Setiembre; ¡vacaciones en Cuba!

Lorenzo Aguirre

A excepción de fanáticos con ideología comunista, los turistas se encuentran con una Cuba en la cual el nivel de servicios hoteleros, como asimismo de restaurantes, es “más bajo que, el bajo”, haciendo vivir incomodidad – por no decir fastidio – incluso a huéspedes más modestos. El deslumbramiento por el “destino exótico” se fue lo suficientemente lejos, porque quienes pagan precios desorbitantes en dólares – ¡léase moneda “yanqui”! – buscando “cinco estrellas”, se encuentran con habitaciones mal cuidadas, sin reparar, carecen de agua caliente, limpieza lamentable, servicio intermitente en toallas, y sin recambio de sábanas. Para revertir un poco las condiciones hay que dar mucha propina en billetes verdes, y no espere un “gracias”, sino rostros molestos al no tener más remedido que mover las nalgas. Mientras usted empieza el día en el restaurante – en realidad, apenas cafetería -, a efectos de ingerir un desayuno patético, el personal le hace una “puesta a punto” sobre las “bondades” existentes en las calles, recomendando no regresar después de las seis de la tarde. Así, pues, no pierda tiempo y recorra las empedradas callejas llenas de baches, adornadas con abundante basura para festín de nubes de moscas y mosquitos, “compañeros” ejemplares convertidos en “figura nacional”.

Para pasar unos inolvidables días como burgués en hoteles cinco estrellas del proletariado, se le informa estar atento, llevar medicamentos – además de los usuales – por posibles trastornos digestivos, pues, el 80% de cocinas locales “no posee agua totalmente limpia”, y de igual manera no olvide contar con antihistamínicos, y antibióticos de amplio espectro.

Con la advertencia en “buena onda”, ahora puede “deleitarte” con “platos de lujo” para turistas con dólares, dentro de una carta reducida a cerdo, pollo, frijoles, y arroz …. cocinados con cantidad generosa de sal – ¡traiga los antihipertensivos! -, sin adornos culinarios ni guarniciones, a menos que tenga suerte de encontrar algún establecimiento en cuya “carta para turistas” incluya “exquisitas papas al natural”.

Para muchos comensales, mejor sería ir a un supermercado y llevarse comida a la habitación del hotel… ¡lástima que los centros de comestibles se encuentran desprovistos de mercadería!

A la caída del Sol, las sombras son espectaculares, y la oscuridad “invita” a pasear, tomar la mano a tu “compañera”, y robarle un besito romántico estando a media luz, porque los cortes en el suministro eléctrico llegan a 20 horas diarias en varias ciudades, y a 10 horas en La Habana.

La crisis energética es insostenible debido a averías en centrales térmicas – las cuales son piezas de chatarra – y escasez de combustible, siendo imposible importarlo por falta de dinero.

Solamente seis unidades de producción termoeléctrica están funcionando, mientras treinta y ocho centrales no pueden ponerse en movimiento porque no cuentan con diésel, ni fueloil, más allá que, el 75% de las centrales, se encuentran obsoletas.

Indudablemente los cortes eléctricos marcan no solo un deterioro total en la economía, sino también la situación crítica en el abasto de agua, pues, en la capital (La Habana), afecta a 250 mil familias, y se estima en más de 1 millón de personas careciendo de agua potable.

La pobreza en Cuba es de 87%; el ciudadano necesita un ingreso que, lamentablemente, es inalcanzable, porque una pareja precisa un mínimo de 350 dólares – $14.000 uruguayos – para vivir de una forma menos miserable, acercándose a una ingesta mínima necesaria. Esa cantidad, equivale a 20 ingresos, pues estamos hablando sueldos de 18 dólares mensuales – $ 720 uruguayos – … traducido al español: ¡dos muzzarellas, y un refresco de litro medio!

CRÍMENES Y DROGAS En el “paraíso” comunista se ha registrado un incremento nunca visto de crímenes, pero la prioridad del gobierno es concentrar recursos para reprimir a disidentes políticos y “ciudadanos críticos”, no importando tampoco la inexistencia de barreras conteniendo la expansión del tráfico de drogas.

Sería oportuno destacar las innumerables filtraciones de cuentas millonarias pertenecientes a consorcios cubanos manejados por las “Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia” (“FARC”) – organización guerrillera basada en la ideología y principios del marxismo, leninismo -, operando en turismo, transporte, comercio exterior, en paraísos fiscales, pautado cómo la clase gobernante de Cuba maneja sus regalías, dejando de lado las necesidades sociales.

Traducido al español; el pueblo cubano navega entre “disciplina” de un Estado represor, y crecimiento de delincuencia, puesto que, en los últimos dos meses se reportaron más de 1.400 delitos – 400% de aumento -, 800 robos, 170 asesinatos, 90 asaltos, 240 incidentes relacionados con el tráfico, o consumo de drogas, además de 300 hechos denominados “otros delitos”, entre los cuales se encuentran, hurto, y más de 400 casos de asaltos a propiedades privadas.

Con una inflación delirante alcanzando 1.570 % – desde la reforma monetaria hace tres años -, el rubro turismo se desplomó, y la ocupación hotelera se encuentra en 19% pues ha perdido 42 % de visitantes rusos, 39% alemanes, 31% españoles, 30% franceses, y 27% canadienses, entre otros.

Al terminar las vacaciones en el “paraíso de compañeros correctamente ubicados”, tenga cuidado al retirarse del hotel… quizá, la factura incluya “gastos y servicios especiales”, además de “impuestos extras”, porque la finalidad es lograr quitar al viajero, la mayor cantidad posible de dólares.

Cuando se marche de Cuba, compre cigarros y ron… ¡no quedan comercios de souvernirs!

¡Ah!, si piensa viajar a la isla, y es homosexual, o lesbiana – “¡viciosos maricas repugnantes que deben ser castigados y confinados a campos de concentración socialista!”, al decir del “Che” -, le recuerdo que, allí, la “educación” fue castrar y devastarlos. Para el Comandante Fidel, un intolerante, paranoico, violento, soberbio, y asesino, el homosexualismo era “un defecto de la naturaleza, y ella, choca con el concepto que tenemos de un militante comunista. La homosexualidad, es un desacato al marxismo – leninismo” … “sabias” palabras manifestadas mientras paseaba con el uniforme que al final de sus días utilizó, marcando un cambio elitista y clasista, a través del conjuntito deportivo “Adidas”.