Política nacional

8M

Ricardo Acosta

En Uruguay, el 8 de marzo no es solo un día marcado en el calendario, sino un momento de reflexión, acción y conmemoración. El Día Internacional de la Mujer, tiene sus raíces en la lucha histórica de las mujeres por la igualdad, la justicia y los derechos humanos a nivel mundial y en nuestra propia tierra.

El 8M conmemora la larga lucha de las mujeres por sus derechos a nivel global. Se remonta al incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist en Nueva York en 1911, donde murieron más de 140 trabajadoras textiles. Este trágico evento marcó un punto de inflexión en la lucha por mejores condiciones laborales y derechos para las mujeres a nivel internacional.

En Uruguay, esta fecha ha sido testigo de la persistencia y la valentía de las mujeres que han luchado por la igualdad de género y la justicia social. Desde las sufragistas hasta las activistas contemporáneas, las uruguayas han desafiado las barreras y han contribuido significativamente a la construcción de una sociedad más inclusiva.

Sin embargo, en los últimos tiempos, también ha sido objeto de manipulación política. En lugar de ser una jornada de reflexión y solidaridad, se ha convertido a veces en un escenario para agendas partidistas y discursos polarizantes.

El 7 de octubre del año pasado, el grupo terrorista Hamas perpetró un ataque atroz en Israel, secuestrando y matando a miles de personas, entre ellas muchas mujeres. Varias investigaciones llegaron a la conclusion que estos ataques no fueron casos aislados, sino que fue parte de un patrón más amplio de violencia de genero. Este acto despiadado, donde se conocen escalofríantes detalles, que no solo conmocionó a la región, sino que también debería haber despertado la atención y la indignación de los defensores de los derechos humanos y los grupos feministas en todo el mundo.

Es lamentable que la lucha por la igualdad de género y la justicia social se vea eclipsada por agendas políticas. Muchos grupos feministas han optado por callar sobre esta barbarie, aparentemente motivados por consideraciones políticas.

Hamas, un grupo reconocido internacionalmente como terrorista, ha demostrado repetidamente su desprecio por los derechos humanos y la dignidad de las personas, especialmente de las mujeres. Su uso de la violencia y el terrorismo para alcanzar sus objetivos políticos es inaceptable y merece una condena unánime.

En Uruguay, es crucial que abordemos el 8M con sensibilidad y respeto hacia las diversas realidades y luchas de las mujeres en nuestra sociedad. Debemos reafirmar nuestro compromiso con la igualdad de género y trabajar juntos para construir un futuro donde todas las personas, independientemente de su género, puedan alcanzar su pleno potencial.

Ojalá que siempre nos inspire a redoblar nuestros esfuerzos en la construcción de un mundo donde todas las mujeres, sin importar su origen o circunstancias, puedan vivir libres de violencia y discriminación, y puedan disfrutar plenamente de sus derechos humanos fundamentales.

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