Política Internacional

La Moncloa en Waterloo

Lorenzo Aguirre

Lo sucedido en España nos provoca constipación, como también rechazo por lo observado en estas presidenciales donde, encuestas de todo tipo, dieron porcentajes totalmente distantes a la realidad. Por un lado y otro, los partidos sumaron información tendenciosa, bastardeada, en este juego donde para los protagonistas, primero está la ambición personal, en segundo término, el partido político, y, en tercer lugar, el país, el ciudadano, al cual le piden descaradamente el voto.

España nunca había transitado una campaña electoral tan grosera, y una pos electoral evidenciando día a día la decadencia política, a través de negociados, sin importar la moral, ni la ética, para poder llegar a colocar las nalgas en el sillón de La Moncloa.

El “Partido Popular” (“PP”) ganó las elecciones en cuanto a votos y escaños, pero la realidad es, que, Núñez Feijóo, únicamente podrá llegar a ser presidente de España, si al “PSOE” le da gana, pero dicho partido no va a entusiasmarse mientras Pedro Sánchez, esté al frente.

La suma de escaños del grupo derechista no llega a la mayoría absoluta de 176, pues, si no me fallan las cuentas, lograron 136 del “PP”, 33 por “Vox”, y 1 de “Coalición Canaria”, haciendo números en 170 – quizá, uno más, con el voto del exterior -, mientras, si Pedro Sánchez junta los grupos de izquierda, y acepta las exigencias de “Junts”, podría obtener los puntos necesarios.

Ahora, bien, Pedro Sánchez perdió los comicios, pero podría continuar un nuevo período como presidente si se le antoja a Carles Puigdemont, de acuerdo a las negociaciones que establezcan.

Es oportuno recordar que, Puigdemont, vicepresidente del Gobierno de la Generalitat, se fugó a Bélgica – residiendo como burgués en el municipio de Waterloo – pues el “Tribunal Superior de Justicia de Cataluña” lo investigó por presuntos delitos de prevaricación y desobediencia al “Tribunal Constitucional”, con agravamiento por malversación de caudales públicos.

El “Tribunal de Cuentas” ha reclamado la “módica” suma de dos millones de euros a Carles Puigdemont, por indebidos gastos en relación a promover el “procés” en el exterior, y desprolijidades financieras por respaldar “asuntos internacionales” a cambio de apoyo para que, Cataluña, se separara de España. Lo gracioso y grosero del asunto es, que, Puigdemont, no quiere separarse de la “Unión Europea”, pero entonces digamos las cosas con claridad: si Cataluña se transformara en “Nueva Cataluña”, la “Unión Europea” respetaría esa decisión, pero no existiría duda respecto a que, el flamante país no sería parte del bloque comunitario, y si lo deseara, debería llevar a cabo el trámite y proceso de adhesión, de la misma forma que los demás países.

Del mismo modo, la “Nueva Cataluña” quedaría aislada de la “Organización del Tratado del Atlántico Norte” (“OTAN”), pues, para ser miembro de dicha alianza se necesita consenso de todos los integrantes.

Volviendo a las negociaciones; como si fuera poco, la exigencia de Puigdemont y sus separatistas catalanes es que Pedro Sánchez firme el famoso Decreto convocando a referéndum de autodeterminación, el cual fuera suspendido cautelarmente por el “Tribunal Constitucional de España” de acuerdo al artículo 92 de la Constitución: “la exclusividad para este tipo de consulta le corresponde al Rey, a propuesta del Presidente, previa autorización del Congreso de Diputados”.

Esas negociaciones no solo definirían la presidencia a favor de Sánchez, estamos hablando también contar con el apoyo de Puigdemont para ganar además todas las votaciones parlamentarias, más allá que, el mandatario, necesite a Puigdemont, como nexo y estímulo para gozar con el respaldo de “EH Bildu” – coalición de ideología nacionalista e independentista vasca, de extrema izquierda, cuyo líder es Arnaldo Otegi, portavoz de “Batasuna”, formando parte del “Movimiento de Liberación Nacional Vasco”, brazo político de la organización terrorista ETA – y de “Esquerra Republicana de Catalunya” (“ERC”) – cuyo líder es Oriol Junqueras, y el coordinador general, Pere Aragonés -, de ideología independentista catalán, movimiento político que se abstuviera a dar el voto de apoyo a Pedro Sánchez para que fuera investido en las anteriores elecciones. Ahora, esos que evitaron sostener a Sánchez, podrían votar por la afirmativa, y junto a “Junts”, levantarían al actual presidente, dándole otro período de gobierno.

Indudablemente, eso, traerá en consecuencia que, al existir “tanta demanda de apoyo” por parte de Pedro Sánchez, “Junts per Catalunya”, con Carles Puigdemont, como asimismo las otras fracciones, subirán el precio en las negociaciones, empezando por el independentismo catalán cuya valiosa “mercadería” es el referéndum en Cataluña, la amnistía para 4.000 “represaliados independentistas” y la soberanía.

Ahora, si a Pedro Sánchez se le ocurre decir que no negocia porque las “cuotas” a pagar son muy altas, entonces los españoles tendrían que ir a una segunda vuelta electoral, la cual podría ser para fin de año.

“Junts per Catalunya” tiene la llave de la gobernabilidad, porque, ellos, manifestaron no investir a Pedro Sánchez, ni a ninguno que no solucione el conflicto político de «su país», y eso pasa por amnistía y autodeterminación.

Jordi Turull – Secretario General de “Junts”, y mano derecha de Puigdemont –, manifestó: “amnistía y autodeterminación son básicos para resolver el conflicto político de Cataluña, y si alguien quiere alguna investidura, y obvia que hay ese conflicto, que se olvide de nosotros”.

Por su parte, Myriam Nogueras – Jefe de Filas en el Congreso -, señaló: no vamos a dar un voto a cambio de nada. Estamos aquí no para salvar el Reino de España, sino para servir a Cataluña, y a partir de aquí, si alguien quiere ser presidente del Reino de España necesitará nuestros votos, y será presidente quien nos diga qué cosa está dispuesto a hacer”. 

“Junts”, forzará una negociación sobre la autodeterminación y un referéndum que culmine en independencia, pues, para la referida formación política, y Carles Puigdemont, el perfil es antisistema, consideran vigente el orden separatista del referéndum ilegal, y buscan además desestabilizar a España, que, por supuesto, es baraja decisiva para lograr la secesión.

Los principios rectores de “Junts” – actualizados y editados hace pocos meses – dejan claro la necesidad de un enfrentamiento con el Estado para forzar una negociación sobre la autodeterminación de Cataluña, y sostiene que, la agrupación y su líder, defenderán cueste lo que cueste, la necesidad de volver al “procés”, para llegar a la liberación nacional.

El manifiesto de referencia también señala: “para culminar el proceso de independencia hace falta una revuelta democrática como la que empezamos a vivir en octubre de 2017, y “Junst” no renunciará a ejercer todas las acciones políticas necesarias para hacer efectiva la independencia”.

Si Pedro Sánchez continúa acomodando sus nalgas en el sillón presidencial, España tendrá un gobierno de perdedores, y “La Moncloa” estará en Waterloo.

¿Qué estará pensando, Napoleón?

Compartir

Deja una respuesta