Sobre negras candomberas, política y buena educación
Jorge Nelson Chagas
Honestamente no tenía hasta el presente la menor idea de quién era el periodista Esteban Queimada. Hasta que vi un video en el que lanza un furibundo ataque a la conocida vedette Yessi López por haberse incorporado a la política. Tras una extraña mención a “los ex gatos de Acuarela” (deduzco que se refiere a la whiskería que está en la calle Ejido), trata a Yessi de “negra candombera y tatuadora», «ignorante de mierda”, “incapaz”, “idiota”, “cabeza hueca”… Obviamente este mozo Queimada está consumido por fuertes prejuicios raciales, que como es sabido siempre parten de bases irracionales.
Para empezar que Yessi López sea una “negra candombera y tatuadora” no significa que carezca de capacidades para comprender la política, estudiar y asimilar temas complejos, debatir y argumentar. Es un prejuicio muy fuerte y arraigado creer que una persona que se dedica al candombe no sabe hacer más nada y es un retardado intelectual. Rosa Luna, por ejemplo, escribió excelentes notas periodísticas en el diario La República – con un lenguaje ameno y coloquial – , donde defendió al colectivo afro y a las mujeres sin importar su color de piel.
No conozco personalmente Yessi López, por tanto ignoro si posee o no los talentos requeridos para la acción política. Pero, lo que sí sé muy bien, es que merece todo el respeto y la consideración, como cualquier otro ser humano. No es merecedora de semejantes ofensas y agravios, totalmente gratuitos.
Si a este mozo Queimada lo que le preocupa es la degradación del Parlamento, porque se incorporan hombres y mujeres que no están capacitados y la democracia se debilita, bien. Muy bien. Pero para defender esa causa no necesita insultar a nadie ni usar un lenguaje vulgar y soez. Con educación y empatía hacia los otros – eso se aprende en el núcleo familiar desde la niñez, sino no hay caso- se podía enfocar el tema perfectamente.
Y este es un punto importante: ¿a quién incorporamos a la acción legislativa? Me voy a referir exclusivamente al colectivo afrouruguayo. Yo podré tener discrepancias con Edgardo Ortuño y Gloria Rodríguez. Sin embargo, considero que ambos son políticos capaces, han cumplido eficazmente su labor y han demostrado su valía. En cambio, he observado con honda preocupación que una integrante del colectivo afro nunca comprendió que ir al Parlamento vestida de “mae santa” violaba la Constitución. El Estado uruguayo es laico y si eso no se entiende estamos en graves problemas. Gravísimos problemas.
Ignoro si este mozo Queimada (y reconozco que uso el término “mozo” de la misma forma que la usaba mi finado padre cuando hablaba con desprecio de alguien) violó la ley con sus dichos. Si lo hizo, pagará las consecuencias. Pero si no, me niego rotundamente a que sea censurado de alguna forma o que se le impida ejercer su derecho a la libertad de expresión.
Finalmente, por suerte Yessi López es una persona pública y tiene más medios para defenderse de este tipo de ataques discriminatorios. Pero hay una masa humana anónima, en todo el país, que los sufre cotidianamente y nadie se entera.
Por ellos/ellas uno debe bregar.