Política nacional

Presidenciales en Bolivia

Lorenzo Aguirre

El próximo domingo 17 de agosto tendrán lugar en Bolivia los comicios nacionales, donde 7.937.138 habilitados elegirán presidente, vicepresidente, 130 miembros de la Cámara de Diputados (66 mayoría), y 36 escaños al Senado (19 mayoría) para el período 2025 – 2030. Se perfila una segunda vuelta, la cual se llevaría a cabo el domingo 19 de octubre. La posesión de las electas autoridades está prevista para el sábado 8 de noviembre. Se presentarán a la contienda 9 partidos políticos, destacándose, “Alianza Unidad” (coalición de izquierda, para otros, centroizquierda), con su candidato Samuel Doria – intención de votos 26.5% -, “Alianza Libre” (coalición de derecha, para otros, centroizquierda), representado por Jorge Quiroga – intención de votos 25.4% -, y “Alianza Popular” (coalición de izquierda), con Andrónico Rodríguez – intención de votos 13.1% -.

De acuerdo como vienen las cosas estaría definida una segunda instancia entre Samuel Doria – proyectado al emprendimiento -, y Jorge Quiroga – con su perfil y tema de liberalismo -, quedando de alguna manera una izquierda fluctuante entre los mencionados candidatos, marcando una derrota al “MAS” (“Movimiento al Socialismo”, agrupación marxista, anticapitalista), debido a la violenta lucha entre el expresidente Evo Morales y el actual mandatario Luis Arce, quienes en buena parte se llevan los “laureles” gracias a implantar la crisis en el partido.

Otrora, Arce, fue colaboracionista del exmandatario que utilizó una maniobra delineada para blanquear su fraude, en segundo término “estimular” violencia generando conflictos para lograr inestabilidad, y finalmente accionar la “Organización Morales”, que actuara de manera paralela a las fuerzas armadas – a las cuales “incentivó” financieramente -, siendo un modelo híbrido de ejercicio político, social y movimiento criminal, teniendo como prioridad reprimir en cualquier momento a ciudadanos opositores, y lograr el poder a través de las armas.

Más allá de lo expresado, Evo Morales fue socio de Pablo Escobar, como, asimismo, compañero de “Chapo” Guzmán, y del “Cártel de Sinaloa”, así, pues, la adulonería y aporte de Luis Arce a una figura despreciable como Evo Morales, marca su comportamiento.

Ahora, la mayor parte de los partidos de izquierda de Latinoamérica tomaron distancia de Evo Morales, incluyendo la prensa – especialmente la oficial de Cuba –, que mira para el lado opuesto teniendo en cuenta que, Evo, fue acusado de estupro, tiene una orden de captura, demuestra constantemente incentivar a la violencia, y está dispuesto a llevar a su país al borde de la ingobernabilidad.

Hace veinte años, Morales era una esperanza para muchos bolivianos, quienes creían reconstruiría el país y provocaría crecimiento económico, pero, pasó el tiempo, los ciudadanos vieron la realidad, y ahora lo consideran un verdadero peligro para la democracia, siendo mirado como un hombre enceguecido por el poder, vengativo, y con un odio que lo lleva a querer destrozar todo a su paso. 

Volviendo a Luis Arce; es integrante de “MAS”, forma parte del “Foro de Sao Paulo” – entidad fundada en 1990 por el comunista, marxista, leninista, dictador Fidel Castro, y Luiz Inácio Lula da Silva -, y marca un perfil antiimperialista, anticapitalista, aunque busca “redondear el sueldito popular” haciendo alguna “horita extra” dando conferencias sobre economía en las ciudades yanquis de New York, Georgetown, Pittssburg, y Harvad. Además, el muchacho Luisito tiene un Master en Ciencias Económicas en la Universidad de Warwick, Coventry, Reino Unido, y trabajó para Margaret Thatcher, y Tony Blair…

DORIA, QUIROGA, RODRÍGUEZ Samuel Doria; líder de “Alianza Unidad” – coalición formada el pasado mes de diciembre, de ideología socialdemocracia, posición izquierda, para algunos centroizquierda -, militó en el “Movimiento Izquierda Revolucionaria” (“MIR”) – partido formando parte de los gobiernos de Hernán Siles Zuazo -, fue ministro, y vicepresidente de la “Internacional Socialista para América Latina y el Caribe”.

Considerado “antiimperialista y anticapitalista de Ley”, Samuelito es propietario del Edificio Green Tower – el más alto y lujoso de Bolivia -, y presidió la Compañía Boliviana Foods, con la cual obtuvo el derecho de explotación de la franquicia “Burger King”.

Jorge Quiroga – graduado como Ingeniero Industrial en la Universidad de Texas -, fue vicepresidente de Bolivia 1997 – 2001, y presidente 2001 – 2002, completando el mandato de Hugo Banzer, quien renunciara por enfermedad.

Quiroga, catalogado de ultraderechista – una de las figuras principales que estimulara la salida del poder de Evo Morales -, es ahora protagonista de la coalición “Alianza Libre”, integrada por el “Frente Revolucionario de Izquierda” (“FRI”), y el “Movimiento Demócrata Social”, entre otras agrupaciones. “Alianza Libre”, es de ideología “centrismo”, economía de mercado, y de posición “centroderecha” – centroizquierda.

En tercer lugar, Andrónico Rodríguez, dirigente cocalero, Presidente de la Cámara de Senadores de Bolivia, y líder de “Alianza Popular” – fundada el pasado mes de abril -, coalición compuesta por el “Movimiento Tercer Sistema”, “Partido Socialista Revolucionario”, y “Movimiento Autonomista por el Trabajo y la Estabilidad”, de ideología populismo, socialismo, y posición de izquierda, ultraizquierda.

El próximo domingo 17 de celebrarán los comicios; mientras tanto, la izquierda totalmente dividida se encuentra entre protestas, escenas de boxeo, y griteríos para anular las elecciones a través de espectáculos que muestran hasta dónde llega el odio.

A modo de ejemplo, la aliada del expresidente Evo Morales, Ruth Nina, permanecerá tres meses en la cárcel de San Sebastián, en Cochabamba, por sus declaraciones sobre “contar muertos” en lugar de votos.

Evo Morales señaló como una afrenta a la libertad de expresión, pero las autoridades señalaron que, Nina, instigó públicamente a delinquir, frenar los procesos electorales y amenazar al Tribunal Supremo con impedir el desarrollo de la votación, si no se incluía a Morales.

“Preferimos dar nuestras vidas, antes que vengan a obligarnos a elegir a sus candidatos de derecha. Ese día, el Tribunal Supremo, y el Gobierno, en vez de contar votos van a contar muertos”.

Más tarde, Ruth Nina bajó la soberbia, y se disculpó por las palabras, pero al ingresar a la cárcel, gritó: “¡viva la coca, mueran los yanquis!”

Sectores apoyando al expresidente están promoviendo el voto nulo – al cual calculan un 34 % … ¡los reyes magos, pasaron hace tiempo! -, y expresaron “tomar todas las medidas posibles, para hacer que se cumpla”. ¡Eso, es “libertad de expresión”, y “derechos humanos”!

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