Política Internacional

Las voces de ángeles no traen  deseos del “gran Dios”

Lorenzo Aguirre

Hamás, declarada yihadista, nacionalista, e islamista, en su objetivo original – definida en la carta fundacional – pretende establecer un Estado islámico en la región histórica de Palestina (actuales, Israel, Cisjordania y Franja de Gaza), con capital en Jerusalén, demostrando una vez más a lo largo y ancho del planeta, no ser diferente de Al Qaeda, como asimismo del Estado Islámico de Irak. Hamás, quebró una vez más el llamado “alto el fuego”, comenzando sus ataques contra Israel, y gritando a los cuatro vientos, “vamos a entorpecer la vida en las ciudades, y vomitaremos en sus tumbas”. Hamás, es una organización política terrorista –  igual al nazismo – buscando exterminar al pueblo judío, desestabilizar Europa, y lograr una supremacía en la cual no exista una democracia laica. Hamás, es parte de los “Hermanos Musulmanes de Egipto”, “fuente divina” de “inspiración cósmica” cuyo propósito es crear un Estado “bendecido”, misión llevada adelante basada en “las voces de los ángeles que traen el deseo del “gran Dios”. Pero… ¡están equivocados, no será así…! ¡sus “ángeles y dioses”, se perderán en la oscuridad!

Un articulado del documento – donde figura Al Qaeda, y el Estado Islámico, como organizaciones de mayor trasgresión a los Derechos Humanos – de la “Organización de las Naciones Unidas” (“ONU”), elevado al Consejo de Seguridad, muestra una absurda esperanza: “el problema Israel sobre relaciones con el Estado Islámico, e Irán, es un expediente que, en un tiempo no muy prolongado pasará a integrar una carpeta dentro del archivo Programas Estabilizados”.

La insolencia no tiene límite, y a esos “señores” habría que mandarlos lo suficientemente lejos como para que se entusiasmen y no vuelvan. Si bien quisiéramos tener fe en tamaña “visión del oráculo”, dos mil años de cristianismo, y un siglo XX con dos Guerras Mundiales, Vietnam, Congo, Corea, el Golfo, hasta llegar al “emblemático” nuevo siglo, donde observamos las atrocidades ocurridas, hace difícil tener esperanza en estos “temas de credo” que, quizá, nos la responda la muerte.

A lo largo de los últimos años se observa polarización e intranquilidad por la inestabilidad en la zona, como también incómoda relación internacional, especialmente con Estados Unidos – debido al polémico programa nuclear de Irán -, y deberíamos poner énfasis que, Washington, desde hace tiempo mantiene latente y censura aseveraciones que Netanyahu sostiene en reiteradas oportunidades. Si recordamos, el ex Secretario de la Presidencia de los Estados Unidos, Mc Donough, en cierta ocasión señaló: “la ocupación de Cisjordania por parte de Israel, debe terminar”. La declaratoria, provoco incomodidad entre el Primer Ministro Netanyahu y la Casa Blanca, a tal punto que, el presidente Barack Obama, modificara en buena medida su curso de acción.

Ahora, en mi opinión, existen dos aspectos fundamentales cohabitando y definiendo la situación, como también el futuro cercano.

Está ocurriendo un terrorismo dentro de una guerra, y uno de los puntos neurálgicos es justamente el grupo Hamás, que, si en alguna medida combate supuestamente por un Estado Palestino, la realidad es que maneja una estructura ideológica. Una de las pruebas tiene que ver con sus desbordes bélicos y mutilaciones dirigidas a civiles, como por ejemplo en el territorio de Gaza, zona que fuera inundada de treinta corredores subterráneos formando una red sofisticada – con un costo de cien millones de dólares, financiada por el contrabando y el narcotráfico – donde dicha organización se movía desde allí, para borrar del mapa a toda la población de Israel.

El segundo punto; las negociaciones para la paz no han funcionado porque la problemática pasa por diferencias grandes y comprometidas buscando una postura diplomática para un supuesto conflicto de nacionalidades, cuando en realidad se debería encontrar una vía que mediara de otra manera porque Hamás se mueve con conceptos y coordenadas religiosas, entonces los valores son opuestos.

La postura de esos terroristas no es respetar los derechos de sus vecinos, sino instalar un estado islámico, “espiritual”, fundamentalista, feudal, y el “asunto Hamás” entonces no pasa por la defensa de un Estado Palestino, sino por pilares ideológicos.

A decir verdad, la puesta en acción ha sido coordinada desde Teherán, y es oportuno destacar que, cuatro días antes del atentado, el líder de Irán, y Supremo de la clase dirigente clerical islámica, Ali Jamenei, manifestó: “llegan pronto los días para acabar con Israel”.

¿Irán, lo hace por un estado palestino? ¡Por favor! Los estatutos de “Hamás” no mencionan la creación de un estado palestino, y dichos terroristas utilizan al pueblo palestino, para una guerra – ¡no atentado! – cuya dimensión puede ser incalculable.

Sería adecuado tener presente que, los “Acuerdos” a punto de rubricarse – entre Israel, Marruecos y Arabia Saudita -, desestabilizarían a Irán, dejándolo en solitario, pero, justamente, luego del ataque terrorista – ¡vaya coincidencia! -, el partido más importante del parlamento marroquí – partido islamita – se solidariza con Hamás.

Con lo expuesto, me animaría a decir que, Arabia Saudita, no creo firme ningún acuerdo, y entonces la posible estabilidad en la zona, quedará en el olvido.

Por lo expresado, es probable que, Irán, continúe con su “programa” de convertirse en el líder intelectual e ideológico, del mundo islámico radical.

Por último, para terminar con fanatismos y tonteras, sería momento de señalar que, las terribles imágenes con violaciones, asesinatos, y degollamiento de bebés, salieron en tiempo real, en línea, en el Canal Telegram de la Guardia Revolucionaria Iraní, y desde allí, también se editó para otros despachos internacionales.

A lo largo del tiempo la diplomacia internacional no ha tenido suerte con sus negociaciones, además de manejar perfiles equivocados desde el punto de esencia, como otrora lo abordara el ex Secretario de las Naciones Unidas, Ben Ki – moon, quien planteara una postura respecto a una confrontación israelí – palestino, pero olvidando que, Hamás, no es un país.

A ese “pequeño” matiz desconociendo a Israel como Estado democrático, mientras Hamás es una organización terrorista internacionalizada, ahora se agrega lo absurdo al sugerir que, Netanyahu, y el presidente palestino Mahmud Abás, se reúnan con Ismail Haniyeh, actual jefe político de Hamás – responsable del reciente ataque a Israel -, para discutir acuerdos, o por lo menos una tregua. Planteamientos de esa naturaleza rayan lo ridículo, haciéndonos pensar si nos tratan de tontos, o si la charlatanería necia con la cual conviven, no tiene límites, porque estamos hablando de situaciones límites donde están presentes ataques planeados y llevados a ejecución por enfermos mentales, criminales que violan y socavan los principios de la humanidad.          

Entre las masacres realizadas por Hamás, lo que domina es la conmoción por el horror, donde en el Kibutz Kfar Aza, unos 70 terroristas armados con machetes irrumpieron en esa pastoral, degollando a 40 niños y bebés en sus cunas.

António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas (fue Primer Ministro de Portugal, y Presidente de la Internacional Socialista), manifestó: “si bien reconozco las preocupaciones legítimas sobre seguridad de Israel, también le recuerdo que las operaciones militares deben realizarse en estricta conformidad con el Derecho Humanitario”. Luego, Guterres, acotó: “misiles israelíes impactaron en centros sanitarios, edificios residenciales, y mezquitas dentro de la Franja de Gaza”, y culminó diciendo sentirse “profundamente consternado por el accionar de Israel, de sitiar Gaza”.

Dicha “sabiduría evangelizadora” … ¿no erosiona la esperanza, respecto a la paz?

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