Política Internacional

Derribando estatuas: desafiando al biopoder bolivariano

Hugo Mach{in Fajardo

Cumplidos dos meses de las protestas contra el fraude electoral en Venezuela, los mismos autores del «Libro negro de la dictadura 2024» divulgan un reporte sobre el derribo y vandalización de las estatuas de Hugo Chávez, como expresión de la contestación popular al biopoder bolivariano impuesto en sus territorios.

Este reporte que difunde CADAL, ha sido realizado por defensores de derechos humanos venezolanos bajo una denominación genérica como protección ante posibles represalias.

«El presente ensayo es un intento de mantener la conversación sobre lo sucedido en Venezuela el 29 de julio de 2024, cuando en reacción al monumental desconocimiento de la voluntad popular ocurrió una de las protestas populares, en extensión y magnitud, más importantes de nuestra historia contemporánea, quizás sólo comparable cualitativamente con “El Caracazo” de 1989. La incomprensión sobre los marcos de acción colectiva de los habitantes de las barriadas venezolanas (con una lógica diferente de los sectores medios), junto a la férrea censura impuesta por las autoridades en medios de comunicación y redes socia-

les, ha imposibilitado la medición y comprensión del fenómeno.

Hay un amplio consenso que fueron los sectores populares venezolanos quienes, junto al liderazgo político, protagonizaron la épica de las elecciones del 28 de julio. Un acierto de la campaña electoral fue ir en búsqueda de la Venezuela profunda, en los territorios que eran considerados bestiones electorales históricos del oficialismo. Además, elaborar un discurso que sintonizara con las aspiraciones, demandas, deseos y frustraciones de las grandes mayorías del país. Incluso, la precariedad de la propia campaña, que no dispuso de importantes recursos económicos, se convirtió en un lenguaje en si mismo, que potenció la sinergia entre el liderazgo político y las clases E y F del país.

Aquí hay fortalezas democráticas que hay que mantener, desarrollar y expandir. Para ello hay que superar algunos prejuicios que los sectores medios mantienen sobre los sectores populares, alimentados y potenciados por el gobierno bolivariano, dado que la separación ha sido su principal estrategia durante dos décadas y media de hegemonía.

El objetivo de este reporte ha sido enmarcar las protestas del 29 de

julio, cuya materialización espectacular fue el derribo de estatuas de Hugo Chávez, bajo una interpretación (la reacción al despliegue del biopoder y la biopolítica bolivariana en sus territorios) que nos permita avanzar en el reencuentro político, en sentido amplio, de la sociedad venezolana, en aras de un análisis estratégico que nos permita seguir tomando decisiones en los esfuerzos por la redemocratización del país.

La literatura anglosajona descolonizadora tiene un amplio desarrollo del significado del derrumbe de los símbolos de la conquista en territorios originarios. Toca a nosotros darle el lugar, académico, cultural y político, que corresponde a lo que ha sucedido en Venezuela en los últimos años, en la pelea de sus habitantes por regresar a la democracia, la dignidad y los derechos humanos».

Compartir

Deja una respuesta