Editorial

Hay que votar el SI

Por Chico La Raya

El Chueco me hizo llegar las papeletas rosadas del SI.

El plan era aprovechar la visita en el patio para repartirlas y convencer a los demás presos que por favor las repartieran entre sus familias para votar el SI.

Nosotros no podemos votar al estar presos, pero el trabajo con las familias era absolutamente estratégico, para derogar los 135 artículos impugnados, especialmente el que nos quitó a algunos presos la posibilidad de redimir 1/3 de la pena por estudio o trabajo.

La cosa anduvo bien. El propio Chueco me informó que casi todos los presos hablaron con sus familiares para que votaran el SI.

La jugada estaba clara; de derogarse ese artículo, con buena letra, chamuyo y algún laburito nada estresante, me iría en 8 años, contra los 12 que me había dado el juez.

¡¡¡Cuatro años son cuatro años…!!!

Además, afuera me esperaban los muchachos de “La Tribu” que ya tenían organizado el desguazadero de autos y conseguido buenos “fierros fríos” para meter pólvora.

El negocio del robo de autos podría haber sido un éxito de no ser porque la Shirley abriera la boca al pedo en el almacén y justo cuajara que estuviera ahí un milico de civil de la 17.

Cuando me avisaron que los milicos andaban atrás mío, apreté a la Shirley y me confesó que había soltado la lengua en el boliche.

La muy “sapo” me había vendido. No tuve más remedio que meterle bala.

Cuando me llevaron ante el juez por el desguazadero me preguntaron por la Shirley y me hice el bobo, pero no tuve en cuenta que el juez mandó allanar mi casa, donde encontraron su sangre en la alfombra.

Al cabo de 6 horas de interrogatorio, no tuve más remedio que hacerme cargo de su muerte.

-Señor Fagúndez, usted sabe que en su prontuario figuran un femicidio y una violación– dijo el Juez.

-Si señor Juez, pero la “Perla” se lo tenía merecido, la muy víbora me dejó por el “Cara de Piedra”-

.¿Quien es “El Cara de Piedra”?-

-El Carlos, el que manda en el “40 semanas”.-

-¿Y la violación  Fagúndez?-

-Eso fue hace 15 años…¿qué quiere que le diga? Me tomé unos vinos y le metí físico a la gurisa que volvía del liceo…..-

Una hora más tarde me estaban procesando con 12 años por femicidio.

El abogado que me visitó en la cárcel me dio la noticia que si trabajaba o estudiaba en la cárcel, él pediría reducción de la pena en 1/3. Ocho años en vez de doce.

Me metí en la panadería, donde lavaba las planchas de pan después que salían del horno.

Veinte minutos de laburo por día. Una papa.

¡La puta madre a la LUC, me cortaron el negocio de irme antes!

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