La herencia de las 3 tupamaras
_“La Obra maestra de la Injusticia es parecer justo sin serlo”
Platón _
Ronald Pais
“¿Homenaje? ¿¡Homenaje!?”, repetí asombrado cuando me enteré de que esa era la intención que algunos voceros del Frente Amplio tenían respecto a tres mujeres muertas en una refriega con las fuerzas armadas hace casi medio siglo.
Ya sabía del procesamiento con prisión del Teniente General (R) Juan Rebollo que forma parte del “paquete” que ignominiosa e impunemente viene ejecutando el Fiscal Ricardo Perciballe. Funcionario que, como no puede imputar delitos de lesa humanidad, viene inventando delitos comunes 50 años después de ocurridos los hechos, desvirtuando la Ley y los Tratados Internacionales en una campaña de venganza sin precedentes. Pero eso no es todo sino que abre la puerta para que familiares de sediciosos muertos fabriquen violaciones a los derechos humanos, no ya de los muertos sino de ellos mismos, para comparecer ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y obtener sentencias que los beneficien. Tal lo ocurrido en este caso, como se verá.
Silvia Reyes, Laura Raggio y Diana Maidanik fueron tres sediciosas que murieron el 21 de abril de 1974 en un enfrentamiento armado con las fuerzas conjuntas militares y policiales.
También murió el Capitán Julio María Gutierrez y resultó herido el entonces teniente Juan Rebollo.
Según la versión militar los hechos se desencadenaron ese día, alrededor de la hora 2, en el apartamento 3 de Ramón de Santiago 3085, en Montevideo.
Los efectivos llamaron a la puerta sin obtener respuesta. La violentaron, llegaron a un patio y a otra puerta cerrada. Conminaron a viva voz a los ocupantes a salir con los brazos en alto también sin respuesta. Forzaron la segunda puerta y fueron recibidos por disparos desde dentro, los que repelieron.
Con los primeros disparos desde el interior cayó el Capitán Gutiérrez. A pesar de la respuesta de los militares las ocupantes siguieron tirando e hirieron al Teniente Rebollo que pretendía retirar el cuerpo del Capitán Gutiérrez. Además de los disparos, aquellas también arrojan una granada hacia el exterior.
Arreció entonces el fuego de los militares y resultaron muertas las tres mujeres.
Familiares y partidarios de los tupamaros comenzaron a dar otra versión. Según ellos, las tres mujeres fueron ejecutadas a mansalva, arrinconadas y suplicando por su vida. Cómo esta versión no cerraba con el Capitán muerto y el Teniente herido, entonces la completaron diciendo que fueron los mismos militares los que lo hicieron.
Casi medio siglo más tarde, el Teniente General (R) Juan Rebollo es encarcelado por la acusación del Fiscal Perciballe.
Recientemente, una excelente exposición del Diputado Gustavo Zubía desnuda la inconsistencia y el disparate de la acusación fiscal. Conviene ver el video completo que circula en las redes.
Zubía recuerda la Declaración del Estado de Guerra Interno, aprobado por la Asamblea General el 15 de abril de 1972 por 97 votos en 118. Así de grave fue la cosa.
Lee pasajes de la Acusación Fiscal donde se duda si hubo enfrentamiento o no lo que, dice Zubía, “enerva o impide prosperar cualquier acusación “.
En otro pasaje la acusación se aferra a la diferencia de armas utilizadas.
Zubía dice: “No podemos basar los hechos de más de 50 años en posibilidades dubitativas… porque eso desmerece y descalifica a un sistema judicial que tiene que estar basado en los hechos” y “En situación de guerra no es determinante el tipo o calibre de armas utilizadas por los combatientes. Es un absurdo sostener que la diferencia de armamento entre las personas involucradas en un enfrentamiento puedan ser determinantes para entender que hubo un homicidio en el caso”
Como si eso fuera poco, la Junta Médica que interviene más de 40 años después, expresa: “En cuanto a la hipótesis de que las muertes hayan sido el resultado de un enfrentamiento no tenemos elementos para descartarla de plano”
“No podemos negar que los militares hayan sido atacados inicialmente y, tras ello, repelido el fuego.”
A pesar de todo esto, Rebollo fue procesado con prisión y el Tribunal de Apelaciones de 2do Turno lo confirmó.
Pero este collar tiene más perlas.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó una sentencia el 15 de noviembre de 2021 condenando en varios rubros al Estado Uruguayo por violación de los derechos humanos de los familiares de las fallecidas. Recomiendo la lectura de la sentencia (https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_444_esp.pdf) la que puede hacerse uno de estos ías fríos que se avecinan porque garantizo una entrada en calor inmediata.
Entre los integrantes del tribunal estuvo Eugenio Raúl Zaffaroni. Si le suena conocido el nombre es el mismo del que opina que Alberto Fernández debería indultar a Cristina Fernández en caso de ser condenada.
La representación de las víctimas la ejerce el IELSUR.
Entre los testigos está el conocido Fiscal Ricardo Perciballe, quien declaró algo diferente a lo contenido en su dubitativa acusación. “Conforme ha expresado el Fiscal Especializado, en un documento aportado como prueba por el Estado, de conformidad con medidas de prueba realizadas en el curso de las investigaciones, “se ha podido desvirtuar la versión oficial referente al enfrentamiento”, y “la muerte de las (3) jóvenes (…) se trató de un actuar ilegal del Estado que excedió con creces lo permitido para su detención “
Para abreviar, el fallo – que también comprende el caso de otros dos desaparecidos, lo que hemos obviado por razones de espacio, da por probado lo que nunca se probó e impone al Estado uruguayo reparaciones económicas a las “víctimas”, proveerles tratamientos psicológicos o psiquiátricos, publicación de la sentencia, realizar “un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional”, fortalecimiento” de la Fiscalía de Perciballe, capacitación y sensibilización de las Fuerzas armadas, etc.
Con respecto al acto público también esto se ha querido desvirtuar, hablándose de “homenaje” y como nunca el circo les parece suficiente, exigen la presencia del Presidente de la República en dicho acto.
Con relación a las indemnizaciones la familia de las tres mujeres, el Estado uruguayo ya les pagó reparaciones en los años 2011 y 2013 Flía de Diana Maidanik: US$ 68.420, Flía de Laura Raggio US$ 60.448 y Flía de Silvia Reyes US$ 60.910 pero ahora deberá pagar de nuevo. A la Flía de Diana Maidanik: US$ 70.000, a la de Laura Raggio US$ 90.000 y a la de Silvia Reyes US$ 175.000. En este último caso percibirían dinero el padre, la madre, el esposo, la hermana, el suegro, la suegra y la cuñada.
Además las “reparaciones” son heredables.
En total US$ 524.778 que habremos pagado ud., yo y los demás uruguayos a las familias de unas jóvenes cuyo único “mérito” fue extraviarse en senderos de violencia que las llevaron a su propia muerte.
Reparación a la familia del Capitán Gutierrez por su muerte: nada.
Reparación al Tte. Gral. (R) Rebollo por su herida: la cárcel.
En 1713, el Tratado de Utrech permitió que Portugal, por influencia de Inglaterra, recuperara a Colonia del Sacramento qué pasó a sus manos nuevamente (1716), a pesar de haber sido reconquistada por segunda vez por los españoles.
De aquel hecho dice Orestes Araújo: “¡Cuán dolorosa no sería esta nueva devolución que anulaba los esfuerzos de los españoles e indígenas y tendía a desmoralizarlos para el futuro! Lo que España conquistaba a cambio de preciosa sangre de sus hijos, concluía por pasar al dominio de Portugal merced a la hábil y sutil política de los lusitanos, siempre derrotados por los españoles en los campos de batalla, pero nunca vencidos en artimañas diplomáticas”.
Hallé una cruel analogía de ese relato con lo que hoy examinamos.
¡Cuánta amargura deben sentir los patriotas que dieron hasta su sangre para combatir la demencia tupamara al ver que los que fueron vencidos consiguen prebendas manipulando, forzando y usando la misma Democracia que quisieron destruir! ¡Y cuánta más amargura sentirán al ver falsear la Historia convirtiendo a los terroristas en víctimas y a los que los repelieron en victimarios!
¡Cuánta indignación y rebeldía sentimos nosotros al ver como se siguen beneficiando, en un “curro” interminable del que son expertos, aquellos que deberían solamente merecer la condena y el desprecio de todo buen oriental!
Nuestra linda Colonia del Sacramento, después de una tercera conquista y nueva devolución a Portugal fue, finalmente, recuperada por España hasta ser parte de la Provincia Oriental.
También quiero creer que en nuestro amado país, al final, también reconquistaremos la Justicia. La de verdad, no ÉSTA.