La “Nube” como el aula de la enseñanza y el aprendizaje
Claudio Rama
El lugar de la educación, de la transmisión de información y de la creación de competencias en forma organizada, ha ido evolucionado en la historia, y actualmente asistimos a una nueva transformación.
De la familia y la casa, al ágora pública y las plazas, de allí a los talleres y ámbitos de trabajo, para luego pasar a estar centro de centros religiosos y evolucionar hacia espacios dedicados en instituciones especializadas apoyadas por sus bibliotecas, hemos asistido a transformación de las aulas y de sus formas de funcionamiento. Con la disrupción digital ingresaron a las aulas tecnologías de comunicación a información como computadores, proyectores de láminas, periféricos o interfaces y recursos de aprendizajes.
Pero lo dominante es la lenta desaparición de esas aulas de cuatro paredes como ámbitos de enseñanza y sin duda la pérdida de su rol dominante. En primera instancia irrumpieron las plataformas asincrónicas cerradas como los LMS (Learning Management System), colocados en las propias instituciones. Yo no sólo como repositorios digitales sino como espacios de interacción educativos. Sin embargo con la consolidación de Internet y los centros de datos, las aulas virtuales de las universidades migraron hacia la “Nube” digital, al mundo del “cloud computy”, que se soporta en la economía digital y el capitalismo de plataforma de prestación de servicios globales.
Este avance digital se reforzó con la educación sincrónica o “streaming” conocido por los servicios de Zoom y otros, apoyados exclusivamente en la nube, y que están crecientemente acompañados de diversidad de otros proveedores con sus propios servicios y hasta micro certificaciones. Todo ello está ampliando el ecosistema educativo y consolidando la nube como el aula de enseñanza global, más allá de ser servicios nacionales.
Es una enorme tercerización de las actividades de enseñanza, mediante el desarrollo de miles de aplicaciones educativas en la nube, contribuyendo a los procesos de enseñanza a través del desarrollo de aplicaciones, recursos de aprendizaje, simuladores educativos, herramientas de gestión, o incluso de juegos educativos. Las Apps se conforman en los caminos de acceso a la nube, a la vez que herramientas de tareas de la enseñanza y el aprendizaje, así como de la gestión académica e institucional.
El cambio es enorme. La movilidad académica presencial se transforma en movilidad virtual al interior de la red, el uso de ambientes presenciales prácticos se va realizando en simuladores en red, y de la asistencia física a las bibliotecas pasamos al acceso a las revistas académicas en grandes bases de datos como lo hacemos con el Portal Timbo. Igualmente interactuamos con profesores con sus video conferencias sincrónicas y asincrónicas todas en plataformas en la nube, y en ella nos evaluamos en sistemas de “múltiple choice” Toda nuestra enseñanza está pasando a la nube como componente dominante.
Si antes el aula presencial era lo dominante, y cualquier otro componente era marginal como el libro, la biblioteca, un laboratorio o una práctica presencial, ahora lo dominante es la enseñanza en la nube conformada por miles de nodos interconectados, y lo marginal son las evaluaciones o prácticas en el mundo real.
Este crecimiento de la nube como el aula en el contexto digital, descansa en su eficiencia, abaratamiento de los costos de comunicación y de equipamientos digitales, así como de las mejorías en la capacidad de procesamiento o en la conectividad, junto al ingreso de nuevos proveedores de servicios que van impulsando nuevos servicios educativos, incluso permitiendo la enseñanza en tres dimensiones. Allí no falta el profesor, ni está cerrado el establecimiento por ser domingo o hay huelga, tiene redundancia y nunca se cae, nadie la puede apagar.
La conformación de esta nube es la puerta a un nuevo futuro. En la gestión de la nube, en los avanzados sistemas de algorítmicos capaces de obtener información muy precisa que no podría ser calculada por los sistemas convencionales fue que nació la IA. Ella mejorará aún más la administración de los recursos y permitirá brindar mejores servicios gracias al procesamiento de los enormes volúmenes de datos allí almacenados.
Los algoritmos de aprendizaje automático y la capacidad de análisis predictivo optimizarán más aún esos recursos en función. La IA l llevará la nube a un nivel superior de eficiencia y capacidad. Y sin duda, reforzará el mercado de negocios de la nube hoy dominado por Amazon, Microsoft y Google junto a otras empresas menos protagónicas como Alibaba Cloud, IBM, SAP u Oracle. Allí fue donde se gestó las nuevas aulas de enseñanza, y se sentaron las bases de nuevas transformaciones con la IA.