Héctor Amodio Pérez y la Cia.
Jorge Nelson Chagas
La aparición de un documento en los llamados “Archivos del Terror”- donde se sindica a Héctor Amodio Pérez como un agente de la CIA infiltrado en el MLN ha circulado profusamente, en las últimas horas, por las redes sociales.
¿Cuál debe ser la actitud objetiva de cualquier historiador/investigador ante esta supuesta revelación? Muy simple: buscar la verdad. Y tal tarea comienza haciéndonos preguntas sin emitir juicio alguno de valor.
¿Esta información proviene de un documento desclasificado de la CIA?
¿Esta información revela en qué momento fue reclutado Héctor Amodio Pérez por la CIA?
¿Cuál era el nombre clave con que la CIA conocía a Héctor Amodio Pérez?
¿Qué tipo de información le brindó Héctor Amodio Pérez a la CIA que ayudó a derrotar al MLN?
¿Qué tipo de beneficios recibió Héctor Amodio Pérez por colaborar con la CIA?
¿Por qué los documentos desclasificados de EE.UU. que se conocen – y que están al alcance de cualquier persona- se refieren a la ayuda norteamericana para combatir al MLN – aunque si hacen mención al papel relevante jugado por la Academia Internacional de Policía (IPA) en Washington- no mencionan a la CIA?
¿Los militares – el SID incluido- sabían o siquiera intuyeron alguna vez que Héctor Amodio Pérez era hombre de la CIA?
¿Por qué diablos Héctor Amodio Pérez si trabajó (o trabaja) para la CIA ha librado desde que regresó al país una pertinaz batalla por librarse del mote de traidor?
¿Por qué Héctor Amodio Pérez, si es o fue un agente de la CIA, ha desafiado a los cabecillas del MLN a debatir públicamente sobre su presunta traición? ¿Un agente de la CIA actuaría de ese modo?
Alguno podría creer que estoy defendiendo a Héctor Amodio Pérez. Nada de eso. Ya he dicho que algo que él no necesita es que yo lo defienda. Lo que ocurre es que como historiador estoy obligado a hacerme esas preguntas porque debo buscar la verdad y también tirar sobre la mesa un puñado de interrogantes- y hay muchas más – que ayuden a las personas de a pie a pensar. Esa es mi función.
Solamente eso.
