Crisis hídrica,
Contaminación ambiental e intereses políticos
Marcelo Gioscia
La excepcional sequía -sin precedentes en nuestro país- como consecuencia de fenómenos climáticos que no se registraban desde hace más de un siglo, hizo necesaria la obtención del líquido y vital elemento de fuentes más cercanas al Río de la Plata, que reciben más aguas provenientes del océano Atlántico. Esta circunstancia que ha afectado principalmente el área metropolitana, más densamente poblada, produjo un sensible cambio en el aspecto del agua, tornándose menos cristalina y con un gusto particularmente salobre, el que por cierto no es el gusto al que estábamos acostumbrados, al tomar “agua de la canilla”. Mientras la oposición intenta sacar provecho político de esta situación, argumentando preocuparse por la salud y calidad de vida de los uruguayos y realiza una interpelación en el Parlamento a las autoridades públicas involucradas (Ministerios de Salud Pública y Medio Ambiente) clama por restricciones severas y por la separación del cargo de las autoridades de OSE -por la supuesta ineptitud e ineficacia de su gestión en esta crisis- el Gobierno de la Coalición Republicana cierra filas en su defensa y apunta al “uso solidario y responsable del agua”. Se ha recomendado el uso de agua embotellada para personas con hipertensión arterial y problemas renales, lo que alertó a los médicos. Tanto el Gobierno de Montevideo como el Ministerio de Desarrollo Social, han impulsado planes para contribuir a la adquisición de esas aguas por los menos favorecidos –las que generalmente se presentan en bidones o en botellas plásticas- con menor índice de sodio, sin que nadie haga mención a la contaminación ambiental que a la postre, tales plásticos generan. Mutuas son las recriminaciones de los diversos actores, quienes debieron optar en su momento, por unas inversiones frente a otras, pero lo cierto es que, la OSE fue la gran postergada en la asignación de recursos públicos. Surge de esos archivos que, la realización de otros proyectos, como el ANTEL ARENA, supuso una inversión “prioritaria”, en desmedro del intento de prevenir o precaver con otras obras, situaciones de emergencia hídrica como la que estamos viviendo. El gobierno nacional se apresta a abrir la licitación del “Proyecto Neptuno”, que supondría la mayor inversión en obra pública en esta materia y con el que, se garantizaría tanto la provisión como la calidad del agua para la población, sin depender de las lluvias que puedan producirse naturalmente, lo que no conforma a la oposición. No obstante, resulta importante señalar que, la contaminación ambiental por plásticos, afecta los medios y la calidad de vida de miles de personas y reduce la capacidad de los ecosistemas de adaptarse al cambio climático. Por eso, debieran sustentarse y fortalecerse proyectos medioambientales y educativos, en lo que refiere tanto al uso responsable del agua, como a la clasificación y reutilización de desechos, para así llevar adelante políticas públicas de largo alcance, que la ciudadanía toda, pretende sean alejadas de mezquindades e intereses político partidarios.