Política nacional

Unidad

Kim Gómez Parentini

Hoy nos encontramos ante un desafío que no es nuevo, construir la unidad. Pero quiero ser claro desde el principio: la unidad no se pide, se ofrece. No se exige, se cultiva. La unidad  es un puente que tendemos de ambos lados para encontrarnos en el centro.  No se vio tal generosidad, del candidato de todos, fue candidato de pocos. Solo una reunión, un acto en conjunto. No podemos pedir lo que no estamos dispuestos a dar.

¿Qué estamos dispuestos a dar por la unidad? Porque construirla implica esfuerzo, renuncias y la voluntad de superar las divisiones que nos frenan. Implica ser generosos con nuestras ideas, abiertos a los puntos de vista de los demás y firmes en el propósito que nos une.

No construyamos la unidad solo con palabras, sino con hechos. Dejemos claro que nuestro compromiso no es solo con nosotros mismos, sino con todo el partido y el País.

Primero el País, después el Partido. Estas palabras de Jorge Batlle no son solo un lema; son una guía ética y política que debe iluminar cada una de nuestras decisiones.

Hablar de unidad no tiene sentido si no reconocemos que esta debe construirse con una prioridad clara: el bienestar de nuestra gente, de nuestras comunidad, de nuestro país entero.

No podemos pedir unidad si no estamos dispuestos a ofrecerla con generosidad. Y no podemos construirla si ponemos los intereses del partido por encima del compromiso que tenemos con el pueblo .

Hemos cometido errores. Todos lo sabemos. Pero hoy no estamos aquí para señalar culpables ni para perpetuar divisiones. Estamos aquí para mirar hacia adelante, para recordar que nuestra misión no es ganar o perder , sino transformar, mejorar y servir.

José Ortega y Gasset decía que «la nueva política tiene que ser toda una actitud histórica». Julio Maria Sanguinetti decía en un discurso “Y tal es lo que ocurre en estos años, en que estamos construyendo una nueva era, un tiempo nuevo, que se nos viene dado por un curso de la historia. Aquel que nosotros podamos ver será un tiempo de servidumbre o será un tiempo de libertad. Estoy seguro de que será un tiempo de libertad en virtud de este esfuerzo que lleva adelante la humanidad por afirmarse en esos principios rectores que nadie se atreve a discutir. Tendremos que convivir con la unidad y con el debate; ambos elementos son complementarios y no contrapuestos. El debate no se ha cerrado ni el llamado fin de las ideologías supone el fin de las ideas o  mucho menos, la muerte del debate (…) “

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