Política nacional

Los enredos de Oddone

César García Acosta

El ministro de Economía designado del Frente Amplio, compartió un evento con el economista colorado Isaac Alfie en el que sostuvo que hay “una agenda de temas microeconómicos” por delante. Más allá del análisis de sus dichos, lo que pesa es su referencia a la reforma jubilatoria inspirada por el PitCnt. Oddone aseguró que si se aprobaba el plebiscito “no sería el fin de mundo”, aunque nunca explicó de dónde saldrían los fondos para sostenerla. El sábado en el canal 12 de la TV abierta, se proyectó la película “JORGE BATLLE ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO”. En un pasaje de la película se entrevistó al economista Alberto Bensiòn, ministro de Economía de la época, cesado durante la crisis bancaria y sustituido por el exitoso Alejandro Atchugarry. Bensión fue quien soportó una  dura interpelación del Frente Amplio. En la película aseguró que había omitido decirle a la gente en el 2002 el desastre por el que pasaba la economía, porque de haberlo hecho las consecuencias habrían sido peores. Bensión aseguró que un ministro de Economía no puede decir lo peor, sino lo que la gente quiere escuchar. En el contexto electoral actual, estas enseñanzas de Bensión dejan a Oddone literalmente en offside ante el aquelarre que provocaría el plebiscito de la seguridad social. ¿Mintió Oddone en favor de un bien mayor?

Los economistas Gabriel Oddone, Isaac Alfie y Martín Rama intercambiaron posiciones sobre el perfilamiento económico del país, en la antesala de las elecciones nacionales.

Oddone disertó en la sala Magnolio sobre la realidad nacional y “el Uruguay del futuro” en un evento organizado por el semanario Búsqueda y la fundación Ágora. Intervinieron en el evento el exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto Isaac Alfie y el ex economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Martín Rama.

Alfie sostuvo que “sin crecimiento no hay nada” y que “solventar el estado de bienestar precisa recursos”. Proyectándose en el corto plazo, Alfie sostuvo que lo primero es lograr “una apertura económica” … “mover la palmera”. “Si no movemos la palmera vamos a seguir en la penillanura suavemente ondulada y vamos a seguir como estamos”, expresó.

Para el mediano plazo, Alfie ubicó como agenda prioritaria el desarrollo de la infraestructura, que “se ha hecho pero que requiere de bastante más”; mientras que para el largo plazo remarcó al mejoramiento de la educación como la medida “más importante de todas aunque de largo plazo”. Alfie destacó que Uruguay también debe “preservar la estabilidad macroeconómica de mediano y largo plazo”, lo cual implica “finanzas sostenibles”. La sostenibilidad, sostuvo, “es que la promesa de pago que hay en las leyes se cumpla”.

Rama, por su parte, señaló que en la campaña electoral “muchas de las propuestas” implican “gastar más en esto o en aquello”, como en la primera infancia o en las jubilaciones, “y son todas buenas”. No obstante, advirtió que sin una economía en crecimiento “la única forma de hacerlo es sacarle plata a alguien, y cuando a alguien se le saca plata, es fácil decirlo en el papel, pero en la práctica es muy difícil”. Los ricos, agregó, “precisamente son ricos porque saben protegerse bien”.

Según Rama, Uruguay “ha sido bueno en la parte macroeconómica”, pero esto, que es algo necesario, “no es una condición suficiente”, explicó. “Sólo con estabilidad macroeconómica no se puede”, subrayó.

Oddone sostuvo que, en términos históricos, la economía uruguaya está “relativamente estable”, si bien señaló que aún “tenemos mucho por hacer”. En tal sentido, sostuvo que en el horizonte existe “una agenda de temas microeconómicos que son fundamentales”. “Si Uruguay no mejora su eficiencia asignativa, si Uruguay no tiene la capacidad de aumentar la productividad, no vamos a poder aumentar el crecimiento, y eso pasa por reformas en el orden microeconómico, [por] reformas estructurales y por conectar el mundo del conocimiento con el mundo de los negocios”, expresó.

Oddone  señaló que la eficiencia del Estado “en algún sentido es la eficiencia del sector no transable”, en el cual “hay un terrible problema a resolver”. Dijo que “es imposible ser competitivos internacionalmente” si este sector mantiene “los niveles de productividad que tiene”. “Ese sector no transable le exporta ese conjunto de ineficiencias al sector expuesto al mercado internacional, y es ahí donde tenemos que trabajar; el único problema que tenemos es que el 80% de la población trabaja en el sector no transable, por lo tanto, la economía política de esos cambios es muy importante”, apuntó.

Por otra parte, Oddone manifestó que “es muy importante que no perdamos de vista que nuestro sistema de contrato social es para que las personas que tenemos trabajo a lo largo de nuestra vida” accedan a una protección social, “de calidad dudosa, pero finalmente una protección”. Sin embargo, existe otro conjunto de personas que “están absolutamente fuera de ese esquema hace 60 años”, señaló, y aunque aclaró que esta población “no es que esté afuera ahora”, sostuvo que en el último tiempo “hemos ido retrocediendo”.

Se trata, continuó Oddone, de aproximadamente 300.000 personas que “habitan en las periferias de las ciudades del Uruguay, que mayoritariamente son niños, porque habitan en hogares pobres”. “Es ahí donde nosotros como sociedad -que creemos que somos una sociedad cosmopolita, relativamente progresista- tenemos que trabajar; es imposible dejar fuera del contrato social a esa población, es ahí donde hay urgencias”, resaltó. Oddone llamó a “incluir a mucha gente que está fuera del sistema” porque “no es ni justo ni es inteligente sostenerlo de esta manera”.

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