Mirando de reojo al populismo de CABILDO.

César García Acosta

Muchos ya afirman que CABILDO ABIERTO representa la “hipocresía” en el sistema político uruguayo. Como agrupación define intereses que con perseverancia bombardea la “banda de flotación” del conglomerado que lo sostiene (la coalición multicolor), persiguiendo fines que no son la búsqueda de acuerdos, sino la popularización de acciones que de antemano están signadas al fracaso por inviables. La seguridad social, la prisión domiciliaria para condenados por delitos contra los derechos humanos, y ahora el ajuste del sistema financiero a partir del cambo de las reglas de juego en el sistema de crédito con la rehabilitación de los deudores a los que se los califica como “muertos civiles”. Lejos de que su dirigencia pueda asociarse a la derecha clásica, sus componentes más sobresalientes provienen del Frente Amplio en lo inmediato, con el ingrediente de la visibilidad pública de varios militares asociados a nicho duro de la dictadura. Conjugando esos intereses bien difusos, CABILDO ABIERTO tiene por objetivo la superar al batllismo y para eso –adoptó- imágenes icónicas como el viejo diario LA MAÑANA. La estrategia de CABILDO ABIERTO no es que se apruebe una ley que incluya sus pretensiones sobre usura y crédito, sino todo lo contrario, pretende que su iniciativa sea rechazada, para de ese modo optar por la “iniciativa popular” que le permita visualizar a su partido durante un largo período mientras se juntan las firmas, generando un interés transversal a los partidos políticos.

CABILDO ABIERTO dista mucho del “artiguismo” como una ideología que dice profesar; lo que busca, en realidad, es plantarse con actitudes discrecionales y autoritarias, como si solo eso bastara para mostrarse en sociedad como negociadores del epicentro del gobierno. Más allá del debate de si es un partido político “de derechas”, influenciado por el militarismo, CABILDO ABIERTO pretende que se le vea como una opción defensora de los intereses cotidianos de la clase media.

Uno de sus ideólogos, el actual secretario de redacción del semanario LA MAÑANA, Marcos Methol, en una entrevista en el semanario VOCES, en 2020, ya se refería a lo que hoy está en el centro del debate: el proyecto sobre la “usura”, la “banca” y el entramado crediticio que pesa sobre unos 700 mil uruguayos vinculados a empresas financieras que, asociadas con bancos de plaza, otorgaron créditos sin garantías, con el solo fin de perseguir el reintegro de adeudos más rentables a la hora de cobrar los intereses pactados, por tratarse de “una inversión de riesgo”.

Poco parece importa a CABILDO ABIERTO cómo podrá afectarse el sistema crediticio uruguayo si mediante una amnistía se alcanza un “perdonatuti” para unos 700 deudores con malos antecedentes en sus compromisos de pago.

Decía Methol –senador y diputado suplente- y responsable del semanario LA MAÑANA, al semanario VOCES hace tres años:

“He visto alguna nota interesante hablando del sistema financiero y la usura. ¿Está dentro de los planteos de Cabildo el combatir la usura y la especulación?

“Desde luego. Creo que sí. Hay una realidad que es muy triste, cuando uno camina por 18 de Julio y ve las publicidades que tienen todas estas casas de crédito. Casi todas pertenecen a algún banco. Están todas vinculadas. Me duele cuando paso por estas casas y veo gente humilde, trabajadora, a la que no le sobra la plata, y que hace largas colas en esas casas. Esa gente está dejando la vida ahí.”

“Capaz es para ir al supermercado, o para tapar otras cuentas.”

“Múltiples motivos. Lo que La Mañana está tratando de poner en cuestión, y creo que Cabildo Abierto lo puede tomar, es pensar en dónde quedó el Uruguay del ahorro. La banca amiga del trabajador, del que quiere emprender su negocio. No del que te tira una tarjeta por la cabeza para que consumas y gastes todo lo que puedas, endeudándote. Es todo lo contrario a la idea de un banco. Los bancos no son malos en sí mismos. Acá había épocas en donde el ejecutivo del banco te ayudaba, te aconsejaba, te decía que no era el momento. Y uno confiaba. Ahora es al revés, creés que te van a dejar pelado. Lamentablemente, en los últimos años no solo no se le puso límite a eso, sino que se llegó al punto en que Uruguay tiene las tasas de usura más altas de la región, por encima de un 100%. En Chile no llega al 30% y ya es un escándalo. Me cuesta creer que la izquierda no ponga esto como un tema central.”

“Machiñena lo puso en su momento. Fue arar en el desierto. La gente vive endeudada con las tarjetas. No pagás una cuota y se te cae el mundo abajo. Y ahora con la pandemia…”

“Hablé mucho de este tema con la doctora Dora Szafir, que fue jueza durante muchos años y trató casos increíbles de usura. De repente una familia compraba un juego de sofás y a los cinco años le estaban rematando la casa. Con ella he conversado varias veces de este asunto. Creo que hay un trabajo importante en la defensa del consumidor, y del sistema financiero para ordenar este asunto.

““Pero el sistema financiero en esto es el enemigo.”

“Tomá el tema de la inclusión financiera, la bancarización o como le quieras llamar. ¿Me decís que con todo el flujo de dinero que se les está dando a los bancos, con los salarios de toda la población, no se les puede pedir nada a cambio más que un descuento en el cine o en una zapatería? No seas malo. Lo que se tiene que dar a cambio es una baja en las tasas de usura, no un dos por uno en el cine. Esas son las cosas que hay que poner sobre la mesa y hablar. En esto La Mañana tiene una prédica, y esperemos que alguien la pueda recoger.”

Analizando “texto y contexto” puede observar nítidamente la visión y la acción del esquema político llamado CABILDO ABIERTO: poco importa la realidad de quien no accede a un crédito, sino plantarse ante el sistema social uruguayo como os portadores de una ideología nacionalista defensora de los más vulnerables en materia de derechos. Si un objetivo persigue los seguidores de Methol, es el enfrentamiento interno y externo como estrategia. Una juntada de firmas popular, como contra la usura, le daría a CABILDO ABIERTO la excusa necesaria para medir fuerzas hacia una interna que los mira de reojo.