Arce; maniobra de reelección
en una Bolivia endeudada
Lorenzo Aguirre
El próximo 1º de diciembre – luego de un año de retraso – los ciudadanos bolivianos podrán concurrir a las urnas para elegir 26 representantes al Poder Judicial, como asimismo quienes dirigirán el Consejo de la Magistratura, Tribunal Constitucional Plurinacional, Tribunal Supremo de Justicia, y Tribunal Agroambiental. Por su parte, el presidente Luis Arce anunció que, en forma simultánea con las elecciones judiciales se realizará un referéndum respecto a tres aspectos: subvención de precios de combustibles – Arce, “advirtió”: el gobierno introducirá en el mercado, gasolinas no subvencionadas -, reelección presidencial – el mandatario busca un nuevo período, mientras el Tribunal Constitucional Plurinacional ha sentenciado que, “ningún presidente puede ocupar el cargo, más de dos veces” (límite no establecido en la Constitución), fallo imposibilitando una nueva candidatura del expresidente Evo Morales – y distribución entre nueve departamentos, de 130 diputados de la Asamblea Nacional, hecho que provocaría desniveles proporcionales en varias localidades.
Las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia están pautando números alarmantes por la disminución de mil quinientos millones de dólares, dejando un caudal de dos mil millones en billetes verdes, los cuales unos mil quinientos representan oro, cuatrocientos millones para divisas, y el resto, otros rubros.
El descenso, obviamente está relacionado en el contexto económico y financiero, e indudablemente muestra la total incapacidad de gestión del gobierno, para afrontar la situación.
La deuda, pone a Bolivia a expensas de Rusia, y China, países que a Luis Arce les cae simpáticos desde el aspecto ideológico, y en consecuencia demuestra su amistad dejando que, empresas chinas, exploten oro en ríos de la zona amazónica, operando con “cooperativas” mineras.
El gobierno de Luis Arce permite destruir la naturaleza debido al mercurio utilizado para reducir el oro, y a dicho presidente le importa “un comino” el daño que pasan los pueblos de esos lares, como también la erosión en los ríos, la contaminación al agua, y el resquebrajamiento del ecosistema.
Bolivia, tiene algo más que un modelo socialista, y el gobierno busca expropiar todas las empresas privadas – especialmente en Santa Cruz -, no está permitiendo a trabajadores llevar adelante paros laborales, y sanciona fuertemente a los “amotinados”. Más allá de lo expresado es oportuno recordar un antecedente de huelgas, en relación al incumplimiento por parte del gobierno, de volver a realizar urgentemente un “Censo Nacional”, documento que dejaría constancia la cantidad de habilitados para votar en las elecciones nacionales de 2025, y no pasar otra vez por el fraude que, en el sistema electoral, introdujo Evo Morales.
Sería bueno tener memoria, pues, en esa ocasión, cuando Santa Cruz fue respaldada por ciudades como, La Paz, Cochabamba, y Potosí, el “gobierno del pueblo” cercó la ciudad – Santa Cruz produce el 70% de alimentos (cerca de 17.5 millones de toneladas), generando la mayor recaudación de impuestos y tributos -, y prohibió la exportación de aceite, azúcar, y carne. Como si fuera poco, cortó el suministro de gas, llegada de gasolina, diésel, y, además, un grupo de choque reprimió a los ciudadanos.
Finalmente, el pasado mes de marzo se llevó a cabo el “Censo de Población”, el cual provocó reacciones en los partidos opositores pues la cifra fue de 11.313.000 habitantes, y no por encima de 12.000.00, diferencia que tuvo resultados políticos hasta llegar a enfurecer, y que, ahora, lleva a marchas de protestas en Santa Cruz, ciudad sumamente perjudicada. Los lugareños, exponen ser víctimas de un “fraude censal” a cargo del gobierno de Luis Arce; los registros manifiestan que, Santa Cruz, tiene 3.100.000 habitantes, mientras la “Institución Regional” pauta la cantidad de 4.000.000.
Los representantes locales están pidiendo auditorías porque lo expuesto implica desniveles en el proporcional de diputados sobre el total de 130 legisladores, y los mismo sucede a nivel Municipal.
Luis Arce, está dando oxígeno a la imposición del socialismo – así, era su plan -, y ha declarado: “Cuba, ya hizo eso, una verdad … Fidel, construyó el socialismo y empezó a mostrar las bondades a través de la salud, la educación, etc, y eso, va a ocurrir acá”.
Más tarde, el mandatario boliviano, señaló: “a efectos de igualdad, también debemos eliminar el derecho a la propiedad privada” …
Estaba reflexionando … ¿qué estarán pensando los cocaleros de Evo Morales? … porque, ellos, aplican sus leyes, y ninguno puede comprar ni vender bienes inmuebles si no tiene el consentimiento del sindicato y de todas las federaciones cuyo “compañero jefe”, es Evo Morales.
Politizando la Justicia
El próximo 1º de diciembre llega la elección popular de jueces, obviamente politizando y sin dar garantías respecto a la Justicia, a través de veintiséis cargos en el Poder Judicial, para dirigir el Consejo de la Magistratura, el Tribunal Supremo de Justicia, y el Tribunal Agroambiental, y contando en esta oportunidad con una oposición al “Movimiento al Socialismo” (“MAS”) – ideología: anticapitalismo, antiimperialismo, anti neoliberalismo, posición ultraizquierda, afiliado al “Foro de Sao Paulo”-, partido de Evo Morales, quien hiciera una reforma constitucional introduciendo el voto popular para la elección de “encargado” del Órgano Judicial. Sería momento para destacar que, en 2017, en la elección de jueces mediante votos, las papeletas en blanco fueron del 67%.
Por aquellos tiempos, Luis Arce fue un almibarado y derretido colaboracionista de Evo Morales, socio de Pablo Escobar, como asimismo compañero de “Chapo” Guzmán, y del “Cártel de Sinaloa”, llamado también “Cártel del Pacífico”. Así, pues, la adulonería de Arce, a figuras despreciables, deja muy claro los “valores” del economista “anticapitalista” que cuenta con un Master en Ciencias Económicas en la Universidad de Warwick, Coventry, Reino Unido, durante los gobiernos de John Roy Major como Ministro de Finanzas trabajando para Margaret Thatcher, y Tony Blair.
Finalmente, sería momento para hacer memoria y tener presente que, Luis Arce, ha sido mano derecha de Evo Morales, estimulando violencia, generando conflictos para lograr inestabilidad, y accionando la “Organización Morales”, actuando de manera paralela a las fuerzas armadas – a las cuales también “incentivó” financieramente -, siendo modelo híbrido de ejercicio político, social, y movimiento criminal, teniendo como prioridad reprimir en cualquier momento a ciudadanos opositores, y lograr el poder a través de las armas.