Política nacional

Institucionalidad. Los riesgos de modificar la Constitución

Zosimo Nogueira

Una Constitución estable es sinónimo de institucionalidad, su modificación la debe legitimar la ciudadanía mediante el sufragio Democracia directa. Cuando ésta se pronuncia, debe considerarse cosa laudada. No está bien insistir sobre un tema cuando persiste la misma realidad. Seamos respetuosos. No busquen subterfugios legales con afán proselitista. Hacer lo que se condena de otros, es reprobable.

Ese manejo político-mediático es un continuo desmerecimiento de la profesión “Policía” a la que dicen querer fortalecer.

Las propuestas de Larrañaga y su “vivir sin miedo” no fueron más que titulares de rebeldía para captar un electorado desconforme y ansioso de soluciones a la inseguridad.

Como quien toca el tambor de alarma o el clarín de inicio de actividades en una unidad de formación militar.

Cadena perpetua revisable a los 30 años, una utopía. ¿Con la abarrotada actualidad carcelaria? De imposible pronostico

Sin una eficaz seguridad interna se genera un gran incremento de mano de obra mercenaria.

El sicariato en auge. Que sanción mayor que la prisión perpetua, “nada”. No hay esperanza de salida. El siguiente paso, la muerte.

Sabemos que las cárceles son la prolongación de lo que ocurre en el ámbito externo y viceversa.

La contención desaparece, es como quién contrata un seguro previendo su muerte inminente.

Otro error de la propuesta, condicionar las posibilidades de recuperación o reinserción social a la tipificación de determinadas conductas delictivas como si se tratara de una ciencia exacta.

Como si las acciones criminales obedecieran a las mismas circunstancias y criminales y victimas estuvieran expuestos a las mismas vicisitudes, como si todo fuera medible con la misma métrica.

La recuperación, y capacidad de reencauzar vidas está sumamente condicionada. Conocimientos-habilidades, medios económicos, apoyos familiares o de amigos, afectos o rechazos.  

Las conductas de las personas van mucho más allá que el lastre de una tipificación delictiva.

La panacea que hoy se pretende reinstalar. “Los allanamientos nocturnos”

No creo que sus promotores tengan experiencias propias. Que hayan participado en allanamientos; tampoco parece probable que hayan sido objetos de estas medidas.

Conste que hablo de allanamientos en horas hábiles, entre la salida y puesta del sol.

Si estas propuestas cuentan con el aval de colegas, estaría bueno que manifiesten de sus experiencias en la materia.

Numéricamente, sus variables y el resultado.

Que se buscaba, tipo de vivienda inspeccionada, en ciudad o medio rural.

Las normas son propuestas son generales, no puede haber distingos.

Recuerdan cuando en campaña política el candidato Ingeniero Daniel Martínez dijo que siendo un niño, despertó rodeado de gente con armas en mano, de grueso calibre. Impactante.

Tal vez era dictadura, no sé; pero las medidas prontas de seguridad también establecen regímenes de excepciones que no quisiera revivir. Pero están dentro de lo previsible.

La luc fue muy sensible en temas de seguridad. En respuesta a demandas ciudadanas y con un criterio protector de la vida y de la propiedad privada  se amplió el espacio para ejercer la legítima defensa.

Otro contrasentido y una nueva disyuntiva para fiscales y jueces; dirimir el conflicto entre impedir el ingreso a su vivienda y la ejecución nocturna de un acto legitimo por parte de la autoridad.

Veamos a grandes rasgos, algunas características y cómo se actúa en la práctica.

El destinatario no es un enemigo, sino un supuesto infractor.

El resultado buscado no siempre es la incriminación, también puede ser una demostración o presunción de inocencia.

Mirándolo desde la óptica de la autoridad diríamos que se incursiona en un territorio supuestamente hostil y para lograr mayor eficiencia se debe actuar sorpresivamente.

La orden judicial es específica y consigna el motivo de la búsqueda o ilegalidad que allí supuestamente se desarrolla.  

Según lo previsible se selecciona el personal, armamento y equipos necesarios. En la actualidad se pide y está condicionado a apoyos de unidades operativas como es el caso de la Guardia Republicana.

De ser posible se rodea el lugar, previendo lugares de ingreso, salida y determinando puntos críticos.

Se procura saber de las personas afectadas por la medida. No siempre es posible, información incompleta y llena de sorpresas

Se golpea la puerta y cuando la abren se dice del allanamiento y exhibe la orden Judicial, se le franquea el ingreso y se actúa en consecuencia.

Si se está ante un escenario criminal, no van abrir y franquear mansamente la puerta, el ingreso será demorado, condicionado o intempestivo sorteando obstáculos para retardar o impedir el ingreso, facilitando ocultamientos y fugas.

De noche ni lo sueñen, solo habrá eficiencia mediante sorpresa y engaño. De haber armas serán recibidos a tiros, tácticamente con ventaja de los moradores conocedores de los espacios.

Si están en alerta las consecuencias fatales son impredecibles.

Para el “argumento”, comercialización u acopio de drogas.

Una incitación al desborde, exceso y corrupción.

La droga es una mercadería de mucho valor y mueve mucho dinero. Las sombras de la noche, la menor visibilidad de la acción policial, vulnerabilidad o omnipotencia de los infractores facilita acuerdos ilegales, “tranzas” “rastrillaje”  “corrupción”

Esto no significa que vaya a ocurrir, pero que las condiciones lo hacen propicio no hay duda. Es mucho más garantista cualquier actuación de esta índole que se realice durante el día.

Por la noche se pueden hacer en la vía pública detenciones de compradores y distribuidores en flagrancia, están cometiendo delitos de complicidad y encubrimiento.

Al día siguiente el allanamiento y más detenciones; y con utilización de filmaciones, grabaciones, escuchas, etc el trabajo policial habitual de cualquier investigación.

Las operaciones nocturnas contra el crimen no son del corte de un allanamiento, son incursiones operativas de socorro, acciones de impacto de corte militar con previsibles enfrentamientos

Para evitar trata de personas, acciones terroristas, desactivar explosivos o neutralizar una acción de exterminio no se requiere orden de allanamiento.

Ni hay espacios para trámites, son cuestiones de emergencia o seguridad nacional.   

Modificar la Constitución para habilitar inspecciones domiciliarias nocturnas es un despropósito.

La alternancia en el poder es una bondad del sistema democrático republicano, pero el uso de estas potestades es cuestión de buenos o malos individuos.

El mundo está lleno de buenas intenciones.

Pero los comportamientos humanos son cambiantes y la tentación al abuso de poder una constante que no debe ser alimentada con legislaciones habilitantes.

No a los allanamientos nocturnos, como no a la cadena perpetua, ni al trabajo forzado como otros también proponen.

El combate al delito y la reclusión carcelaria con dignidad y dentro de la ley. Estímulo al buen comportamiento, al esfuerzo individual, a los valores y al progreso..

No a propuestas políticas improvisadas y mediáticas.

Modificar a la constitución solo para temas trascendentes, que excedan a las potestades de ley como el voto cruzado entre candidatos de diferentes partidos, o un ballotage para los intendentes.

No deben invadirse al barrer espacios profesionales ajenos, sino por el contrario exigir propuestas e involucrar a los especialistas en cada área y exigir resultados. Cuando las mejoras no se dan deben realizarse los remplazos y correcciones necesarias.

En seguridad pública el argumento de justificar malos resultados por la falta de una norma legal rechazada no es de recibo.

La población y los otros participes de la coalición de gobierno se merecen una explicación del porqué no se han cumplido en forma cabal las propuestas de campaña electoral.    

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