La subversión de Michelini
César García Acosta
La etimología de la palabra “subversión”, refiere al movimiento revolucionario al que se atribuye la destrucción de la estabilidad política o social de un país.
Y eso fue lo que intentó hacer Rafael Michelini con sus dichos sobre decididamente aglomerarse en el marco de actividades organizadas para levantar firmas contra la LUC.
El ex Senador olvidó su apego a la institucionalidad y esta vez salió en cuanto medio de prensa pudo hacerlo vosiferando su derecho de no alinease con el gobierno en la lucha contra el flagelo del Covid, aferrándose a su voluntad de construir un relato que legitime o justifique su escasa representatividad en la coalición de izquierdas.
Justo es decir que el Frente Amplio orgánicamente decidió apartarlo de su cargo de “Secretario Político”, como si ese estamento fuese tan representativo de la interna frentista como para entenderlo como un fusible necesario.
Pero ni Michelini representa un liderazgo de importancia, ni su secretariado político es un ámbito de poder en su conglomerado.
Dicho esto a lo que debemos ir es al al fracaso de la juntada de firmas contra la LUC y lo que los frentistas -llámese Michelini o cualquier otro- están dispuestos a hacer ante su fracaso inminente: desestabilizar ala democracia.
Los liberales tenemos claro que el «fair play» implica el derecho a la libertad y al orden legal; nada fuera de este contexto es posible. Quien siga otra línea de acción debe estar condenado al ostracismo.
