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SOUND OF FREEDOM

Los niños de Dios no se venden

Ronald Pais

Se ha anunciado que el próximo 31 de agosto se estrenará en Latinoamérica la película “Sound of Freedom” (El Sonido de la Libertad) aunque ya hubo un estreno en El Salvador, en donde el Presidente Bukele comprometió su exhibición gratuita para todos los salvadoreños.

Básicamente es un film que denuncia el oscuro mundo del tráfico sexual de niños, tema que no suele ocupar espacio en los grandes medios de comunicación y que, sin embargo, es una triste realidad.

Es un deber ineludible de los padres y madres que aman a sus hijos, de todos aquellos que creen en los valores y la importancia de la familia, de las personas que creen en el triunfo del bien sobre el mal y de los que defienden la pureza y la inocencia de la niñez, ver esta película.

En ella se relata una historia real de la labor heroica de un grupo de hombres jóvenes, ex agentes de seguridad, del FBI y de la CIA estadounidenses, que dedican su existencia a recorrer el mundo rescatando a niños de los traficantes que destruyen las vidas de las criaturas y de sus familias.

Menores de 2, 3 o más años de edad son violados más de diez veces por día durante años hasta que dejan de ser “carne fresca” y a los “clientes” dejan de interesarles. En esa etapa son vendidos por partes en el mercado negro de tráfico de órganos.

Es un “negocio” de 150.000 millones de dólares anuales y sólo en EEUU la cifra más baja que registran los organismos oficiales es la desaparición de 400.000 niños por año.

Estados Unidos es el primer consumidor de pornografía infantil y México el primer proveedor.

La Idea de la película surgió a raíz de conversaciones que el actor y productor mexicano Eduardo Verástegui tuvo con Tim Ballard que es el principal agente del grupo referido anteriormente. A partir de allí se fue forjando la iniciativa para que este drama no permaneciera sumergido en el silencio cómplice, en la inacción de los gobiernos y en la indiferencia general que se explica en parte por la falta de exposición pública del problema.

Verástegui y su socio Alejandro Monteverde enfrentaron enormes dificultades para poder realizar el film. Primero para interesar a inversores para financiarla y también para encontrar un actor que aceptara ser el protagonista.

Todo el proceso lo cuenta en detalle su productor en una entrevista que le realiza Agustín Laje y que puede verse en Youtube (https://www.youtube.com/watch?v=LJe-_1DNNek).

Finalmente, Verástegui le pidió a Ballard que imaginara qué actor le gustaría que lo interpretase en la película y éste le contestó: “Jesucristo”.

“¿Cómo”? le preguntó incrédulo Eduardo. Ballard sonrió y dijo: “El actor que interpretó a Jesucristo en la película La Pasión de Cristo, de Mel Gibson: Jim Caviezel”.

Verástegui se entrevistó con el actor que había adoptado dos niños y luego lo hizo con una tercera rescatada en Asia y, ante su sorpresa, éste aceptó inmediatamente.

La esposa de Jim no quería que éste fuera a Colombia – donde se iba a rodar -porque había visto la serie “Narcos” y tenía temor de lo que pudiera pasarle. Verástegui habló con Ballard y este le dijo. “Pregúntale a la esposa de Jim si 30 ex Navy Seals que lo custodien le puede dar tranquilidad”.

Increíblemente, la presencia de estos agentes encubiertos en Colombia dio un resultado colateral no calculado ya que, mientras rodaban el film los confundieron con turistas y le ofrecieron menores para servicios sexuales. Esto derivó en que se armara una operación con la policía colombiana y se rescatara a 120 niños y niñas que estaban destinados al tráfico sexual en Cartagena.

La película se terminó y empezó entonces el peregrinaje por las grandes distribuidoras como Netflix o Amazon, pero ninguna de ellas tenía interés porque consideraron que se trataba de un tema muy sórdido que no obtendría el interés del público.

Decidieron entonces realizar una gira por los Estados Mexicanos presentando la película y comprometiendo a todos los Gobernadores para instrumentar políticas para combatir el tráfico de niños.

Finalmente y pandemia mediante, una pequeña productora de Provo, Utah (Angel Productions) manifestó interés y con ella se concretó el contrato.

La misma productora propuso el 4 de julio pasado para su estreno en Estados Unidos ante el pánico de Verástegui y su socio, porque casi al mismo tiempo se estrenaba “Indiana Jones”, con un presupuesto de 200 millones de dólares contra 14 que costó “Sound of Freedom”. A ello se sumaba el enorme presupuesto en publicidad y distribución de la primera frente a la segunda.

Entonces ocurrió lo impensado y que los productores y el actor principal atribuyen a la intervención de Dios: “Sound of Freedom” arrasó en la taquilla y 4 millones de espectadores la vieron en la primera semana.

Ante este fenómeno se produjo la reacción de aquellos que están promoviendo la sexualización de los niños. Medios como el Wháshington Post, New York Times y la Revista Rolling Stones, fueron muy críticos. ¡Increíblemente criticaban algo en lo que todo el mundo debería estar de acuerdo: luchar contra el tráfico de niños!

Pero todos debemos saber que hoy hay una fuerte corriente que promueve el sexo con niños y la sexualización de ellos. No son organizaciones menores, las Naciones Unidas y la Organización Mundial de las Salud indican a las guarderías y colegios a que enseñen a los niños a masturbarse y les promueven el uso de pornografía. Los animan también a experimentar sexualmente con sus compañeros y a asumir roles de cambio de género.

Existen subsidios millonarios de los propios gobiernos a distintas ONG´s que tienen como principal actividad esta denigrante función.

Todos conocemos o hemos visto videos de docentes realizando disciplinadamente esta tarea con los niños. En base a la ideología están erosionando la pureza e inocencia de los infantes en su más tierna edad.

Los pedófilos están de fiesta. En lugar de recibir la unánime condena social ahora tienen quienes fomentan su perversión.

Ante esta realidad – a la que nuestro país no es ajeno – caben dos actitudes: el silencio y la indiferencia, lo que nos convertiría en cómplices, o ser “guerreros de la libertad” como dice Verástegui.

Ronald Reagan dijo una vez que “El mal es impotente si los buenos no tienen miedo”

No tengamos miedo de defender a nuestros niños. Y de nuevo: vean la película.

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