Política nacional

La edad de los cabellos plateados

los cuidados para su salud en Uruguay

Solos

Mónica Castilla Alonso

Este día me invitó a reflexionar, motivado por la cantidad numerosa de pacientes adultos mayores que ingresan a la institución donde ejerzo mi profesión. Nuestra población es una población envejecida, con una baja tasa de natalidad y un porcentaje creciente de adultos mayores, como todos sabemos. De estos, la mayoría llegan a esa edad, encontrándose solos.

Si bien las causas pueden ser diversas, la característica de la sociedad en que vivimos cobra jerarquía dentro de éstas. Una sociedad en que se ha dejado de vivir en familia, de almorzar todos juntos los domingos, como nuestra ascendencia Italiana o Española lo demandaba. Una sociedad en que cada vez se construyen y venden más apartamentos monoambientes,  porque las personas prefieren vivir solas. Una sociedad donde la tecnología cobra cada vez más importancia estableciendo vínculos a través de las pantallas y mayor tiempo dedicado a ese vínculo persona-pantalla más que persona – persona. Una sociedad en que la natalidad es baja y la migración de jóvenes buscando nuevas oportunidades de inserción laboral, es alta. Una sociedad que tiene cada vez más Residenciales….

No es motivo de preocupación el adulto que luego de una vida de trabajo, sigue activo, y rodeado de afectos, e incluso formando parte de trabajos adecuados a su expertise y a su rol en la sociedad. Es mi foco de atención, los adultos que sienten pasar sus últimos años de vida, en soledad.

Es notoria la gran cantidad de adultos con discapacidad motora, que utilizan como ayuda para deambular andadores, bastones e incluso sillas con ruedas para llegar a los consultorios médicos , farmacia, laboratorio u otros sectores  que necesiten concurrir dentro de la Institución pero sin ningúna persona que lo acompañe.  Al acercarme y preguntar porque concurren solos, me contestan que no tiene quien los acompañe.

¿Adultos mayores solos , con o sin discapacidad física motora, en soledad?

Como país, como profesional  integrante de la Salud me pregunto cómo podemos mejorar la calidad de vida  de nuestra  población, especialmente  de adultos mayores?

Recordemos que el segundo lugar en número de muertes por suicido lo ocupa la franja etaria de adultos entre 74 y 79 años. Creo relevante la soledad como causa de esta tendencia.

Creemos que los cuidados en la prevención en salud, mientras se está en la vida laboral activa, deberían de ser una política de sociedad para tener una mejor calidad de vida en la etapa de adulto mayor. Cuidar la salud en las horas laborales  ( salud ocupacional), y cuidar la salud con mayor tiempo dedicado a actividades al aire libre, deportes, etc. mejora las condiciones físicas y sicológicas con que se llegaría a la etapa de adulto mayor.

Vuelvo a mi niñez…

Mi abuelo Tomás, Colorado, Batllista, de Peñarol y de Casmu iba todas las semanas junto con mi abuela a un club de abuelos barrial.  Allí se encontraba con otras personas en similar situación de vida, y pasaba tiempo acompañado.

Jugaban juegos de cartas,  se reían, charlaban de política, fútbol, bailaban tango, en fin… establecen vínculos sociales que sin duda les daba sentido a su vida.

En conclusión:

Como política de prevención de enfermedad y cuidados de salud, trabajaría de una manera integral, en las etapas de la vida joven y adulto en edad laboral, realización de  planes de inclusión de cuidados de salud en el trabajador  ( cuidando la afección osteoarticular por sobrecarga y otras según las actividades laborales distintas), trabajar en la prevención de enfermedades físicas, y de salud mental,  con controles periódicos clínicos y de laboratorio si se necesitara.

Al llegar a la edad de adulto mayor, agregaría una política de salud social a dichos planes, interconsulta con asistente social, e implementación de actividades sociales como clubes de abuelos barriales, actividades deportivas y  recreativas , para motivar a la comunidad y jerarquizar la importancia del rol de la sociedad.

En fin…. Hay mucho para pensar pero mucho más para desarrollar y gestionar en nuestra comunidad. Todos y cada uno de nosotros indefectiblemente pasamos por esta hermosa vida, y no como premio sino como una condición natural merecemos tener una vida de adulto mayor y una vejez digna…

Pensemos y actuemos.

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