Historia, homenaje y reflexiones
Marcelo Gioscia
A propósito del cincuenta aniversario de los hechos históricos que dieron lugar al quiebre institucional del año 1973 -que motivara el merecido homenaje a tres protagonistas de primera línea en la defensa de las instituciones democráticas- como lo fueron, el Senador Amílcar Vasconcellos, el Contra almirante Juan José Zorrilla y el Vicepresidente de la República Jorge Sapelli, llevado a cabo en la Sala de la Convención del Partido Colorado, bueno es insistir en la correcta versión histórica de los mismos. Estos tres homenajeados, cada uno en sus funciones, supieron honrar sus respectivos juramentos de lealtad y fidelidad a las normas constitucionales y defender con su conducta ejemplar y valientes decisiones, esas instituciones a las que se debían. En ellos, se homenajeó también a mi modesto entender, a un buen número de ciudadanos que los secundaron y que sufrirían luego, la arbitraria categorización con que los usurpadores del poder señalaron a sus opositores, además de proscribirlos. Mientras grupos de “izquierda” (con la honrosa excepción del Dr. Carlos Quijano) el Partido Comunista y su órgano de prensa “El Popular”, la CNT, el Profesor Vivian Trías y hasta el propio Gral. Liber Seregni, aplaudían el golpe de Estado y arengaban a trabajadores y estudiantes, a unirse y a salir a la calle, así como consentían los Comunicados 4 y 7 de los sublevados y los principales “cuadros” dirigentes del MLN Tupamaros se encontraban en prisión, otros fueron quienes se enfrentaron contra los militares golpistas, arriesgando su vida. Los excesos de todo tipo, que luego perpetraron quienes se hicieron del poder a partir del 27 de Junio de 1973 y en la larga noche de esta dictadura, de ningún modo pueden justificarse, pero ello no debiera ser el fundamento de un relato a todas luces interesado, que buscó posicionar a la izquierda como los únicos defensores de los derechos humanos. Mal que les pese a estos “iluminados” de filiación marxista, (admiradores desde siempre de un proceso cubano inaceptable, que ha mantenido la tiranía castrista en la isla caribeña por mucho más de cincuenta años) no hay más verdad que la realidad, y su tendencioso relato, cae inexorablemente por la fuerza de los hechos históricamente comprobados. No supieron disparar un solo tiro contra la dictadura que se impuso entonces en nuestro país; apoyaron el golpe de Estado desconociendo la Constitución de la Republica y el valor de las instituciones democráticas y republicanas. Se alzaron incluso, contra derechos -que estimaban “burgueses”- y llegaron luego, a beneficiarse de los mismos, al recuperar la Democracia, pero lo que es aún peor -ni bien pudieron- instalaron un relato inadmisible de los hechos que precedieron al cierre del Parlamento. Una elaboración intelectual en la que, se atribuyeron todas las virtudes. Por ello, la importancia de insistir en la difusión de los hechos comprobados y verificados por los estudiosos de la Historia. Mucho más trascendente en estos tiempos, en los que, no sólo ha decaído la lectura, sino también y en muchos de nuestros estudiantes, la falta de comprensión lectora ha resultado tristemente comprobada y con ello, la pérdida del espíritu crítico.