Medicina

Política y salud

Alvaro Vero

Se define política como “actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o a su país “.-

Constituye formas de pensamiento o imagen de futuro en cuanto a la visión o misión que se aspira para determinado propósito social.

Al gobierno se llega explicitando esos objetivos generales en forma enunciativa donde la sociedad escoge según sus intereses particulares.

Influyen lógicamente los atributos que en lo cultural, económico, social y la historia en la decisión.

Una vez tomada la decisión electoral de la sociedad llega el momento de planificar, como proyectos que tendrán su nombre, metas, fechas- quienes, con qué, y sus objetivos particulares para llevar adelante lo que se ofertó.

He aquí donde comienza la etapa de gestionar el presente y además el futuro. De esta etapa depende el éxito o el fracaso.

¿Quiénes? Es el premio que conceden los políticos triunfadores. Y este punto es clave. ¿Políticos, líderes, técnicos?

¿Quienes integrarán los valores históricos sociales? Los derechos humanos, los derechos del usuario, la confección de normas y el respeto a las actuales, con qué herramientas respetarán las leyes del sector, como establecerán las prioridades, como medirán la calidad deseada y el financiamiento posible?

¿Qué rol jugará el usuario? ¿Cómo se establecerá el diálogo gremial?

¿Cómo se observa o analiza la inequidad en el campo de la salud  donde algunos gozan de vida prolongada mientras que otros viven en condiciones de postergación? Y  esto responde a la distribución desigual de los recursos y el interés político.

El ciudadano observa la existencia de desigualdades, fondos públicos insuficientes, falta de capacidad para plantear desarrollos, y escasez de políticas que permitan disminuir inequidades. La investigación y el debate de políticas que debería mejorar la salud de las poblaciones fue amputada por detalles de estructura como donaciones de equipos.

Es necesario entonces distinguir la política partidaria de la política de salud que sin duda tendrá su dependencia de la anterior. Se dice que política de salud es política a gran escala. No debemos confundir lo que son términos políticos con los de jerarquías y gestión tanto de las políticas generales, el marco legal, como los propósitos y proyectos que se tengan. Habrán entonces pautas político partidarias y pautas de gestión de salud.

En general la observación del usuario va dirigida a los tiempos políticos de las autoridades elegidas, a su gestión, a la calidad y satisfacción o no que generan, y no a la procedencia político partidaria que sólo es parte de la responsabilidad de la gestión.

Observamos muertes no esperadas, muertes evitables a diario o sufrimientos y padecimientos frutos de la mala gestión de los recursos, pero esto tiene responsables inmediatos y responsables finales.

Por ejemplo la compra de servicios a privados sin mediar llamados o licitaciones recomendables es responsabilidad de los gerentes de gestión pero la inobservancia de hechos no deseables o desprolijos o mejorables es una responsabilidad de niveles jerárquicos que llegan al plano político de gobierno. Para ello están las autoridades de la estructura jerárquica.

No seamos inocentes, llega un punto donde las políticas partidarias y las políticas de supuesta mejor salud se juntan.

Por ejemplo ASSE, según La Diaria del 10/3/23 habría hecho compras al Círculo Católico de “al menos 1 millón de dólares al mes” ; a lo que también se accede en Búsqueda del 9/3/23. Más de la mitad de afiliados de la Ex Casa de Galicia pasaron al Círculo Católico. Tampoco se ha cumplido con los convenios laborales. Quizás no sean acciones ilegales pero sí son acciones que beneficiaron a una institución a la que pertenecen algunas jerarquías y a donde volverán una vez terminada la función pública.- De la misma forma podemos analizar como política partidaria el contrato con la empresa ITHG por millones de pesos sin observar las limitaciones de las normas públicas y aparentemente sin habilitación correspondiente como servicio acreditado de salud.

Complejo y difícil separar gestión con intereses políticos.

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