Sheinbaum, entre el papado by la monarquía
Lorenzo Aguirre
Mañana, Claudia Sheinbaum tomará posesión como Presidente de México, fecha a la cual se llegó dejando de lado el 1º de diciembre, establecida desde la Constitución de 1857, siendo la primera Carta Magna liberal, señalando: “el nuevo presidente entrará a ejercer funciones el 1º de diciembre, y durará en el cargo cuatro años”. En 1928, la Reforma Constitucional llevó a seis años el período presidencial, y finalmente, en 2014, una reforma electoral – según el artículo 84 – adelantó la fecha para el 1º de octubre. De acuerdo a lo expresado, Claudia Sheinbaum, candidata por “Morena” (anteriormente “Movimiento de Regeneración Nacional”, cuyo candidato fue Andrés López Obrador), escisión del “Partido de la Revolución Demócrata, de ideología nacionalista de izquierda, populismo, anti neoliberalismo, y de posición izquierda – extrema izquierda, tomará entonces posesión en el “Palacio Legislativo de San Lázaro”. De esta forma comenzará una prolongación del gobierno de López Obrador, llevando a cabo un continuismo al declarar que “preservará los programas y proyectos del presidente”, el cual, mañana, entrega su mandato.
Por primera vez, México, tendrá como presidente a una mujer – también la primera persona judía -, más allá que es oportuno señalar la primera ocasión en elecciones federales en las cuales dos mujeres se convierten en principales oponentes, pues, por un lado se encontraba Claudia Sheinbaum, y por otro su contrincante, Xóchiti Gálvez, ex senadora representante por el “Partido Acción Nacional”, de ideología conservadurismo social, liberal, democracia cristiana, y de posición centro derecha – a derecha.
En 60.115.000 votantes, 61% (habilitados 98.470.000), Claudia Sheinbaum se llevó 35.925.500 papeletas (59.7%), correspondiéndole 83 bancas al senado (60 para “Morena”, más 23 por coalición), y 364 diputados (236 por “Morena”, más 128 de coalición), mientras Xóchiti Gálvez reunió 16.500.000 de adherentes (27.4%), obteniendo 40 senadores (22 “Partido Acción Nacional”, más 18 por coalición), y 108 diputados (72 “Partido Acción Nacional”, 36 por coalición).
Cuestión de valores…
Convertirse en presidente siendo judía es algo realmente relevante si pensamos que, México, tiene una de las poblaciones católicas más significativas del mundo – alrededor de 100 millones, 14 millones de protestantes, mientras la población judía oscila en 60 mil personas -, más allá de destacarse de izquierda – comunista, ser atea, al igual que sus padres (judío asquenazí, lituano, y su madre hija de sefardíes, de Bulgaria), declarar que nunca perteneció a la comunidad, aunque manifestara resabios de xenofobia, y antisemitismo dentro de la política de México. Scheinbaum, no perdió tiempo en poner en claro su desprecio por lo eclesiástico, aunque sería bueno recordar que fue muy criticada en su campaña electoral al utilizar figuras religiosas para captar votos católicos y su reunión con el Papa Francisco I, encuentro en el cual vistiera una pollera con la imagen de la Virgen de Guadalupe.
En otro orden de cosas doña Claudia excluyó al Rey de España, Felipe VI, la invitación a la toma de mando, dejando clara su posición populista, comunista, y demostrando abiertamente un perfil mucho más radical que el actual mandatario mexicano.
El hecho, respecto a la descortesía internacional y protocolar, viene – según Sheinbaum – “porque el Rey no ha pedido disculpas por las atrocidades del virreinato. A esa monarquía se le pidió de manera respetuosa que ofreciera una disculpa a los pueblos originarios, a los pueblos indígenas de México, por las aberraciones cometidas durante la invasión a nuestro país. Pero, nunca, contestaron… actuaron con prepotencia”.
Ahora, doña Claudia tiene un “corazón tierno, y emana tolerancia”, entonces, habla de mantener los intercambios comerciales…. hay 6.000 empresas españoles en México, y se mueven unos 50 mil millones de euros – 60 mil millones en billetes “yanquis” -, y por supuesto, los comunistas, los mayores “anticapitalistas” del mundo, no se lo van a perder. Para la futura presidente de México, sus valores morales están por debajo del vil metal… ¿no?
Pedro Sánchez, ha señalado: “es inaceptable e inexplicable”. Indudablemente una reflexión tibia porque se “olvidó” de una queja formal, evidenciando afinidad ideológica con el mandatario López Obrador, y por supuesto con la futura jefe de Estado de México. Por otro lado, en el conflicto de Israel en la Franja de Gaza, Sheinbaum brindó su apoyo a una solución de dos Estados, mientras días atrás manifestaciones pro palestinas tuvieron choque con la policía frente a la embajada de Israel, en Ciudad de México, y el gobierno de López Obrador se alineó para apoyar a Sudáfrica en el Comité Internacional de Justicia, que acusara a Israel, de genocidio.
Acción del nuevo gobierno
Claudia Sheinbaum presenta una plataforma destacando entre varios ítems, llevar adelante una economía mixta, y una acentuada transformación iniciada en el gobierno de López Obrador.
Traducido al mexicano; preservar programas, proyectos y acciones del actual presidente, bajar el potencial de poder en el Instituto Electoral, y el Tribunal Electoral, finalizar la reforma del “Poder Judicial” – aprobada por 359 legisladores a favor, 135 en contra -, y un cúmulo de Enmiendas permitiendo que Jueces y Magistrados, sean electos por voto ciudadano.
Asimismo, transferir el control de la Guardia Nacional, a la Secretaría de Defensa Nacional – la Cámara de Senadores dio el visto bueno por 86 votos a favor, y 42 en contra -, convirtiendo entonces el Cuerpo Policial – corporación con mando civil -, en parte del Ejército, facultando de esa manera al presidente de la República a disponer del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada, y la mencionada Guardia Nacional.
En abril del pasado año la iniciativa para la reforma de referencia – enviada por López Obrador – fue aprobada por el Congreso en el mes de setiembre, pero declarada inconstitucional por ocho de once Ministros de la Suprema Corte de Justicia, e invalidaron el pase del control operativo y administrativo, mientras las instituciones civiles y organismos defensores de derechos humanos pusieron de manifiesto que, dar luz verde a esa reforma, es un riesgo muy serio para la garantía del pueblo.
Entre otros puntos a señalar debemos incluir que, Sheinbaum, pretende impulsar un pluriculturalismo, políticas públicas orientadas a la población “LGBTQ +”, educación gratuita en todos los niveles, y señala un aumento salarial que llegue al 11% en los próximos cinco años. Actualmente, el sueldo mínimo en México es de 440 dólares ($ 18.700 uruguayos), y “se buscaría llegar a 490” ($20.800 uruguayos, en relación a cotización actual).
Más allá de lo expresado, cancelar el “INAU”, instituto que garantiza el derecho a la información pública … – ¿queda, claro? – … y sustituir la “Organización de Estados Americanos” (“OEA”), por un organismo “autónomo, no lacayo de nadie”.
Para algunos, Claudia Sheinbaum hará un gobierno oscilando entre populismo, y socialdemocracia, mientras otros, hablan que será “muy moderada” – ¡me reiré hasta Navidad! -, pero, en realidad, los mexicanos soportarán a una dogmática e inmodesta, con un gobierno más radical, peor al actual, buscando que el bloque oficialista avale enmiendas a la Constitución, quedado así blindadas las reformas y dejando fuera de juego, el control del “Supremo”.