Política nacional

El retorno del cassette

Diego MARTÍNEZ

Abogado. Periodista. Secretario General

de ANEP (1995-1998). Diputado (2000-2005)

Diego Martínez

Ha regresado el Frente Amplio del cassette.

Adiós General Seregni con su verbo del «consenso», hasta siempre Doctor Vázquez y sus acuerdos con don Jorge Pacheco Areco. Estilos de otras épocas y otros dirigentes, que sugerían la opción del entendimiento a pesar de grandes diferencias interpartidarias.

Volvió aquel viejo y envejecedor discurso que dividía a los uruguayos entre «compañeros y traidores», entre «militantes y fachos», entre «patriotas y vendepatria».

Volvió. Y volvió travestido.

Es la misma monserga histórica de confrontación que se llena las fauces de dialoguismo, pero en lugar de convocar a la revolución, o al diálogo si se ven perdiendo, ahora escupe grieta.

Es el cassette grabado en los años sesenta para colocar en todas las cabezas ingenuas, desprevenidas, distraídas, hasta ignorantes, que de pronto creen en un Uruguay de libertades pero no saben reconocerlo y menos defenderlo. Y terminan cruzando la avenida para creer y repetir un relato que solo apuesta a agredir e insultar sus valores fundamentales.

Un relato de «ellos» y «nosotros», de «buenos y malos», donde los grises que nos enseñó la tolerancia son tapados con el blanco y negro del conflicto permanente y de la negación del otro. La lucha de clases, jamás la conciliación de intereses que prioriza el interés general de los sectores populares.

El «play» del cassettero lo maneja hoy un individuo de nombre Fernando Pereira.

Fue la transferencia más importante de la temporada, en cuanto se le quiera asignar lenguaje deportivo. De la secretaría general del Pit-Cnt, a la Presidencia del FA, allí fue para confirmar que este último, hoy por hoy, no es más que el brazo político de aquel.

Pereira prende el casettero y se escucha grieta.

Ellos y nosotros. Ellos fracasaron con su modelo, nosotros estamos prontos para devolverle la felicidad al pueblo.

Ellos, el gobierno de Coalición, son un cúmulo de errores, nosotros tenemos todas las soluciones. Ellos son lentos, nosotros somos veloces. Ellos no proponen proyectos, nosotros los tenemos todos.

Cada vez que Pereira es entrevistado, nos explica que el Frente Amplio ya ganó en 2024.

Es un interlocutor sin memoria y sin presente.

Su cassette repite que ya estamos en 2024 y el Frente Amplio, fuerza política que jamás cometió errores cuando gobernó, ni tampoco ahora que es oposición, ya ganó y se apresta a transformar este triste y pobre país en una patria feliz.

Y lo repite. Lo reitera. Sin salirse de lo que le grabaron en el cerebro. Cuando algún periodista lo encara a Pereira, éste ataca al periodista, en un nuevo travestismo, el de aquel de Mujica «no sea nabo», a un prestigioso comunicador hoy retirado. Pereira aplica la característica del grabador, del parlante… Emite. Jamás escucha.

No escuchó que la Coalición recibió una herencia maldita del gobierno frenteamplista, no escuchó que con los 800: millones de dólares que hubo que capitalizar a Ancap por los errores y horrores de su correligionario Raúl Sendic, hoy el país tendría más margen de acción con los vulnerables.  No escucha al pueblo uruguayo agradecer a su gobierno que no nos haya cuarentenado y encerrado a partir de la pandemia como propuso su fuerza política. No escucha que en la propia LUC (Ley de Urgente Consideración), hay decenas de proyectos aprobados por el Parlamento y por el Ejecutivo que el pueblo apoyó.

No escucha que el Frente Amplio aún no ganó en 2024 sino que perdió en octubre y noviembre de 2019, volvió a perder en setiembre de 2020 y siguió perdiendo mal, muy mal, el reciente 27 de marzo en el referéndum por la LUC.

Pereira no escucha al mundo que le dice que el Uruguay tiene un gran presidente.

Pereira es hoy el altoparlante de la grieta.

Cuanto peor mejor.

En cualquier momento la propia realidad le apretará el Stop.

Y el cassette quedará, como ocurrió con los que se usaban hasta los años noventa, en desuso.

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