Política Internacional

Macron; un “Mercosur” inaceptable

Lorenzo Aguirre

El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo en la “Cumbre de la Unión Europea” que la propuesta de libre comercio entre el bloque de referencia y el “Mercosur”, no la apoya: “en su estado actual no es un tratado aceptable. Pedimos el respeto a los “Acuerdos de París”, sobre clima, protección de los intereses de las industrias, y los agricultores europeos”, señaló el mandatario. Más tarde, acotó: “estamos reclamando transformaciones históricas, pero si nuestros textos dicen, abrámonos a productos que no respetan estos acuerdos… ¿estamos locos? ¡No funcionará!” Finalmente, Macron, expresó: “estos acuerdos son un freno a las cosas que hacemos para eliminar de las economías, el carbono, y luchar a favor de la biodiversidad. Los europeos, tenemos el texto más exigente del mundo en materia de deforestación y descarbonización”.

Francia, se ha convertido hace tiempo – desde la era macroniana – en el más potente opositor europeo respecto al “Mercosur”, hecho que, en cierta forma bloquea una negociación la cual podría beneficiar a una población de alrededor de ochocientos millones, pero, para el “jefe bonapartista” – además se cree Júpiter en el Olimpo -, el acuerdo es muy malo, no hay nada en él que tenga en cuenta la biodiversidad, el clima, y “se debe terminar con ese pacto, porque requiere un tratado responsable”.

Por su parte, Alemania – la mayor economía de Europa, y primera potencia industrial de dicho bloque -, estaría dispuesta al acuerdo con el “Mercosur”, especialmente las negociaciones con Brasil, y Argentina, pero, el agro francés, proteccionista y subsidiario, sigue con su tozudez, y no tiene interés en darse cuenta que, en el año 2000, Francia se encontraba en el puesto 10º en cuanto a exportaciones internacionales, y ahora, está en el lugar 55º, más allá que las importaciones desde África del Norte, ocupan el 42% del mercado.

Macron, de perfil socio liberal, buscando mantener una posición relativamente equidistante tanto del comunismo como del capitalismo a través de una economía mixta, pero pautando en buena medida en su parte política una línea centroizquierda fluctuando entre la socialdemocracia y un liberalismo progresista, debería poner énfasis en asuntos internos y prestar más atención a su política exterior, pues ya no cuenta con el apoyo de la ex canciller alemana Angela Merkel. Igualmente, el mandatario francés tiene demasiado pulso de codicia, pretende gozar una futura hegemonía en la Unión Europea, y se “motivó” a realzar su soberbia manifestando en la ciudad de Sao Paulo, respecto al pésimo acuerdo con el “Mercosur”, y la necesidad de renegociar a cero, pues la supuesta alianza, estaba desfasada.

De todas formas, el presidente Macron se reunió con su par brasileño, Lula da Silva, y firmaron 21 convenios bilaterales sobre diversidad, energía, minería, financiamiento al desarrollo, cambio climático, género, y protección forestal, entre otros ítems.

Lula da Silva señaló que, la falta de acuerdo con el “Mercosur” no afecta las relaciones entre Francia y su país, pues Brasil no está negociando con Francia, sino el “Mercosur”, con la Unión Europea.

PARAGUAY, NO QUIERE CONTINUAR Por su parte, Paraguay, señaló una vez más no dar continuidad a los trámites comerciales con la Unión Europea, porque no manifiesta flexibilidad, y no vale la pena seguir desgastándose, derrochando recursos y tiempo.

En efecto, los representantes paraguayos expresaron en Río de Janeiro que, la propuesta, presenta un perfil ahondando el conflicto capitalista, patriarcal, racista, y fortaleciendo a las élites más represivas.

Paraguay, se está acercando a países tales como, Japón, Corea del Sur, y especialmente Emiratos Árabes Unidos, y junto a Argentina y Chile, intentan de forma acelerada entablar relaciones con naciones de la “Asociación Europea de Libre Comercio” (“EFTA”), como Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.

La exploración para negociar con Emiratos Árabes Unidos está encabezada por Paraguay, mientras Argentina se encarga de la “EFTA”.

“MERCOSUR”, FRACASO TOTAL DEL BLOQUE Sería oportuno recordar que, las conversaciones entre la Unión Europea y el “Mercosur”, comenzaron hace veinticinco años. En 2019, luego de veinte años interminables, llenos de majadería, se anunció el fin de dicho convenio, y el inicio de la firma “Asociación Estratégica” – ¡tanta palabrería inútil, fatiga! -, pero por supuesto siguieron nuevos inconvenientes.

Entre esos desbalances, es necesario señalar la aceptación de una legislación en la Unión Europea, regulando los tratados ambientales, hecho que estimuló a una “revisión” de varios articulados del texto… traducido al francés… ¡quedó, en nada!

Por otro lado, los miembros del “Mercosur” también modificaron lineamientos, y exigieron actualización en los ítems… traducido al español… ¡motivó una dilatación al respecto!

A decir verdad, más de treinta años de “Mercosur” ha demostrado el fracaso total del bloque, pues, las asociaciones comerciales son positivas si concretan el objetivo de elevar los aspectos de cada miembro, y por supuesto, tomando relevancia en la economía internacional.

Lo de “integración” no solo perdió el rumbo en cuanto a origen, al motivo de formación de agrupaciones comerciales, sino, que, durante los peores gobiernos en toda la historia de nuestro país – ¡léase, “Frente Amplio”! -, desestabilizaron lo conquistado, y diplomáticamente nos fuimos quedando de lado.

Hoy, el “Mercosur” es totalmente débil, necesitando con urgencia una visión más amplia, profunda, y salir de una vez por todas del enquistamiento. El bloque, poco evidenció como mercado común, no consolidó una verdadera unión aduanera, dejó enlentecida su existencia, no logró absolutamente ningún éxito, atravesó un alérgico contexto geopolítico, y continua en medio de temporales internos.

Luego de un cuarto de siglo siguen “conversaciones técnicas” y “cumbres”, por tanto, los ciudadanos prolongarán aportes para que, “representantes”, viajen en clase ejecutiva, se alojen en hoteles cinco estrellas, y perciban los abultados viáticos.

Obviamente, con ese “menú” … ¡hay aperitivo para rato!

El “espacio” “Mercosur” es una vida de cierta fantasía, en alguna medida irrealismo épico, tontera dentro de un falso halo poético, y escasez de romanticismo, pero indudablemente nunca dejó de faltar ese perfil imperialista por parte de la “capital” – ¡léase, Buenos Aires! -, hacia la “provincia” – ¡léase, Montevideo! -, y la prepotencia para imponer un liderazgo colonialista, “virtud” de cierto sector porteño que, desde el virreinato del Río de la Plata, servilmente ha reptado en busca de aire monárquico, aunque tan solo sea un pálido reflejo del absolutismo de Fernando VII.    

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