EditorialPolítica nacional

El Batllismo tiene candidato

César García Acosta

«El senador definió su apoyo al ministro Tabaré Viera como precandidato del Partido Colorado, convencido de que «Pedro Bordaberry dijo basta» en 2017 y no volverá a la actividad política. En entrevista con El País, señaló también que no duda que la coalición de gobierno debe reeditarse en 2024, pero advirtió que antes hay que saber si Cabildo quiere seguir siendo parte de la alianza.» De esta manera encabezaba su nota principal ayer domingo

el diario EL PAÍS.

Y no es menor una definición como la de Coutinho, no sólo porque hace justicia para quien es el dirigente político de mayor relevancia del coloradismo del siglo XXI, sino porque el perfil de Tabaré Viera ya es bastante más que el de candidato para una interna. Su rol es el de un constructor de gobierno, y así lo hizo en la Intendencia de Rivera, el que reeditó dos veces desde 2005, y que llevó durante los 10 años siguientes a Marne Osorio no sólo a Intendente, sino actualmente a ser uno de los diputados más compenetrados con el interior real del país. Actualmente Richard Sander, Intendente riverense, al promediar su primera administración, en los sondeos de pública, se levanta como uno de los jefes comunales de mayor aceptación en sus comunidades, siguiendo los pasos de Viera.

¿Cuál es la razón para que la Intendencia de Rivera, a 500 quilómetros de la ciudad capital del país, sea la referencia de gobierno para el coloradismo? Sobre todo porque en  los hechos no hace tanto que los colorados gobernaban en todo el país. Desde el retorno de la democracia en 1985 llegaron en 3 períodos al gobierno, e incluso hoy ocupan un lugar relevante en la actual coalición de gobierno, a la que otorgan certezas sin imposiciones de condicionamientos exacerbados.

Seguramente Tabaré Viera pondrá en funcionamiento los engranajes suprapartidarios no sólo rumbo a la interna, sino a lo que vendrá más allá de los resultados comiciales de las elecciones primarias, porque esta clarísimo que el Partido Colorado sólo concitará la atención de los votantes, en la medida que sus ideas sean claras, necesarias y ajustadas a la realidad de la gente en todos sus niveles.

Conformar la base batllista es un debe del coloradismo: ensayar políticas programáticas y acordar al menos un puñado de ideas posibles de concretar para las áreas más sensibles, es una obligación para lo políticamente correcto. Uruguay no es la región, Uruguay es diferente. La seriedad de la política pasa por las certezas y realidad de las ideas, y apostar a ese bagaje además de deseable es necesario.

Intuimos el piso del coloradismo, el tema de fondo pasará por desafiar el despegue político que permita una mayor preponderancia para insertar nuestras ideas -las batllistas en esencia y definición- que le restituyan al país lo que siempre tuvo: educación, empleo e innovación.

Tabaré Viera es moderación, republicanismo, y gestión.

En síntesis, Tabaré Viera es el batllismo en defensa de la república.

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