Política Internacional

Ultranacionalistas ganan

parlamentarias de Austria

Lorenzo Aguirre

El ultranacionalista “Partido de la Libertad de Austria” (“FPO”) – euroescéptico, pro ruso, de extrema derecha -, triunfó la semana pasada en las parlamentarias de Austria. Su líder, Herbert Kicki – opuesto a ayudar a Ucrania, y pretendiendo se retiren sanciones contra Rusia -, promete reglas duras para solicitantes de asilo, se une fuertemente a Putin, apoya los avances de la extrema derecha en Países Bajos, Francia, Alemania, y al igual que el asesino mandatario ruso, respaldó al partido pro nazi de Marine Le Pen, en los pasados comicios de Francia. La ultraizquierda uruguaya, tan deslumbrada por Putin, odiando a Zelenski – ¡porque es antisemita!… ¿¿¿??? -…, demostrando total ignorancia, y criticando a la derecha, ahora resulta se encuentra con este “temita” … ¡me imagino la muchachada comunista! …  ¡no tiene ni la más pálida idea para que lado tirar!, confirmando una vez más, ser llevados de las narices, pues son tontos desde el desayuno hasta el mediodía, y después del almuerzo, a tiempo completo.

Con una habilitación de 4.754.000 votantes, y una participación del 75%, se disputaron 183 escaños (92 para mayoría) para el período 2024 – 2029, luego de una campaña electoral dura y patética, cuyo centro temático fuera la inmigración, y posteriormente, la economía.

El “Partido de la Libertad de Austria” (“FPO”), obtuvo la victoria, llevándose 1.404.000 papeletas, 29.2% (un 13% más que en las anteriores elecciones), correspondiéndole 57 escaños, mientras el segundo lugar fue para el “Partido Popular Austríaco” (“OVP”) – ideología conservadora, democracia cristiana, pro europeísmo -, del Canciller Karl Nehammer, con un 26.5%, logrando 51 bancas parlamentarias (perdiendo 20).

Más atrás, el partido “Socialdemócrata de Austria” – ideología socialdemocracia, laborismo, de posición centro izquierda – con 21%, y 41 asientos parlamentarios, “La Nueva Austria” (“Neos”) – ideología liberalismo, europeísmo, de posición centro -, con un 9%, correspondiéndole 17 escaños. Luego, “Los Verdes” – partido ecologista, eco feminismo, progresismo, posición izquierda -, con un 8%, y 15 representantes (perdieron 10 bancas) y último el “Partido Comunista”, 2%, sin ninguna banca parlamentaria.

El disparo de la campaña electoral tuvo lugar luego del complot terrorista en Viena – hace apenas un mes y medio -, en el cual el “Estado” Islámico intentó atacar en los recitales de la cantante estadounidense Taylor Swift.

El hecho, llevó hacia temas de seguridad para el pueblo austríaco, como, asimismo, el abordaje al islam político, extremista, y por supuesto el asunto de inmigración, no quedando de lado el “ítem” de deportaciones a criminales, a sus países de origen, y una Ley con similitudes a la antinazi de Austria, para prohibir dicho islam.

El “Canciller del Pueblo”

El término “Canciller del Pueblo” – utilizado por Hitler en la década de 1930 – es usado por el “Partido de la Libertad de Austria” (FPO”), respecto a su líder, Herbert Kicki, y como memoria de origen del partido fundado por viejos nazis en 1950, como sucesor de la “Asociación de Independientes”, para unir un “Tercer Campo” conformado por nacionalistas alemanes anticlericales.

Ahora, el “Partido de la Libertad de Austria”, con su conservadurismo nacional, populismo de derecha, euroescepticismo, y antiinmigración, señala que, «los beneficios sociales deben restringirse solamente a ciertos grupos”, pero, oficialmente, el “FPO” apoya a Israel, y en 2010 fue firmante de la “Declaración de Jerusalén”, defendiendo el derecho a existir, a combatir el terror islámico, además de reconocer a Jerusalén, como capital del país.

De todas formas, el “FPO” tendrá severas dificultades para formar gobierno, y una coalición opositora daría oportunidad al líder del “Partido Popular Austríaco”, el canciller Karl Nehammer, para intentar un nuevo gobierno.

Kicki, es considerado una amenaza para la democracia, como también un riesgo de seguridad, y el “Partido Popular Austríaco” está dispuesto a no unirse a un gobierno liderado por el ultranacionalista, aunque Nehammer prefiere una coalición que excluya del gabinete, a su oponente 

Entre tanto problema, existe uno de fondo, convertido en principal y candente, siendo nada más ni nada menos, la dependencia del gas ruso, y no es Nehammer, sino Herbert Kicki, con su partido político, quien está de amigo del psicópata Vladímir Putin.

Lo expresado serviría entonces para formar una sólida comunión con Moscú, hecho que llevaría a realizar acuerdos, pero, obviamente, Austria, comenzaría una etapa de dificultades en cuanto a política exterior, respecto a la relación con Ucrania.

Herbert Kicki (55 años) – desde 2021 líder del “Partido de la Libertad de Austria” – fue nombrado en 2017 Ministro del Interior en el gobierno de Sebastian Kurz, resultando ser una figura controvertida por sus acciones contra el Estado de Derecho, los inmigrantes, la libertad de prensa, y sus “preciosos” eslóganes de campaña del “FPO”, como, por ejemplo, “Sangre vienesa: demasiados extranjeros no hacen ningún bien”.

Kicki, pretende la ansiada construcción de la “Fortaleza Austríaca” – impedir el ingreso de inmigrantes -, una concepción de exdiputados nazis, y si bien el “FPO” busca alivianar la imagen, hace pocos días miembros del partido asistieron a un funeral y cantaron un tema popular de lealtad a la “SS”, motivando que, estudiantes judíos, presentaran denuncia y acusaran de violar leyes antinazis.

Austria, se suma a Italia, Hungría, Eslovaquia, y Países Bajos, los cuales, en mayor o menor medida, con sus gobiernos populista, radicales, y extremistas, gobiernan a 100 millones de personas, algo así como el 20% de la Unión Europea.

La diputada de “Asamblea Nacional” por el 11º distrito electoral de Pas – de – Calais, y quien fuera presidente de “Agrupación Nacional” hasta 2021 para lanzar su campaña en la presidenciales de Francia, Marine Le Pen, manifestó sentirse “profundamente orgullosa de sentarme en el Parlamento Europeo, junto a nuestro socio de “FPO”.

Kicki, retribuía el “piropo”, y señalaba su admiración por el actual Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán, cuyas ideas políticas como conservadurismo social y nacionalismo, su euroescepticismo y la defensa de un “estado lilberal”, lo coloca en la extrema derecha, mientras algunos observadores lo acusan por sus reformas antidemocráticas al reducir la libertad de prensa, el poder judicial, y modificar la Constitución para evitar enmiendas a la legislación respaldada por su partido, más allá de ser denunciado por xenófobo.

Por primera vez después de la II Guerra Mundial, una ideología de perfil nazi, vuelve al poder en Austria. 

Un puñado de nazis remasterizados, señalan: “¡la vuelta, a la homogeneidad racial!”.

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