Política nacional

Ni chicha ni limonada, a lo Poncio Pilatos

Daniel Manduré

Quien no ha utilizado o por lo menos escuchado en alguna oportunidad la frase “no es ni chicha ni limonada” haciendo referencia a aquello que no es una cosa ni la otra. Son dos tipos de bebidas diferentes entre sí, por un lado, una bebida alcohólica, de sabor fuerte, como la chicha, esa bebida fermentada y no destilada que proviene del maíz. Por otro lado, la limonada, esa bebida refrescante, se sabor suave a base de limón y azúcar. La frase comenzó a utilizarse para señalar algo que no es ni una cosa ni la otra, algo sin sabor, indefinido, que no se sabe bien lo que es, que no tiene gusto a nada.

Algo parecido observamos en la decisión adoptada por el Frente Amplio al haber, casi que, obligado por las circunstancias, de dejar en libertad de acción a sus diferentes agrupaciones para apoyar o no el plebiscito impulsado por el Pit Cnt referido a la ley previsional votada hace muy poco en el parlamento.

Claro que la libertad individual en la toma de decisiones es un valor fundamental, que defenderemos siempre y que va a estar presente por encima de la sugerencia o incluso el mandato de los referentes políticos. No es la primera vez que sucede ni será la última en la que un grupo político otorga esta libertad de acción. Pero hay temas y temas. Una cosa es dejar en libertad de acción a sus dirigentes cuando por ejemplo hay en el fondo valores filosóficos o religiosos y creencias individuales diversas que llevan a tomar ese tipo de decisiones para no afectar su conciencia y otra muy diferente es en temas vitales para la república toda. De la que depende el bien general. Cuando en esa decisión a favor o en contra nos va la vida. Cuando de esa decisión depende incluso la supervivencia de un sistema.

En no adoptar una posición a favor o en contra en un tema de tanta importancia es de una gran irresponsabilidad política.

El Pit Cnt propone eliminar las Afaps, meterle la mano en el bolsillo a la gente, apoderarse del dinero de los ahorristas, expropiarle el dinero a sus afiliados y pasarlos al Banco de Previsión Social. Les dicen a los ahorristas: “sus dineros ya no son suyos, ahora nos pertenecen y veremos qué haremos con ellos”, una verdadera aberración jurídica. El desprecio por el derecho adquirido. El tiro de gracia para los ahorristas, disponiendo 24 meses para su cese.

El Pit Cnt pretende establecer en la propia constitución de la república la inamovilidad de la edad de jubilación en 60 años. Una locura, propia de la irracionalidad ideológica que los mueve y la demagogia que los invade. A contramano del mundo que va hacia otro lado, con una población cada vez más envejecida y con una expectativa de vida mayor que hace 30 años.

De prosperar esta aventura llegará un momento que no se podrán pagar más las jubilaciones ni las pensiones, llevará al sistema a un profundo caos, difícil de salvar.

Mientras esto sucede en el Pit Cnt, el Frente Amplio, está entre las cuerdas. Con posturas encontradas, que colisionan unas con otras y que son contradictorias. Algunas fuerzas, entre ellas la de más peso como el Partido Comunista apoyan el plebiscito y militarán por ello, otras han adoptado posturas tibias, tímidas, salen a hablar de la inconveniencia de ese plebiscito e incluso algunos se animan a mencionar dudas jurídicas.

No se logró saber en toda la discusión parlamentaria sobre este tema, cual es la propuesta el Frente Amplio, no se sabe hoy. Seguramente porque no tiene ninguna y la idea es dejar la ley a la que se opusieron, como ya hicieron en otras oportunidades. El gran planteo es hablar de un gran dialogo nacional, lo mismo que no decir nada.

Lo cierto es que el Frente Amplio decidió hacer como el prefecto de Judea, Poncio Pilatos, que, según el evangelio, e influido por una turba enardecida que exigía la ejecución de Jesús, decidió lavarse las manos. El peso de la tribuna pudo más que la razón. El panfleto le ganó a la realidad.

Decía Poncio Pilatos: “Inocente soy yo de la sangre de este justo, allá vosotros” y eso parece decir el Frente Amplio, lavarse las manos en un partido decisivo. Mirar para otro lado, la culpa será de otros, en un partido decisivo y que el Frente Amplio sumergido en la más absoluta irresponsabilidad, prefiere no jugar.

“Cuando las papas queman”, el Frente Amplio, actuando como siempre, no es  “ni chicha ni limonada”

Compartir

Deja una respuesta