Milei, arrasó al peronismo
Lorenzo Aguirre
Con el 97% de mesas escrutadas y una participación de 76.3%, el candidato de derecha, Javier Milei (“La Libertad Avanza”), aplastó por 12 puntos de diferencia a Sergio Massa (“Unión por la Patria”) – peronismo, izquierda, progresismo -. En efecto, la fórmula Javier Milei – Victoria Villarruel, triunfó con 56%, mientras la propuesta Sergio Massa – Agustín Rossi, solamente alcanzara 44%. El triunfo de Javier Milei, fue enorme, pues además ganó la ciudad de Buenos Aires, con 57.25% (aproximadamente 1.100.000 votos), mientras Sergio Massa obtuviera tan solo 42.74% (alrededor de 770.000 papeletas). Como si fuera poco, Javier Milei triunfó en 21 distritos, y su contrincante, en 3. El electo presidente ocupará el sillón de Rivadavia el próximo domingo 10 de diciembre, ceremonia en la cual, a partir de allí, supuestamente, pondrá fin al corrupto peronismo, kirchnerismo, progresismo. El actual presidente argentino, Alberto Fernández, manifestó: “los argentinos hemos luchado por el honor, no como “algunos vecinos” que luchan por la crisis”. Totalmente de acuerdo “pibe Albertico”, ¡cada uno, lucha por lo que le falta!
El economista Javier Milei (53 años) – seguidor de los postulados formulados por los economistas de la escuela austríaca -, comenzó en política en la “Unión Centro Democrática” – liderada por Álvaro Alsogaray, que, en la década del 90’, durante la presidencia de Menem, se alineara con el peronismo, al igual que Sergio Massa en 1999, elegido diputado provincial -, y en la actualidad es miembro de la Cámara de Diputados, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Declarado católico noájida – movimiento religioso monoteísta, estableciendo la observancia de los “Siete preceptos de las naciones” que, según sus seguidores y el judaísmo rabínico, fueron entregados por Dios, a toda la humanidad -, aspirante a judío, Javier Milei ha expresado posiciones polémicas – más allá de ser considerado conservador, o de extrema derecha -, como su oposición al aborto incluso en casos de violación sexual, rechazo a la educación sexual integral en las escuelas, a la vacunación contra el Covid – 19, y su apoyo a la libre portación de armas.
El hoy electo presidente fue primero en presentar un programa de gobierno, y señaló: “el Estado, no debe interferir en las relaciones comerciales”, para luego agregar: “el Mercosur, no tiene calle de salida, está atascado, no progresa”.
En cuanto a las relaciones internacionales, Milei se alinea con Estados Unidos, Israel, el mundo libre, y como Estado, no estará dispuesto a plantear vínculos con quienes no respetan la democracia liberal, las libertades individuales.
Javier Milei prometió impulsar un plan “para transformar a la Argentina”, diagramado en tres etapas. En la primera fase, realizar recortes significativos del gasto público, y una reforma para reducir impuestos, con flexibilización en los ámbitos libres, comerciales y financieros. La segunda proyección implicaría recortes de fondos destinados a jubilaciones y pensiones, reducción de ministerios a ocho (en la actualidad son dieciséis, contando la Jefatura de Gabinete), eliminando Turismo y Deporte, Cultura, Ambiente y Desarrollo Sostenible, Mujeres, y Género de Diversidad, como asimismo disminución de planes sociales, “liquidación” del Banco Central, y reformas de los sistemas de salud, educación, y seguridad.
Más allá de lo expresado, Milei puso énfasis en no adherir a la “Agenda 2030”, ni al marxismo cultural.
La herencia peronista – kirchnerista
Se llegó al final de una campaña electoral donde primó la chabacanería, y especialmente por parte de Sergio Massa, la soberbia, demagogia, y el caradura que lo caracteriza, donde repetió majaderamente que, con él, los argentinos vivirían bien.
Con total falta de ética y moral como actual Ministro de Economía – atornillado al asiento -, utilizó recursos del Estado para ofrecer migajas benéficas a la población, a tan solo una semana de las elecciones, pero en forma paralela, tratando de tonto a su pueblo, señaló que, en el mes en curso solamente se llevarán a cabo “minidevaluaciones diarias” del tipo de cambio.
Pero, bueno, cuando la izquierda hace ajustes, “está reactivando”, cuando lo hace la derecha, “castiga al pueblo”, y en estos “tiempos de Fernández” se llevó adelante la “ley de solidaridad económica” – interprétese ajustarse el cinturón -, mientras en época de Macri, “se hambreaba a los argentinos”.
Sergio Massa, entregará al nuevo mandatario una inflación de 140%, una moneda devaluada en 150%, el dólar a $ 1000, desequilibrios macroeconómicos, déficit fiscal, y una deuda de 410.000 millones de dólares – imposible de pagar – gracias al gobierno del inepto Alberto Fernández – el expresidente Macri al dejar su mandato tenía una deuda de 57.000 millones -, y magras reservas en el Banco Central, además, por supuesto, un índice de pobreza de 41%, afectando a 56% de niños, y marcando miseria, a 19 millones de personas.
Según dicen los que saben, el próximo año el dólar estará alrededor de $3.400, y se necesitaría negociar con el Fondo Monetario Internacional para ver si Argentina puede llegar a tener un poco de credibilidad, pero las “Reservas Internacionales” marcan en rojo con 10.000 millones de dólares, y la deuda con proveedores en el exterior supera los 54.000 millones en billetes verdes.
También, Sergio Massa había puesto énfasis en la relación con la “Santa Sede” para que, en “20 – 24” –¡la última tontera para marcar años! –, el Papa visitara Argentina, y la irrenunciable defensa de Las Malvinas.
Sin lugar a dudas demagógicos puntos resaltados antes de los comicios, tocando el sentido religioso de gran parte de la sociedad argentina, por otro lado el patriotismo, a los cuales debemos sumar el documento firmado por los futbolistas argentinos – en buena medida incidiendo y “deslumbrando” a una enorme parte de la población – : “no queremos con nuestro silencio ser cómplices de los discursos de odio que este candidato (Javier Milei) viene pregonando, de la violencia verbal que sabemos deviene en violencia física, del negacionismo a lo ocurrido en la última dictadura que dentro de los 30.000 compatriotas que se llevó, contamos a 220 deportistas. Ya sabemos de qué lado queremos estar ante la encrucijada en la que nos pone la historia por los pibes de Malvinas que no vamos a olvidar, por el Diego, y no por la asesina de guerra Margaret Thatcher, por las disidencias, por el amor y por la patria es que llamamos a acompañar a la fórmula que encabeza Sergio Massa”.
Sin proyectarnos en el tema, sería oportuno recordar a Luis Labraña, ex militante Montonero, expresando en todos los medios de comunicación de Argentina: “yo, inventé la cifra de 30.000. Fue una mentira necesaria para que las “Madres de Plaza de Mayo” pudieran solventar gastos, porque cuando fueron a Ámsterdam, a reuniones con integrantes de organismos de derechos humanos, llevaron una lista de 4.000 desaparecidos. Querían presentar un genocidio, pero los holandeses – Ámsterdam es una ciudad judía – les dijeron que, ellos, habían tenido seis millones de muertos y que no podían llevar el planteo del genocidio con esa cantidad. Lo que hicimos fue inventar la cifra, y todas las Madres aceptaron”.
Volviendo al tema de los jugadores de fútbol… ¡parece que, en tan solo diez días, perdieron dos partidos!
En cuanto a la “Santa Sede”; voces desde el Vaticano señalaron: de ganar el “ultraderechista” Javier Milei, el Papa Francisco cancelaría su viaje a Argentina.
De ser cierto lo expresado, es una noticia muy triste para el pueblo argentino católico, pues, al “Santo Padre” ya no le interesaría bendecir, y tan solo porque el presidente no es peronista ultraizquierdista. ¿Discriminación?
Bueno, al fin de cuentas, ¡el Cielo puede esperar!