El carro de zapallos
José Luis Ituño_
A dos semanas de las internas partidarias y con cientos de puntos quirúrgicos que cerraron heridas, como debe proceder una de las colectividades políticas más importantes y serias del mundo, los colorados ya comenzamos a armar equipos y estructuras pensando en octubre.
Gracias a la bendita y ejemplar democracia, la elección marcó algunas tendencias dentro del partido colorado, pero bajo ningún concepto dejó ganadores y perdedores.
El último domingo de junio los batllistas elegimos un modelo, una forma de conducción con la impronta que deberá ponerle Andrés Ojeda, el compañero ganador, pero teniendo en cuenta que solamente con todo el partido junto y unido podremos comparecer en octubre, pensando en despertar el lunes 28 del mismo mes, con la noticia que llegamos al 20% de las preferencias de los uruguayos.
Un porcentaje cercano a ese 20% es el que nos permitirá pararnos en la cancha de otra forma, bien diferente a la presencia “testimonial” que hoy ostentamos en el gobierno de Lacalle Pou.
El carro de zapallos de la “Coalición Republicana” arrancó en 2019.
A los tumbos y con escasa movilidad para evitar pozos, esta particularidad de haber recorrido tumultuosos caminos, no resultó tan difícil en la medida que esto motivó que el carro se fuera bandeando de un lado a otro, beneficiando a que los zapallos se fueran acomodando.
La tarea ahora recae en el propio candidato Andrés Ojeda, quien tiene la responsabilidad de llevar las riendas del carro, con la salvedad que muchos pozos –ahora y con la experiencia de la Coalición- podrán evitarse.