Política nacional

Las matemáticas y el haber de retiro

Zósimo Noguira

La masiva  inclusión de individuos y colectivos como beneficiarios del sistema previsional sin los ahorros y aportes obligatorios desdibuja las asimetrías previstas originalmente para pago de jubilaciones.

Las cajas para estatales con regímenes y sistemas de cómputos diferentes, con años de gracia, y otra infinidad de prestaciones del Bps desequilibran y distorsionan el uso de los aportes de empleados y empleadores.

Como solución y en procura de equilibrar las cuentas, se prevé aumentos de montepío, aumentos de edad para jubilarse y de años de aportes, reducción de taxas de reembolso etc etc.

Se dice que el sistema colapsa, que los aportes de empleados y empleadores son insuficientes.

Pero los administradores de los recursos del Estado año a año han incluido nuevas prestaciones, elaborando proyectos generalmente altruistas con nuevas erogaciones al BPS sin los incrementos de recursos necesarios.

Se dispone inconsulta y arbitrariamente de los ahorros previsionales de trabajadores, patrones y empleados. 

Con más  y más planes sociales sin recursos genuinos es imposible desarrollar de manera ordenada lo planificado.

Todo individuo cuando paga montepío, pretende generar un ahorro para cuando cese en su actividad laboral y vivir de esos ahorros programados y preestablecidos.

Pero si ese dinero se diversifica en otras direcciones todo sale de control y llegamos a esta situación que se dice crítica.

Se omite decir que rentas generales que sostiene a cajas desfinanciadas obtiene sus recursos de impuestos nacionales como el IVA, que en esencia lo paga el trabajador cuando adquiere cualquier producto de consumo.

O sea, sus aportes no se resumen al montepío obrero – patronal.

Tenemos el caso de las pensiones a la vejez.

El Estado como pater – famili se hace cargo de sus ancianos, pero los recursos no deben salir de los aportes previsionales de los trabajadores.

El BPS masificador de estas prestaciones  cubre asignaciones familiares; apoyo a madres adolecentes y jóvenes; apoyo a la lactancia; asistencia odontológica; asistentes a ley de cuidados; complementos del BSE  a seguros por enfermedad y por accidente laboral; pensiones por delitos violentos o hijos de víctimas de violencia domestica; subsidio por desempleo; desempleo parcial; primas por recién nacido; desempleos por despidos o suspensión; servicios fúnebres; maternidad –  paternidad.

Todas estas prestaciones son de alto contenido social y no escapan a la sensibilidad del Estado, pero cuando el legislador y lo diversos poderes del estado toman resoluciones de ese tenor y alcance deben disponer la asignación de recursos necesarios; y si no los hay crearlos de manera íntegra.

El BPS no puede asumir costos ni hacer beneficencia con dinero que no es suyo, es dinero de los trabajadores “aportantes”.

Ya actúa de manera abusiva cuando fija topes para jubilaciones pero no topea los aportes.

Eso en parte se soluciona con las Afaps    

Considero que el trabajador merece una explicación clara sobre el manejo de sus aportes previsionales, con números claros desglosando todos esos servicios y prestaciones que el Estado realiza imperativamente.

En ese amplio conglomerado de prestaciones tenemos cosas propias de salud pública, y muchas que son resorte del MIDES.

¿Porque todo se canaliza a través del BPS?

¿Se estarán asignando los recursos necesarios?

El Presidente en algún momento dijo que no se modificaría la edad de retiro, pero está claro que  lo que se recauda por montepío obrero patronal, no se corresponde con las erogaciones que realiza el BPS.

Esa situación de las cajas que requieren de aportes de rentas generales es la luz roja más notoria.

Todas en mayor o menor grado de situación deficitaria.

Urgen soluciones. ¿Sobre quién recaerá el peso de este desfinancia-miento?

La baja natalidad y la mayor expectativa de vida determinaran medidas extraordinarias y de urgencia.

Los costos irremediablemente serán de cargo de la clase trabajadora pero que certezas tendrán en la solución y en qué medida el Estado compensa este sacrificio. 

Las promesas electorales de nuestro partido, las movidas actuales por la derogación del IRPF e IASS.

Considero que los cálculos de haber de retiro deben corresponderse con los aportes de y para los trabajadores en actividad.  Doce mensualidades más el Aguinaldo. 

Controles efectivos y jubilaciones porcentuales en base a los aportes.

No corresponde topear montos si no se topean aportes.

Las jubilaciones deben corresponderse con los salarios de los activos en el porcentaje que se determine sin quitas imperativas.

Los aportes previsionales son una caja de ahorro.

Toda otra acción social que realice el estado debe ser subvencionada con recursos propios.

Si no se cumplen con los aportes requeridos para las jubilaciones, el Estado deberá promover otro tipo de solución como es el caso de las pensiones a la vejez.

Nunca “meter la mano en la lata” de los ahorros previsionales.

Las pensiones graciables no pueden subvencionarse con dineros del montepío previsional.  

Es imperioso el desglose para determinar la verdadera situación y hacer las correcciones necesarias.

Y como todo se trata de dineros y cálculos vino a mi memoria un personaje carismático.  Un personaje de ficción Beremias Samir.

Resolvía situaciones imposibles como dividir 35 camellos entre 3 personas.  Repartos increíbles dejando a todos satisfechos; todos salían a consultarlo

Bajo el pseudónimo de Malba Tahan el escritor y profesor de matemáticas  Julio Cesar de Mello y Souza en su novela “El hombre que calculaba” hace alardes desarrollando las propiedades del número 142857 multiplicándolo o dividiendo por 2.3.4.5.6.7.8.9  Hagan la prueba.

Todos los resultados tienen los mismos números en diferente orden.

Esperemos que se logren las soluciones sin la necesidad de los aportes de Malba Tahan.  Soluciones reales que dejen conformes a todos.  

Que se inicie un proceso por el cual los jubilados puedan cobrar su aguinaldo como prometió nuestro partido en campañas anteriores y tengan los mismos beneficios que la clase activa.

Que los matemáticos hagan las cuentas, si faltan recursos que los provean.

Pero que a los jubilados no se les restrinjan derechos ni que a los aportes previsionales se les cargue con soluciones económicas ajenas.

En este mismo contexto y como Batllista considero inconcebible que se graven salarios y más aún jubilaciones, un dinero retorno de ahorro personal.

No era suficiente el IVA y don Astori y compañía le hincaron el diente.

Tampoco fue suficiente la gradualidad de un mismo porcentaje e inventaron las franjas.

Siempre igualando hacia abajo, molesta la diferencia del esfuerzo personal

Pocas voces se alzan contra esta realidad, pero es común que muchos profesionales se frenen en su empuje laboral para no pasar de franja  y reducir salario por mayor porcentaje de descuentos. Se exponen a ganar menos con más horas de actividad.

Abogo por un sistema previsional real, de construcción individual monitoreado permanentemente para elegir el momento de jubilarse. Coexistente con las demás prestaciones de previsión como las pensiones pero diferenciados con el origen de los recursos que los solventen.

Para la clase trabajadora la jubilación es casi que su sostén exclusivo.

Cuando el trabajador con las fuerzas y salud menguadas resuelve jubilarse no es justo que disminuya su calidad de vida, no deben desviarse sus ahorros previsionales.       

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