No seamos incautos. No hay acuerdos,
Sin cambios y compromisos previos
Zósimo Nogueira
Que el F.A. gestione la seguridad a su real saber y entender, o reconozcan que implementaron cambios equivocados. “Fracasaron”. Son manipuladores de la percepción. Hay que cuidarse de la “garroneada” o “del plagio” de conocimientos ajenos. Las ideas tienen precio. Démosle valor al conocimiento. Si reconocen sus errores, le damos las soluciones. Explicadas y fundamentadas. Véase la reciente ley de Eutanasia. Una mala ley redactada con tremendos baches. Nadie luchó tanto por esta causa como Ope Pasquet. La durmieron, no se la llevaron para que hoy el Frente Amplio toma la bandera y aureola de creador.
Si integramos una mesa sin que el Frente Amplio (FA) y los demás partidos asuman sus equivocaciones, estamos validando la realidad actual como una buena plataforma de despegue.
Las transformaciones de la policía durante las administraciones del FA fueron preámbulo del actual Código de Proceso Penal (CPP), que modifico ámbitos de actuación de jueces, fiscales y defensores.
Se debilito a la institución policial recortando su iniciativa y libertad para investigar, controlar, registrar etc.
La investigación frenada y solo activada por los fiscales, expertos en derecho, pero tienen poco o nulo conocimiento del modus operandi criminal y la realidad territorial.
Ese gran volumen de actividad fiscal que centraliza todo los obligó a priorizar asuntos por gravedad o repercusión pública; mientras que los menos relevantes se acumulan.
Eso genera aumento de conflictividad, violencia y descreimiento en el sistema; por falta o demora de respuestas. No se denuncian todos los delitos e incluso algunos buscan soluciones incurriendo en conductas ilegales como reponer objetos robados adquiriendo algo similar de dudosa procedencia.
También da lugar a episodios de justicia por mano propia.
Por eso fue tan importante la LUC empoderando a una disminuida policía.
Nuestra realidad y nuestro sistema procesal aplicados a la seguridad no son efectivos.
Hay responsabilidad de legisladores, jueces y fiscales en su elaboración y aplicación. Urge realizar correcciones, esto incide en lo delictivo y también en el hacinamiento carcelario.
La aplicación de la norma procesal como fue concebida ha trastocado y variado el criterio de justicia, cambiando “causa probada, por causa acordada”.
No es garantista. La carga de la prueba le fue impuesta al acusado. No prima el principio de inocencia.
SIN ANIMOSIDAD. LA GESTIÓN DEL FA EN SEGURIDAD FUE DEFICITARIA. Desde su ascenso al poder en 2005 han dado muchos pasos equivocados.
Cuando el partido Colorado (PC) entrego el poder en 2005, la seguridad pública era el punto más alto de su gestión.
El ministro del Interior, escribano Guillermo Stirling, era el político mejor evaluado por la comunidad. Así lo indicaban todas las encuestas de opinión pública. Por ello fue elegido como candidato presidencial.
Para quitarle relevancia a la candidatura de Stirling desde el FA ignoraron lo bien que se había actuado en materia de seguridad.
Programaron y ejecutaron una batería de medidas que alejaron a la comunidad de la policía y de la Justicia.
Comisarias despobladas como meras receptoras de denuncias, y jueces desplazados por los fiscales es lo que quedó después de aprobado el actual código procesal.
Hagamos un cronograma de gestión y veamos los momentos de las malas decisiones que determinaron un retroceso en seguridad pública.
La institución Policía fue literalmente destrozada en su organización territorial y validación profesional.
El presidente Tabaré Vázquez impulsó el retiro de los mandos superiores de la policía mediante la quita de beneficios jubilatorios y la no devolución de montepíos. Muchos fueron pasados a disponibilidad. Los retiros eran dispuestos con celeridad y las vacantes rápidamente cubiertas. Hubo ascensos sin el curso de pasaje de grado. Se disolvieron las Direcciones de Investigaciones, Grupos de Apoyo y Seguridad. Las Zonas de la Dirección de Seguridad pasaron a llamarse Jefaturas Operacionales. Concentraron el poder asumiendo tareas de investigaciones y patrullaje. Desapareció el retro control, una barrera contra corrupción, así como la confluencia de jurisdicciones, por territorio y por especialidad. Las tareas de contralor e inspección fueron dejadas de lado. Otra barrera desafectada. Las Comisarias, vaciadas de personal y medios logísticos pasaron a ser meros receptores de denuncias sin capacidad de respuesta. Se derivan a la Jefatura operacional. Desaparece el nexo entre el denunciante y el policía actuante. Contrataron a civiles como becarios para tareas administrativas en las Seccionales.
Se potencio a la Guardia Republicana en armamento, logística y personal. Se le asignaron nuevos cometidos y se le dio jurisdicción Nacional. Las Jefaturas de Policía pasaron a ser muy dependientes de la Guardia Republicana. Hasta para hacer allanamientos se limitó a la Policía.
Varias Jefaturas volvieron a formar equipos GEO para emergencias locales. Crearon el programa PADO con personal de alta dedicación operativa para darle mayor movilidad en horarios y territorio. Esa misma movilidad y rotación no permitió un buen conocimiento del territorio, de las fortalezas y de los puntos críticos.
Esa movilidad antes la tenía todo el personal operativo.
Quisieron reimpulsar la policía comunitaria, pero en otra realidad. En tiempos de Stirling también estaban las mesas de convivencia con fuerzas vivas locales, el programa vecino, por ejemplo, alertaba y las comisiones barriales en conexión estrechaban vínculos con el Comisario Seccional.
Por eso, sostenemos que Policía comunitaria sin una comisaría fuerte, es una utopía.
El conocimiento de problemas amerita respuestas. Hay que contar con medios. En otros tiempos también había comisarías móviles. En Cerro Norte y en el barrio 40 Semanas, por ejemplo.
OTRA CAUSA DE MALOS RESULTADOS. La politización partidaria que ha sido progresiva y cada vez más extendida al “dedo” en la carrera policial. Deschavada o solapada, con un régimen de selección de personal digitado sus ascensos y postergaciones.
Concursos de oposición y méritos que validaron y puntuaron con discrecionalidad cocardas, diplomas y habilidades de afines. Méritos académicos que enriquecen la formación personal pero que no hicieron la diferencia a nivel profesional, no huelen esfuerzo, transpiración, capacidad y barro en los pies.
Grandes jerarquías ocupadas por oficiales sin experiencia. Gobiernos rehenes de sus predecesores, una manera de apoderarse políticamente de la función policía.
Pueden alcanzar la máxima jerarquía sin computar el tiempo necesario para el retiro. No pueden jubilarse y por lo tanto no generan vacantes. Son perennes
Simultáneamente el gran detonante de injusticia procesal penal.
El sobre empoderamiento fiscal con el cambio Inquisitivo por acusatorio, se creó y aplicó un código inconstitucional como lo señalaron desde siempre el fallecido fiscal Dr. Enrique Viana y el hoy diputado Dr. Gustavo Salle.
OTROS MENSAJES QUE INCIDEN EN LA INSEGURIDAD La violencia doméstica y o de género, las custodias absorben muchos policías y restan potencial a las unidades policiales. Hay que ponerle pienso, simplificar y utilizar menos recursos. Un hogar de albergue y protección colectivo. Lo hemos propuesto.
El combate al consumo de drogas. Con la liberación del consumo de marihuana bajó la percepción de riesgo. Esto fomenta consumo ilegal de adolescentes que no pueden adquirirla en farmacias.
Se trata al consumidor como enfermo. Hay que responsabilizarlo penalmente. Comete delitos de encubrimiento y receptación.
La intervención militar en actividades policiales en zona de fronteras.
Actuación improductiva y contaminante con medios inapropiados.
Otro gasto para el Estado con poco sentido. Era lo predecible. Lo dije y lo mantengo.
El contrabando y el tráfico de drogas lejos de disminuir, aumentó.
Lo que necesitamos son más policías, aduaneros y personal de Migración.
Tecnología, y mayor coordinación entre policías, prefectura y fuerza aérea por el control de ríos limítrofes y espacio aéreo.
Los barcos se amarran y los aviones aterrizan. Esas mercaderías transitan por los caminos y se acopian en tierra.
Para las operaciones terrestres se basta con la policía y la justicia.
Los cambios que proponemos están en este semanario y en el programa de Vamos Uruguay.
El rotundo fracaso de las políticas carcelarias es otro determinante de nuestra inseguridad y merece un capítulo aparte. Lo trataremos.