El capitalismo
Manuel Flores Silva
Saltó la liebre. Un tonto llamado Oreggioni, criado en Punta Carretas, Director de Planificación de la Intendencia de Montevideo, acaba de explicar en el informativo de TV que la Intendencia se opone a la isla frente a Punta Gorda porque esa fuerza política no quiere “viviendas para ricos”.
La misma fuerza política que le llama “vivienda social” a apartamentos de 150.000 dólares, que esa fue su principal política de vivienda.
Los 15 años del Frente fueron los de menor construcción de viviendas en la historia moderna del Uruguay.
Es el nuevo Frente Amplio. Anti capitalismo básico en el discurso. No está enterado de varias cosas obvias.
El capitalismo
Primero, en los dos siglos y poco que lleva el capitalismo la pobreza mundial pasó de 95% (estancada 2.000 años) a menos de 25%.
El 70% de la población mundial -más de 5.000 millones de personas- salió de la pobreza gracias al capitalismo.
El capitalismo no es un sistema político sino un sistema económico al que la democracia debe regular obviamente para evitar sus excesos.
Así las democracias más nuevas son todavía las de peor distribución del ingreso. Rusia por ejemplo tiene la peor distribución del ingreso entre los países desarrollados, por lejos.
Decirle democracia a Rusia es un abuso literario, nación solo defendida en su venal invasión (Ucrania) por Maduro y el Frente Amplio de Uruguay en el Parlamento.
Salir de la pobreza
En segundo término los sistemas económicos alternativos fracasaron estrepitosamente. Así se dió la brutal implosion del mundo socialista, hoy reducido a unas poquitas y extrañas dictaduras anti históricas. Todas apoyadas por el Frente Amplio.
Así el capitalismo chino, un país sin libertad, que lleva algo más de 30 años, ha sacado de la pobreza a 500 millones de chinos condenados a la miseria por el socialismo y hoy es el país que produce todos los años más cantidad de millonarios en el planeta. Por encima de EEUU y los demás países occidentales.
China tiene también el récord de creación de islas artificiales así como de puentes largos entre muchos otros récords. Si China combatiera las viviendas de los emprendedores y volviera a Mao seguramente tendría más pobres, como ya pasó: el camino que subyuga a Oreggioni.
El Uruguay mediocre
Cosas elementales que no entienden los tardo-socialistas uruguayos, anfitriones del museo de lo perimido. Ignorantes de la realidad se creen los fatuos dueños de la utopía, pese a portar orondos una utopía autoritaria.
Por supuesto la Sociedad de Arquitectos, bastante pobre intelectualmente desde el plan de 1952, apoya la lectura conservadora contra lo innovador.
Todos albaneses, de cuando Albania prohibía toda propiedad privada y ni autos permitía tener a los ciudadanos. Así son, camino al barranco.
Son el país que muere y no quiere dejar lugar al país que nace.
Cómo hace 60 años el Frente Amplio de tupas y bolches, lanza el país al abismo del radicalismo. Solo que ahora con dirigentes muy menores.
El “boca”, el “pacha”, el Fernando Pereira etcétera, vociferando contra todo, a toda máquina, trabajan todos los días a favor de la grieta y el precipicio qué proponen fabrica derecha a destajo, como reacción. Serían el horror de los líderes frentistas históricos.
Creyendo que van a la gloria, en una mentalidad binaria, fabrican su propia derrota. Achican al Frente, que quieren albanés. Con sus amigos. Con Maduro, con Cristina Fernández de Kirchner, con Cuba, con Daniel Ortega.
Ahora están contra los ladrillos, lo moderno, el progreso y la fuente de trabajo. Con el tiempo así volveremos a las cavernas, luego de que los Oreggioni de turno nieguen a la rueda. La pérfida rueda imperialista al servicio, como se sabe, de las patronales.