Una síntesis ejemplar
Fátima Barrutta
Si algo ha caracterizado a la periodista compatriota Ana Matyszczyk a lo largo de su joven pero fecunda carrera, es un gran rigor profesional a la hora de preparar y realizar sus entrevistas. Así fue cuando integró el equipo de Santo y Seña, en canal 4; tanto como cuando pasó por La letra chica en Tv Ciudad, y como está haciéndolo ahora en el programa Desayunos informales de canal 12.
Hace unos días, puede decirse que una pregunta de Ana dejó literalmente sin palabras al presidente del Frente Amplio Fernando Pereira. Porque ella hizo una revisión exhaustiva de los cambios promovidos en este país por los partidos fundacionales a partir de 1985 y hasta la fecha, que fueron explícitamente rechazados por el FA… aunque luego, durante el ciclo frenteamplista de 15 años, ellos mismos se ufanaron de los éxitos de las medidas que antes habían boicoteado.
El repaso es formidable: «El FA estuvo en contra de la ley forestal, estuvo en contra de la ley de puertos del año 92, también en contra de la reforma educativa que impulsó Germán Rama, en contra de la reforma previsional que creó a las AFAPS, en contra de la ley del marco regulatorio energético de la UTE del año 97, también en contra del acuerdo que impulsaba la promoción de inversiones con Finlandia. No solo estuvo en contra y militó en contra, sino que en muchos casos, en alguna de estas normativas, impulsó referéndos como para derogar la ley del marco regulatorio de la UTE. También juntó firmas a nivel orgánico desde el FA, para derogar a las AFAPS. Lo llamativo de todo esto es que cuando deja de ser oposición y pasa a ser gobierno, con mayoría parlamentaria y durante 15 años mantuvo todas estas reformas y leyes a las que se había opuesto antes. Incluso destacó logros que consiguió la administración del FA basándose en estas leyes. Como por ejemplo la mayor inversión en la historia del país que fue UPM, se consiguió gracias a la ley forestal y también al acuerdo de inversiones con Finlandia. El extraordinario desarrollo que tuvo la actividad portuaria en nuestro país, también fue posible gracias a la ley de puertos que el FA no quiso. La generación de energía eléctrica a partir de la energía eólica fue posible por la ley que el FA quiso derogar, la ley del marco regulatorio de la UTE. Y hasta la reforma de Germán Rama fue reconocida por figuras del FA como positiva cuando 15 o 20 años antes de considerarla buena la criticaron. Entonces con todos estos antecedentes, de que el FA identificó y militó en contra de leyes y reformas, cuando pudo cambiarlas no las cambió y gobernó con ellas demostrando que, en realidad, eran buenas, ¿se le puede tener confianza cuando esta administración propone reformas y leyes y el FA vuelve a decir que son malas?”.
La verdad es que no recordamos a ningún político de la coalición ni a ningún analista político que haya expresado estas verdades con tanta claridad.
¿Quiere decir esto que elogiamos a la periodista porque su observación coincide con nuestras opiniones? Claro que no. Ana es una periodista independiente: ayer o mañana habrá tenido o tendrá cosas que reprochar a la Coalición Republicana y está bien que así lo haga, porque su trabajo no consiste en llevar agua a ningún molino político, sino en cuestionar la realidad e informar a la opinión pública con objetividad y responsabilidad.
Es en ese marco que sus críticas a Fernando Pereira adquieren un enorme valor, porque expresan una verdad que la ciudadanía ya está comprendiendo y que demuestra un doble discurso opositor que podrá ser bueno para ganar votos de incautos, pero no lo es para la marcha del país.
En otro pasaje de la misma entrevista, tanto ella como Leonardo Haberkorn y Nicolás Batalla pusieron al presidente del FA literalmente contra las cuerdas, recordándole que de todas las profecías catastróficas con que intentaron voltear a la LUC, ninguna se cumplió. Supuestamente, esta ley clave del gobierno de coalición, que no hizo otra cosa que consagrar la mayoría de los compromisos preelectorales que le valieron el triunfo en 2019, promovería el “gatillo fácil”, los “desalojos exprés”, la “privatización de la educación”, la “quiebra de Antel” y otro montón de disparates que obviamente no ocurrieron. Recomiendo al lector apreciar la entrevista en el canal de YouTube de Desayunos Informales, sobre todo para apreciar la cara de desaliento de un Pereira que se sabe acorralado, no por una actitud concertada en su contra, sino por algo mucho más sencillo: la falsedad ya evidente de sus propios argumentos.
Ahora nos toca a nosotros, a los colorados, blancos e independientes de todo el país, defender la gestión de la coalición y profundizarla a todos los niveles departamentales, enarbolando esa tan simple como contundente razón: vinimos a cambiar al Uruguay, a sacarlo de su estancamiento, a devolver equidad al sistema educativo y sustentabilidad al previsional. Que tenemos que seguir cambiando en una mayor protección social a los más vulnerables, dejando de usarlos como excusa para acumular poder y dilapidar recursos, como hacían otros, y colocándolos en el centro de nuestra gestión de gobierno.
Nuestra responsabilidad es enorme: se trata de consolidar la continuidad de esta gestión o entregar los destinos del país a quienes lo paralizan y envilecen.
Cada partido cuidará y abonará su propio perfil ideológico, pero es imperioso que estemos juntos detrás de estos objetivos de justicia social, prosperidad y libertad.