Inadmisible atropello
Marcelo Gioscia
Quien desempeña en forma interina la máxima jerarquía en la Fiscalía General de la Nación, intentó en conferencia de prensa, brindar un rostro más humano, al bochorno que significó la decisión judicial de autorizar el allanamiento de una emisora radial y el domicilio de un periodista que, había difundido unos audios que relativizaban el asunto de la “violación grupal”, denominando “error estratégico” la medida requerida por una Fiscal y autorizada por la magistrado actuante, a la que finalmente se dejó sin efecto. Luego el jerarca de marras, pretendió revestir de “legalidad” lo resuelto, ya que adujo que la medida se solicitó ante un Juez y éste fue quien decidió la misma. Este con todo respeto es un error inexcusable, ya que la orden dispuesta en sí misma y más allá de las formalidades procesales y administrativas, configura una ilegalidad. Lo increíble del caso es que, los funcionarios públicos actuantes no hayan aquilatado en debida forma el atropello que estaban cometiendo contra principios y derechos fundamentales que hacen nada menos que al Estado de Derecho. Pues atentar contra la libertad de prensa y pretender conocer las fuentes de la información difundida por un periodista, resulta en todo caso inaceptable y dista mucho de los valores que hacen a la libertad de información, a la absoluta reserva de las fuentes y al derecho a la información que tenemos los que habitamos este suelo. Preocupó por todos lados esta situación, desde la celeridad de lo resuelto a la posible sanción penal al difusor de esos audios de contenido íntimo, en los que no se menciona ni el nombre de la víctima (quien no habría autorizado su difusión y a la que la norma en cuestión pretendería proteger) que al parecer, habría consentido participar de esta actividad grupal. Ha quedado al desnudo además, la falta de información de quien ejerce interinamente la jerarquía máxima de la Fiscalía, (quien aseguró que los allanamientos de referencia no se habían hecho efectivos, pretendiendo dar tranquilidad a la población) cuando en un comunicado de la Dirección Nacional de Policía, se le contradice y allí se manifiesta que, la orden judicial fue ejecutada tal como les fuera indicada, esto es: la emisora fue allanada y se incautaron materiales relacionados a este asunto. Habiendo tomado conocimiento de lo ocurrido, la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) la misma expresó su preocupación y alerta ante este tipo de decisiones, que lamentablemente se manifestaron en nuestro país, justamente en estos días considerado -por el Índice de Democracia de la revista británica The Economist- como uno de los países más democráticos del mundo, de lo que debemos enorgullecernos. Este tipo de atropellos se producen en sistemas totalitarios, en los que se limita al máximo la libertad de información, se cierran periódicos y canales de televisión, se persigue a periodistas y se atemoriza a quienes poseen “información sensible” a mantenerse en silencio, so pena de aplicarles sanciones muy graves. Hoy por el mencionado Índice, en Latinoamérica, Nicaragua, Cuba y Venezuela son tristemente, un claro ejemplo de ello.