Educación

La internacionalización universitaria en la lupa parlamentaria

Claudio Rama

La Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Diputados inició un proceso de consultas a universidades y organismos públicos vinculados a la educación internacional para recibir información con miras a considerar formular un marco legal de incentivo, especialmente en relación a visas de estudiantes, promoción de marca país universitaria e incentivo a la participación en ferias universitarias internacionales.

Es muy positivo que mire la educación superior desde la problemática de los aspectos internacionales y desde su incidencia en la economía como exportación de servicios, y en como incentivar la captación de estudiantes. En este contexto, las diversas universidades han presentado sus miradas y problemas, y tuve ocasión de mostrar las acciones en materia de internacionalización que lleva a cabo la Universidad de la Empresa (UDE).

El trasfondo del tema es la creciente importancia de la internacionalización de la educación superior para el desarrollo de los países, los sistemas de educación superior y la formación más amplia de los recursos humanos. La existencia de servicios comunes, facilidades de ingreso para los estudiantes, tarifas especiales, o impulso a la facilitación de acciones por parte de las universidades para atraer estudiantes es de enorme importancia.

La internacionalización es necesaria para poder desarrollar ofertas en el país cuando no hay suficiente demanda, para reducir las asimetrías de calidad, para aportar recursos y oportunidades de empleo a los docentes y para aumentar las escalas de las ofertas locales al incorporar una mayor cantidad de estudiantes. Sin internacionalización, además la educación superior se conforma con dinámicas endógenas que no permiten calidad y pertinencia de sus instituciones.

Es una gran debilidad que se debe resolver ya que muchas de las dinámicas universitarias, se han desarrollado sin articularse a los marcos internacionales, sin un sistema de créditos nacional de reconocimiento y movilidad, estructuras acordes a los estándares internacionales (como por ejemplo el Proceso de Bolonia o el Consenso Universitario de Washington) o flexibilidad para los procesos de movilidad, reconocimiento de certificaciones o de realización de ofertas centradas en los mercados globales tales como doble titulación.

Ver la educación superior como otro sector económico más allá de su impacto social, y atender a la problemática de cómo puede expandirse con exportación de servicios, es un muy positivo encare. En este contexto, es necesario referir que antes la internacionalización solo se concentraba en la movilidad de estudiantes y docentes en forma presencial, y que ahora el centro de la internacionalización se ha desplazado a la movilidad de instituciones y a la educación transfronteriza, o sea en la movilidad virtual. Esta, es siempre menos costosa, más democrática, más viable que no implique pérdida de recursos (estudiantes que no regreses).

En tal sentido, la movilidad virtual, tiene menos costos y derroches para el país y es más democrática. Hoy mucha de la movilidad de salida es de elites, costosa, e incluso incrementa las desigualdades entre los estudiantes en función de quienes acceden a becas y programas de movilidad, y se debe incentivar una internacionalización de ingreso. Traer estudiantes y también traer docentes para poder facilitar programas de maestría y doctorado.

En la Comisión tuve oportunidad de mostrar como la Universidad de la Empresa (UDE) desde hace casi 18 años viene apostando al Mercosur Educativa con una acción estratégica y única centrada en la atracción de estudiantes brasileros. En estos años, 368 estudiantes brasileros se han graduados en nuestras aulas en diversos programas de maestría y doctorado y más de 2200 estudiantes en diversos momentos han venido al país, ya que son programas presenciales, que se hacen en enero y julio.

El impacto en la UDE ha sido muy positivo, dado que Brasil tiene mayores exigencias de calidad que Uruguay. Estas actividades también han incidido positivamente en gastos en hoteles, residencias y restaurantes y otros servicios en ocasión.

También ha impulsado la contratación de docentes y su movilidad internacional ya que muchos docentes vienen también del extranjero. Sin duda han sido 18 años de experiencias y de problemas, desde el cierre de PLUNA, las variaciones del tipo de cambio, la ausencia de concreciones reales en el Mercosur Educativo, la pandemia y las restricciones de movilidad, así como los paradigmas de la política pública, especialmente en relación a dificultades para aprobar los programas por parte del MEC, y especialmente de aquellos de doctorados.

Ello, a pesar de la enorme debilidad del Uruguay en esta oferta que es de las más bajas de la región. Han sido 18 años de mucho esfuerzo, y fue un honor poderle informar a los diputados lo importante que se legisle para facilitar el ingreso de docentes y estudiantes extranjeros.

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