La mejoría venezolana
Hugo Machín Fajardo
Pese a la reciente mejoría en los datos macroeconómicos, debido en parte al repunte del petróleo, la economía venezolana mantiene sus limitaciones y la situación social no experimentó cambios positivos. Se estima que en este semestre la inflación seguirá erosionando los magros ingresos, en tanto a nivel salud preocupa el bajo nivel de vacunación contra distintas enfermedades infecciosas.
En la primera semana de agosto hubo casi 100 protestas callejeras al menos en nueve estados de Venezuela, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, exigiendo la derogación de una norma que cercenó o redujo primas salariales de los empleados públicos.
La movilización que ocupó las calles y se mantiene, fue iniciada por educadores preocupados por la falta de pagos de sus sueldos y bonos vacacionales, en exigencia de que se anule un instructivo del gobierno de Nicolás Maduro que les ha reducido sus salarios hasta la mitad en los últimos meses, según denuncian.
Es una norma creada en marzo pasado por la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE), adscrita al Ministerio de Economía, Finanzas y Comercio Exterior, que especifica criterios para aplicar el incremento salarial. Pero su origen está en la reconversión monetaria de 2018 que aparejó la creación de un instructivo regulatorio de la tabulación salarial de los empleados públicos.
El Estímulo, uno de los portales venezolanos con más credibilidad, se refirió el 20 de agosto a las «enormes limitaciones de la economía venezolana», pese a que últimamente ha presentado índices macroeconómicos favorables, y lo hizo señalando varios factores:
—los muy bajos salarios;
—las medidas discrecionales que aplica el gobierno a los agentes económicos;
—la falta de crédito;
—los altos niveles de pobreza;
—la ausente inversión extranjera;
—la opacidad en las cifras y datos oficiales;
—la fiebre de importaciones de bienes finales en contra de la producción nacional;
—la falta de acuerdos políticos.
Estos factores llevan a concluir al portal venezolano que la situación económica vivida por la ciudadanía «está muy lejos de arreglarse».
Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), pronostica un crecimiento del PIB venezolano de 10%, que contrasta con la media proyectada para Latinoamérica y el Caribe de 2,70 %. ¿Cómo se entiende este crecimiento de Venezuela cuando la expansión de 6,5% del PIB en 2021 cae en toda la región para el 2022?
Guerra y macroeconomía
La economía de Venezuela creció 12,3% en el primer semestre de 2022 respecto al mismo período el año pasado, cuando registró una contracción de 28%, informó a fines de julio el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), un centro de análisis económico vinculado a la oposición.
El incremento se debe al ascenso «de la producción petrolera respecto al año anterior (36,3%), el fin de la hiperinflación durante el mes de febrero del año en curso y por supuesto, a los altos precios del petróleo producto de la invasión de Rusia a Ucrania», dijo el economista miembro del OVF Ángel Alvarado, en un video difundido a la prensa.
No obstante, Alvarado sostuvo el 17 de agosto que «la inflación para el segundo semestre será mayor a la de dos dígitos de junio. La inflación interanual es de alrededor del 150%, una de las más altas del mundo» y aventuró que el año podría cerrar con una inflación de «tres dígitos».
El economista agregó que existe «gran preocupación» por las presiones en el tipo de cambio en una economía tan dolarizada. En Venezuela coexisten dos tasas de cambio, la del Banco Central de Venezuela (BCV) y la del mercado negro, lo que produce distorsión en los precios y alza inflacionaria. El bolívar, la moneda oficial de Venezuela, se devaluó el miércoles 24 un 10,4% frente al dólar respecto al día anterior, según el reporte del BCV. «La brecha con respecto al tipo de cambio del BCV se ubica en 29,5%» informó el portal Tal Cual.
En los estados de Monagas y Anzoátegui, los consumidores reportaron un aumento drástico en el costo de la harina de maíz precocida el jueves 25 de agosto. En Sucre, los usuarios mencionaron que algunos comercios no abrieron ese día.
«De espanto y brinco los precios de los productos en mercados populares de Maracaibo. Comerciantes en Valencia en incertidumbre por reposición de inventarios tras aumento del dólar. Estrepitosa subida del dólar disparó precios en comercios de Maracay», reportó el viernes 26 el portal Lapatilla.
Riesgo epidemiológico
En 2019, la publicación científica The Lancet Infectious Diseases, advirtió que la crisis venezolana «ya está acelerando el resurgimiento de la malaria, el mal de Chagas, el dengue, el zika y otras enfermedades infecciosas peligrosas. El resultado podría ser un retroceso de 20 años en los progresos logrados en salud pública. Para los países del entorno, el peligro es que las epidemias se propaguen más allá de Venezuela».
Desde hace cinco años en Venezuela no se publica el reporte epidemiológico y eso atenta contra la salud de la población, pues al no tener información sobre las enfermedades que están en curso es imposible tomar las medidas de prevención para evitar la propagación.
«Mientras en otros países muestran sus boletines epidemiológicos adecuadamente, aquí en Venezuela se esconden. Así como la salud es un derecho, la información también lo es, y se nos está cercenando este derecho», denunció en mayo el doctor Andrés Barreto, al frente del Sistema Alternativo de Monitoreo Epidemiológico (SAME).
La tasa de vacunación cayó por debajo del 95%, y en el caso de la poliomielitis se ubica en el 50%, según el personal de vacunación. No solamente el Covid-19, o la viruela símica (viruela del mono) son preocupación en el país caribeño, sino que otras enfermedades infecciosas como sarampión y rubeola también alcanzan bajas tasa de vacunación. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), con apoyo de la ONU, instrumentó con el gobierno de Caracas una campaña de vacunación a realizarse hasta octubre 2022.
En 2024, Venezuela realizará elecciones presidenciales. La oposición a Maduro aún no ha definido fecha para las elecciones primarias —deberían realizarse en 2023— de las que surjan los candidatos de los diferentes partidos. Voluntad Popular, de Leopoldo López —dirigente en el exilio español— aprobó el miércoles 24 que Juan Guaidó participe en la interna partidaria. Por el partido Primero Justicia los precandidatos serían Henrique Capriles, Tomás Guanipa y Carlos Ocariz. Otros aspirantes por diferentes organizaciones son el ex candidato presidencial Henry Falcón, Nicmer Evans, Carlos Properi, y por Vente Venezuela, Corina Machado.