Política nacional

(Nota dedicada a mi querido tío Pedro Silva que me enseñó a pensar con mi propia cabeza)

Jorge Nelson Chagas

Desde hace bastante tiempo soy miembro de un grupo de whatsapp integrado mayoritariamente por afrodescendientes.  Hace uno días atrás uno de sus miembros más respetados comentó que el presidente Lula pediría disculpas por la esclavitud y además, implementaría una suerte de reparación monetaria a la población descendiente de aquellos hombres y mujeres que sufrieron esa situación.

Aunque nadie la formuló explícitamente, una pregunta quedó flotando en el aire: ¿Sería pertinente reclamar algo semejante en Uruguay? 

Mi opinión personal es: NO, de ninguna manera.

Para empezar el Estado no posee una bóveda gigantesca con recursos ilimitados que se puedan usar para cualquier fin. Ni tampoco sería prudente usar la máquina de imprimir dinero (emisionismo) para hacer repartos a diestra y siniestra. En realidad el dinero que posee el Estado es de todos los ciudadanos (que aportan fundamentalmente a través de los impuestos). ¿Qué responsabilidad/culpabilidad tienen los actuales ciudadanos uruguayos de una situación ocurrida hace más de un siglo atrás? ¿Sería justo que pagaran de sus bolsillos?

Por otro lado, hay un problema central. Supongamos que se aprobara semejante iniciativa. ¿Quiénes serían pasibles de ese beneficio? ¿Las personas de piel negra? Pero, resulta que hay personas – muchas – de piel blanca que tienen antepasados negros y con toda justicia podrían reclamar para sí esa prebenda. ¿Cómo instrumentar legalmente esa medida?

Asimismo, existe un punto vital en todo este asunto. Juzgamos la esclavitud como algo nefasto desde este presente cuando tal institución era absolutamente normal en el pasado. Una anécdota histórica uruguaya bien interesante y documentada: en el siglo XIX el negro Vilardebó fue liberado por sus amos. Se convirtió en liberto y una de las primeras cosas que hizo fue comprarse una esclava negra. Algo permitido por las leyes de esa época. El esposo de esta mujer hizo hasta lo imposible por recuperarla, ante la cerrada negativa de su nuevo amo. ¿Era una mala persona el negro Vilardebó? No. Lo que ocurre es que tenía la mentalidad de la época. Resulta chocante para nosotros en el siglo XXI porque nos formamos bajo otra sensibilidad. Por eso debemos ser cuidadosos cuando hurgamos en el pasado. No que hay extrapolar el presente al ayer.

Y un aspecto ineludible. ¿No tendrían derecho los descendientes de los charrúas- para poner un ejemplo- de hacer una reclamación semejante  ya que sus antepasados fueron muertos por fuerzas gubernamentales?

En un plano más personal, digo que tanto los antepasados de mi rama paterna (Chagas) como la materna(Fausto) no fueron esclavizados por el Estado uruguayo (ni por el Imperio Español) sino por el Imperio Portugués hacia mediados o fines del siglo XVII. Esta información me fue suministrada por el eminente genealogista afro Jorge Bustamante, lamentablemente fallecido.  O sea que el Estado uruguayo a mí no me debe absolutamente nada. Más bien yo le tengo que estar agradecido al Estado uruguayo que me brindó una educación gratuita que me ha ayudado a superarme en la vida. Ni siquiera me debe una disculpa y como es obvio, el Imperio Portugués no existe más.  Y mi caso particular no es el único, por cierto.

En fin…puede parecer que esto es algo trivial. Después de todo es imposible que se instrumente algo semejante en Uruguay. De todas formas, estos ejercicios de razonamiento pueden ser útiles para pensar y comprender mejor la realidad.

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