El canal de todos
Fátima Barrutta
La semana pasada tuvo lugar en la Sala Nelly Goitiño del Sodre la celebración del 60 aniversario de Canal 5.
Fue una ceremonia austera, donde el anfitrión Gerardo Sotelo, director de la señal televisiva del Estado, y el Ministro de Educación y Cultura Pablo da Silveira, tuvieron palabras de reconocimiento para un emprendimiento público que ha variado de denominaciones a través del tiempo (supo llamarse Teveo y TNU), pero que es y seguirá siendo siempre para la gente “el canal 5”.
No faltó felizmente el recuerdo especial para un batllista de ley, que fue su fundador y primer director, así como quien más lo desarrolló a través de muchos años: Justino Zavala Carvalho.
Era hijo del escritor y gestor cultural batllista Justino Zavala Muniz, que en los años 40 del siglo pasado fundó la Comedia Nacional, una de las grandes instituciones que aún hoy enorgullece nuestra cultura aquí y en el mundo.
La primera transmisión continua del canal data de 1963, a poco tiempo del inicio de las señales privadas, y desde el principio marcó un estándar de calidad y rigor cultural que hizo mucho por la formación intelectual del Uruguay de su tiempo.
Alcanza decir, solo a modo de ejemplo, que Zavala Carvalho promovió la producción y emisión pública de teatro filmado, con un elenco de más de 40 integrantes pertenecientes al brillante movimiento teatral independiente de nuestro país.
En la noche de celebración del aniversario se otorgó una justa distinción a la querida actriz Lilián Olhagaray, quien junto a su compañero de vida Júver Salcedo, llevaron a cabo un exigente repertorio en las pantallas del canal, durante aquellos años 60, una década políticamente turbulenta, pero de la que se recuerdan grandes hitos culturales.
Lo mismo puede decirse de otras personalidades homenajeadas esa noche con toda justicia, como Cristina Morán, Jorge Da Silveira, Julia Moller, Jorge Traverso, Sergio Puglia e Ignacio Suárez, entre otros.
Un momento particularmente emotivo fue el que tuvo como protagonista a la hija de otro homenajeado: el inolvidable Julio Sánchez Padilla.
Un periodista deportivo que fue además un verdadero agitador cultural, generando un programa señero que entró en el libro Guiness por haber alcanzado el récord de salidas al aire en el mundo.
Sánchez fue también el impulsor de varias generaciones de periodistas deportivos, siendo de destaque que abrió esa actividad para profesionales mujeres, cuando el fútbol era uno de los tantos territorios machistas, tanto en su práctica como en su comunicación.
Debemos admitir que hubo algunas omisiones en los reconocimientos realizados en la celebración del aniversario: pienso en María Eloísa Galarregui, Lil Bettina Chouy, Sonia Brescia y, especialmente en Raquel Daruech, que paradójicamente fue invitada a la ceremonia y posteriormente manifestó públicamente su enojo por esa omisión.
Descontamos que la actitud de las autoridades del canal no puede atribuirse a discriminación ideológica o partidaria.
Primero porque se manejan siempre con un talante saludablemente liberal y tolerante con todas las ideas.
Y segundo, por la comprobación objetiva de que entre los efectivamente homenajeados hubo personas de todas las filiaciones políticas.
Siempre es difícil recuperar recuerdos sin caer en olvidos injustos, pero personalidades como las nombradas, todas ellas grandes periodistas que por mucho tiempo mantuvieron la vara alta de la información y el análisis de la realidad, merecen todo el destaque, en la trayectoria de un canal que nunca se movió por motivaciones comerciales, sino por la calidad de su programación en beneficio de la cultura.
Así que valgan estas líneas para homenajear nosotros también al gran Zavala Carvalho y especialmente a esas grandes mujeres uruguayas injustamente invisibilizadas en la ceremonia, que han marcado con su profesionalismo y carisma el altísimo nivel del periodismo uruguayo.