Política nacional

No somos blancos, ni rosados: somos colorados

Zósimo Nogueira

Quienes tenemos la posibilidad de escribir y llevar a otros nuestro mensaje tenemos el deber de decir lo que pensamos. Hallan críticas o no. Silbidos o aplausos.

A dichos de los excelsos escritores e historiadores Juan Eslava Galán y Arturo Pérez Reverte, al narrar el presente o el pasado  hay que tomarlo en su contexto. Es decir, en el espacio y tiempo en que ocurren los hechos.

El país está en la etapa de abordar grandes cambios como en la educación y el sistema previsional.

Son imperiosos, trascendentes, pero tienen costos políticos.

También se vienen reiteradas alianzas políticas como nueva forma de gobernar.

Seguirán las coaliciones con corrimientos de votantes de uno y otro lado; condicionadas a las habilidades políticas.

Nuestro partido de gran arraigo citadino ha perdido empuje en el área metropolitana especialmente a manos del Frente Amplio y de los Blancos en los Departamentos del interior. Para frenar el crecimiento del FA, los blancos han realizado acuerdos con dirigentes colorados pasándolos a sus filas.  

Los han convencido de que con listas separadas, se perdería la administración comunal.

Este pasaje de dirigencia colorada a cambio de cargos en el gobierno comunal hace que se nieguen a otro tipo de acuerdos como se hizo en Montevideo a través de la Concertación.

Los blancos han fagocitado a nuestra dirigencia.

Nuestro partido le ha dado gobernabilidad al país pero vemos una peligrosa mimetización; dirigentes que aceptan lo parecido (que no es igual) a cambio de un espacio de segundo orden.

Está claro, no somos iguales. Pero como en la actualidad la mitad de los votos de la concertación lo tienen los blancos, hay que aceptar sus designios.

¿Pero hasta cuándo?, ¿hasta qué nivel?

Nuestro Presidente a quien admiramos su forma de conducir al país, maneja muy bien su imagen y proyección, pero nos pone un freno.

Luego de recibir reproches indebidos y destemplados, insultos y reclamos, se va a Buenos Aires a cosechar aplausos estrechando vínculos con fuerzas opositoras al actual gobierno.

Junto a él una pléyade de dirigentes políticos de su partido. Una comitiva gubernamental.

Evidentemente el partido Nacional se tira con lista propia y particularmente se lo agradezco.

Somos distintos y queremos seguir siéndolo.

Y más rememorando esta fecha del 25 de agosto de 1825 en Buenos Aires, cuando nos desligamos del Brasil y pedimos reincorporarnos a las Provincias Unidas.

Si algo rechazó Artigas y sus huestes, fue el centralismo Porteño.

Qué bueno lo de nuestro Fructuoso Rivera, militar paisano, o paisano militar que siguió maquinando y luchando hasta lograr nuestra total independencia; de todos.

Gracias Lord Ponsomby por organizar el diálogo y negociar la oportunidad de ser autónomos.

Debemos seguir unidos con toda agrupación política bien inspirada, sean Blancos, Cabildantes, Independientes etc., en los grandes temas, pero con el cuidado de no ser absorbidos a cambio de un cargo público.

Este fin de semana se reunió la Convención Nacional del Partido a la que no pude asistir por contratiempos de último momento.

Los temas tratados; educación muy bien llevado y con espacio de resolución por parte de Robert Silva.

El sistema previsional con la voz cantante de dirigentes blancos sobre lo que he opinado y creo es un buen momento para incorporar la impronta partidaria.

Como jubilado que soy, creo que los asalariados somos merecedores del aguinaldo.

El nuevo sistema trae recortes y más obligaciones, porque no dar algo a cambio.

De donde salga el dinero no importa.

O será que los jubilados no pagan todos los impuestos existentes y los que vendrán.

Basta recordar que las jubilaciones fueron incluidas en el IRPF; comenzaron los recursos de inconstitucionalidad. Le cambiaron el nombre y con algunos retoques salió el IASS.  

El otro tema la Juventud. A los jóvenes les compete luchar para lograr espacios en todos los ámbitos, creo imperioso luchar por participar de las políticas Departamentales como manera de renacer y crecer a nivel nacional. No sumados a otro partido. Como Colorados.

Que se hagan coaliciones Departamentales.

Para vigorizarse y crecer el fenómeno Rivera debe multiplicarse.

Sobre la seguridad la cosa no está bien. El formato operativo que fracaso con el Frente Amplio sigue vigente, no se han ejecutado los cambios prometidos.

Cuando un delito reciente o en curso es denunciado se concurre con premura al lugar del hecho. Se han realizado muchas detenciones in flagrante.

Es loable el accionar de la policía, pero eso no basta.

No se ha entendido el porqué de la necesidad de repoblar y redimensionar la función de las Comisarias Seccionales.

No es cuestión de sumar efectivos sino de organizar una olvidada forma de operar.

La comunidad debe tener centros de referencia claros y visibles para acudir en demanda de auxilio, realizar una denuncia o trasmitir una información.

Con indicadores grandes, visibles, iluminados y en colores fuertes que estén en la conciencia ciudadana. Aún extranjeros. Azul.

Los colores de las Jefaturas de zona parecen centros logísticos. Así los dejaron, así permanecen

La denominación “Seccional” circunscribe un área de responsabilidad, un espacio geográfico.

Debe funcionar con una estructura jerarquizada en donde cada policía tiene establecido su tarea general y su tarea específica.

El responsable y quien fija las políticas de acción es el Comisario Jefe de la Seccional, que debe ser secundado por oficiales y mandos subalternos, todos con su cuota de responsabilidad sobre sus actos y sobre los actos de sus subordinados.

Centralizando denuncias, información sobre la actividad delictiva y conocimiento de la dinámica  de las actividades de la jurisdicción se pueden desarrollar y aplicar planes de prevención.

Debe contarse con el número de efectivos suficiente, equipamiento, medios de comunicación, vehículos y logística en general para realizar recorridas permanentes.

El actual sistema de patrullaje permite una rápida acción en casos de flagrancia pero mucha información se pierde pues quien observó o tomo noticia de algo irregular o sospechoso al día siguiente es asignado a otra tarea u a otro radio operativo.

El vínculo con el terreno y su gente es fundamental.

Se dice en tal lugar hay una boca de venta de drogas, la policía pasa y no hace nada.

No todo lo que aparenta es así. Para actuar se requiere recoger información, confirmarla organizarse y ver el momento oportuno de operar.

Coordinaciones y conocimiento a Fiscal y Juez. Vigilancias allanamientos.

Pero si quien observo algo irregular por no depender de la jurisdicción es destacado a otro lugar la información se pierde. Con comisarias sin capacidad de respuesta todo se pierde.

Otro punto. Con este formato la responsabilidad se diluye. ¿A Quien se responsabiliza?

Urgen comisarias potentes, para que la comunidad y todas las unidades policiales sepan a donde ir para aportar información o buscar respuestas.

Con responsables de ejecutar los planes del comando, evaluando resultados, carencias, apoyos necesarios y si no rinden se efectuaran los relevos necesarios.

Esto debe ir en sintonía con los procesos formativos, sistemas disciplinarios y de calificaciones para ascensos, siempre coordinando con otras unidades policiales que actúen en el mismo terreno. Otras operaciones, patrullajes y unidades de investigación.

Equilibrios que evitan tentaciones a desvíos y corrupción.

Todo se dijo en campaña.  Si no hay cambios en materia de seguridad, lo que trajo a esta coalición al poder también la va a sacar.

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