Política nacional

Homenaje inadmisible

Marcelo GIOSCIA

Pretender celebrar –justamente en el 40 Aniversario del retorno a la Democracia en nuestro país- un homenaje a Raúl Sendic Antonaccio, con motivo del centenario de su nacimiento, en la Cámara de Diputados, resulta ciertamente un despropósito. Sus proponentes oficialistas, debieron evitar esa propuesta inaceptable, que motivó encendidas y fundadas intervenciones contrarias de la oposición. Felizmente, no se llevó a cabo.

Pero la realidad cruda y dura es que, se sigue pretendiendo imponer el relato alejado de la verdad; se sigue sin reconocer que, el MLN Tupamaros, movimiento fundado y liderado por este individuo -que pretendió alcanzar el poder por las armas- fue quien allanó el camino del Golpe de Estado y el establecimiento de un régimen dictatorial en nuestro suelo. Es esto lo que debe recordarse. Se alzaron en los sesenta, contra las instituciones democráticas y republicanas que regían plenamente en nuestro país por entonces. Muy lejos de seguir las atinadas “recomendaciones” del Che Guevara, brindadas cuando se presentara junto a Fidel Castro en Montevideo (como vencedores de la dictadura que oprimía a Cuba y a la que luego suplantarían) los Tupamaros, eligieron el camino de la violencia y el terror, para alcanzar el poder. Para el logro de sus fines, no dudaron en conformar una verdadera asociación para delinquir. Todos los medios les eran válidos: robos, secuestros, torturas y muertes de inocentes, fueron moneda corriente desde que iniciaron sus actividades clandestinas. Nada les importó. Jamás pidieron disculpas por sus delitos, que afectaron “vidas y haciendas”, así como la imagen internacional de nuestro país y lo que es aún peor, facilitaron a los militares la salida de sus cuarteles. Queda al desnudo que, muy poco les importa reconocer las verdades históricas. A quienes no vivieron esos tiempos y a sus seguidores, les han hecho creer que actuaron contra la dictadura. Sabido es que, el quiebre institucional se produce en 1973, cuando la mayoría de sus “cuadros” se encontraban en prisión. No les sirve a quienes defienden a esta nefasta figura, que se conozca la verdad. Insisten con tenacidad en mantener su falaz relato, (en el que, los únicos Derechos Humanos conculcados fueron los suyos, los que ellos violaron, no importan) lo que solo obedece a sus intereses. Los reprochables e inaceptables excesos que sufrieron durante la dictadura, así como las aberrantes desapariciones de sus militantes, vaya si les han dado argumentos para mantener viva su “lucha” y pretender su papel de “revolucionarios” para -a nuestro entender- ubicarse, en el mejor lado de la historia reciente. Mientras tanto, han cosechado votos y siguen cobrando indemnizaciones que pagamos todos. Supieron alzarse y despotricar contra las “libertades burguesas” y contra la “oligarquía”, y se sirvieron luego de las mismas instituciones republicanas que “aborrecían”, para llegar al poder legítimamente y disfrutar de sus mieles. Debieran tener un mínimo de dignidad para reconocerlo y atenerse a las consecuencias.

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