Terroristas del odio.
Ricardo Acosta
Después de los lamentables ataques del grupo Hamas en territorio de Israel, el Partido Comunista del Uruguay, saca un comunicado el 7 de octubre, rechazando todo acto terrorista, minimizando lo sucedido, pero sí apoyando la resistencia del pueblo Palestino.
Buscarán cualquier pretexto, lo disfrazarán de cualquier manera, intentarán poner » bonitas» palabras para la tribuna, pero siempre al final, en el fondo es más de lo mismo, el más profundo odio al pueblo judío.
Incluso es emitido antes que el comunicado oficial del Frente Amplio, (suavecito también …). Pone mayor énfasis en el apoyo al pueblo Palestino, que en la gravedad de los ataques terroristas…
¿Ignorancia sobre el tema?
Ninguna.
¿Qué pensará la comunidad judía del FA, al leer esos comunicados?
Supongo que mucha rabia e impotencia, pero nunca lo sabremos ya que ellos son los campeones de barrer para adentro.
¿Y por la FEUU como andamos?
Igual o peor que los anteriores.
Lamantables y dolorosos esos comunicados.
¿Estar de acuerdo con que Palestina reclamé sus territorios está mal?
No para nada, hasta parece justo.
El conflicto entre Israel y Palestina es profundamente complejo y tiene raíces históricas y políticas que involucran reclamos territoriales en ambas partes.
La percepción de que Palestina no tiene razón en reclamar sus territorios no es universal y varía según las opiniones y perspectivas de las personas y los gobiernos en todo el mundo.
Pero el conflicto es también entre ellos.
La división entre palestinos, con algunos grupos como el propio Hamas y la Autoridad Palestina adoptando enfoques diferentes, es un tema complejo que ha evolucionado a lo largo de los años. Hay varias razones detrás de esta división:
Hamas tiene una ideología islámica más conservadora y aboga por la resistencia armada, con secuestros y asesinatos en Israel y en todo el mundo, como medio para lograr sus objetivos, mientras que la Autoridad Palestina, que es un gobierno laico, se inclina más por buscar la diplomacia y la cooperación internacional.
Sin dudas la rivalidad entre Hamas y la Autoridad Palestina, encabezada por Fatah, su partido político, ha existido durante décadas. Se han producido conflictos políticos y luchas por el poder, lo que ha llevado a divisiones en la administración palestina.
Tras ganar las elecciones en 2006, Hamas tomó el control de Gaza mediante un conflicto violento con Fatah que continuó gobernando Cisjordania. Esta división territorial ha contribuido a la falta de unidad entre los palestinos.
Las diferencias en los enfoques han dificultado la formación de una posición unificada en las negociaciones con Israel. Mientras algunos palestinos prefieren el diálogo y la búsqueda de soluciones diplomáticas, otros recurren a la resistencia armada sangrienta.
Esta división no representa necesariamente a todos los palestinos, ya que hay una diversidad de opiniones y perspectivas dentro de la misma sociedad palestina. Incluso no todos los israelíes están de acuerdo acerca del manejo que el Estado de Israel mantiene respecto al conflicto territorial con Palestina.
Son cosas distintas: los Estados y los pueblos.
Es fundamental comprender esta complejidad para abordar de manera más efectiva las cuestiones relacionadas con el conflicto israelí-palestino.
La necesidad de encontrar una solución pacífica y duradera sigue siendo urgente.
El mundo espera que se pueda avanzar hacia un acuerdo que garantice la seguridad y los derechos de todas las personas en la región.
Pero Hamas no tiene un problema directo contra el Estado de Israel o el pueblo judío.
Esto es lo que dijo en la semana un dirigente de Hamas: «Todo el planeta estará bajo nuestra ley, no habrá más judíos ni traicioneros cristianos».
«Esto no va de tierras, fronteras,es una guerra de aniquilación y extermino. Y tú estás en la lista…»
¿Esto es lo que apoya el PCU, parte del Frente Amplio y la FEUU?
¿Esto es lo que pregonan sus principales dirigentes?
Cómo dijo en la semana el periodista Pablo Londisky en FM Azul,» la grieta llegó al Uruguay y está bien». Bien separado, lejos de ellos. No se hace política partidaria con temas tan sensibles. El comunismo ha mostrado, muestra y mostrará siempre, de qué lado de la historia estará.