Política nacional

Festina lente

Candidaturas en el Partido Colorado

Daniel Manduré

Esa voz latina utilizada por el emperador romano Augusto ante la ansiedad y el apresuramiento desmedido de alguno de sus comandantes: “caminad despacio si queréis llegar antes a un trabajo bien hecho” …apresúrate, despacio.

Ese oxímoron que a través de dos términos opuestos nos brindan una nueva perspectiva. Según el historiador romano Suetonio, Augusto tenía esa frase como lema de cabecera. Decía: “muchos palacios que parecían solidos cayeron de un día para el otro como castillos de arena”. Nada peor para un líder, pensaba Augusto, que la prisa y la temeridad.

Esa frase que en francés significa “Hate toi lentement” (apúrate lentamente) y que en literatura a algo de eso hace referencia la fábula de Esopo, reescrita luego por La Fontaine, de la liebre y la tortuga.

Todo lo anterior viene bien si miramos hacia la interna del Partido Colorado. La imposibilidad de poder visualizar hoy, ya, un futuro con liderazgos claros puede llevar a precipitarse al momento de tomar decisiones. Y como decía Batlle y Ordóñez, el que se precipita, se precipita.

El tomar decisiones apresuradas en donde nos puede ir la vida en lo electoral puede ser la peor de las cosas.

Los nuevos tiempos tecnológicos han traído múltiples beneficios sin dudas, pero también intentan imponer una escala de valores donde se coloca a la inmediatez como protagonista estelar y ello puede ser peligroso. En aras del tiempo se deja a la vera del camino, se sacrifica la búsqueda del mejor resultado.

Ambiciones a veces desmedidas, apresuramientos, apariciones oportunistas, presiones, decisiones por fórceps, impaciencia, ansiedad, todos términos o frases adversas al momento de decidir.

Hay tiempo para candidaturas, no demasiado, pero aún hay tiempo. Es momento de pensar con claridad.

No me seducen los liderazgos inventados, esas candidaturas muchas veces forzadas. Tiendo a desconfiar de las apariciones relampagueantes de quienes se muestran como salvadores para luego desvanecerse ante la primera contrariedad. Quienes aparecen empuñando las banderas de la renovación, tan necesaria siempre, pero que muchas veces terminan incluso socavando algunos de los más altos valores partidarios.

Donde pueda olfatear algo de oportunismo tiendo a huir raudamente.

Creo en la importancia, el aporte y la influencia del marketing en todos los ámbitos, también en la política, en la imagen, posicionamiento, en el cómo decir, pero como complemento, por sí solo no alcanza. Sería algo hueco, sin contenido. Se necesita muchísimo más que eso. Tiene que haber experiencia, conocimiento, preparación, credibilidad, coherencia, renovación respetando los valores históricos, amor a la causa, mucho trabajo y humildad.

Las candidaturas de deben dar con naturalidad, sin fórceps.

Se hacen necesarias varias vertientes dentro del Partido Colorado, ese abanico de posibilidades que le brinden a la ciudadanía una multiplicidad de opciones.

Un partido unido, pero diverso.

Con valores comunes, que son nuestro legado desde el fondo mismo de la historia, como columna vertebral, pero con matices que enriquezcan la vida interna.

Las últimas encuestas marcan una realidad. Todas ellas coinciden, Pedro Bordaberry encabeza las preferencias partidarias. Es lógico que así sea, su capacidad, conocimiento, preparación, inteligencia, honestidad han sido respaldados y avaladas por la acción concreta, con una muy destacada labor legislativa. Apreciada y reconocida incluso por sus más tenaces adversarios. Logrando despegarse a fuerza de trabajo de vestigios ajenos.

Pedro hoy no esta en la militancia partidaria activa, pero no alejado de la política, ni del partido. Sus permanentes intervenciones en notas periodísticas sobre temas netamente políticos confirman su pensamiento en los temas del quehacer nacional.

El partido lo necesita y seguramente lo sepa. Pero solo él maneja los tiempos y la decisión final. Sin presiones, sin ansiedades, empujones o apresuramientos.

Pero también es bueno decir que más allá de lo que suceda con Pedro, el Partido Colorado necesita más.

En las encuestas a las que hacíamos referencia hay nombres que comienzan a aparecer y otros que no aparecen pero que también por méritos propios podrían estar. Algunos jóvenes que vienen con una gran fuerza renovadora y con muchas ganas de hacer bien las cosas y otros que con una gran experiencia de gestión en el estado y/o en la labor legislativa también podrían merecer su oportunidad.

Dirigentes que con una dilatada trayectoria pueden ser un gran aporte en esa mistura necesaria con los más jóvenes.

Perfil propio, candidaturas propias.

El candidato es sin dudas prioritario, pero el Partido Colorado debe marcar su propio perfil, sin fagocitarse, reforzando y consolidando su identidad, con candidaturas departamentales propias en todo el país.

Hay mucho por hacer, pensar con claridad, sin apresuramientos, sin cálculos oportunistas.

Apresurándose despacio, no demasiado rápido, ni con demasiada demora.

Festina lente.

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