. “Con elecciones limpias que gane el mejor, sin ningún problema” dijo. Su rival, Lula da Silva, votó en São Bernardo do Campo, en las afueras de São Paulo, el distrito industrial donde nació a la vida política. El expresidente llamó a terminar con el odio: “Los bolsonaristas más fanáticos tendrán que adecuarse a la mayoría de la sociedad”.
Los votos en las elecciones presidenciales de Brasil no alcanzaron para que haya un ganador y el presidente Jair Bolsonaro y el candidato Luiz Inácio Lula da Silva deberán disputar una segunda vuelta el próximo 30 de octubre.
Aunque la encuestadora más prestigiosa de Brasil, Datafolha planteaba una victoria de Lula en primera vuelta, los resultados indican que el actual jefe de Estado y el expresidente se enfrentarán en un ballotage el próximo 30 de octubre, ya que ninguno de ellos superó el 50% de los votos.
Cuando se comenzaron a conocer los resultados del escrutinio, Bolsonaro aventajaba a Lula en cerca de cinco puntos porcentuales. Sin embargo, conforme se actualizaron los datos, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) dio vuelta la contienda y se posicionó primero en las elecciones presidenciales. En ese sentido, Simone Tebet quedó en tercer lugar, seguida de Ciro Gomes.
Mientras se esperaban los números, ambos candidatos guardaron silencio en sus redes sociales, y no realizaron declaraciones públicas. Los seguidores del PT y del Partido Liberal (PL), por otro lado, se reunieron en las calles de las principales ciudades del país.