El rescoldo
(Rescoldo, rincón del fogòn donde con un trafogero o trozo de madera dura, que mantiene la brasa encendida)
Dante Nieves
Amaneció diferente el 28 de junio de 1973.
Luego de la ajetreada jornada del día previo, en que fueron disueltas las cámaras legislativas, avanzaba a paso redoblado la caída de las instituciones democráticas.
Los trabajadores en los espacios que la situación lo permitiera, decidían que hacer, se iniciaba el apagado de la antorcha de La Refinería de la Teja, los ciudadanos trataban de recomenzar sus rutinas habituales, otros buscaban una salida que los hiciera evadir a la represión que se había comenzado a expandir.
Pero tres hombres, tres colorados, tres Batllistas de pura cepa ya sabían qué hacer.
El Dr. Amilcar Vasconcellos, cuyas palabras condenando a la dictadura y a los dictadores, a “los latorritos”, aún retumbaban en los oídos de todos, y lo opresores saboreaban mieles amargas ya que ya el presente los estaba golpeando, pero, aún no se habían dado cuenta, embriagados por lo que consideraban un triunfo, ya estaba en marcha su condena y su derrota final.
Este hombre aùn en su hogar, era dueño de un destino, quedarse en su patria y recuperar la democracia, marchó desde su hogar en la avenida 18 de Julio, por la calle Cuareim hasta su estudio de Abogado, encima de la sede política de la agrupación que conducía, la 315, continuó la vida.
En otras parte de la ciudad los también Senadores de la República el Dr. Jorge Batlle, de la lista 15 y el Sr. Raumar Jude, de la Unión Nacional Reeleccionista, lista 123, emprendieron acciones bajo la misma consigna.
Los unían muchas cosas esa mañana, estaban proscriptos por lo que tenían vedada toda actividad, eran enemigos declarados de la dictadura, habían optado por quedarse en el país y enfrentar en “campo abierto” al enemigo y por sobre todas las cosas eran Batllistas, de ese Batllismo que en la historia del Uruguay nunca había acompañado ni respaldado a dictadura alguna.
Ese mismo día nació el triunvirato, el grupo conductor de la reconquista de la democracia.
Su lucha clandestina no consistió en sobrevivir, mantuvieron en el rescoldó la brasa encendida de la libertad y la democracia.
Ya en los 80 impulsaron el “grupo de los jóvenes”, que llevaron adelante los primeros contactos de apertura democrática en diálogo con los dictadores, para avanzar en los caminos de salida que culmino con el nacimiento del grupo de los 6, con colorados y Batllistas no proscriptos, designados por el triunvirato, Jorge designo a José Luis Batlle, Raumar a Máximo Gurméndez y Amilcar invito al Dr. Enrique Tarigo, luego vinieron los demás, pero, esa ya es la historia que reivindican todos.
Sòlo quise contar la verdad histórica, pues como nos recuerda el Martín Fierro,
disculpen si a alguno ofendí,
Pero he cantado a mi modo,
Males que conocen todos,
Pero que naides conto”