Requisitos para un buen desempeño policial
Policía dubitativa, impresionable
Zósimo Nogueira
Un par de eventos de estos días han desnudado notorias debilidades en cuanto a la formación de los cuadros policiales subalternos y a su capacidad operativa.
En un horrendo crimen; la muerte de dos niños por parte de su padre desquiciado, una de las notas recurrentes fue la afectación psíquica de los policías que allí exhibieron muestras de congoja y llanto.
El trágico hecho ocurrió en la zona céntrica, Soriano y Ejido.
Eran policías jóvenes, tal vez su primera experiencia traumática pero algo está fallando.
No están debidamente preparados.
El Sindicato se solidarizó demandando una unidad de atención sicológica.
Ya está previsto; desde el 2002 existe en el HHPP una unidad Distrés funcional, cuyo lema es “Cuidar a Quienes nos cuidan” Trata casos traumáticos y su reinserción laboral.
Existen protocolos de atención.
Esto nos muestra una falla en los programas de selección y formación del los policías.
No es una situación del cotidiano pero el policía debe endurecer su piel para soportar situaciones extremas, debe estar listo para socorrer y lidiar con heridos, fallecidos, hallazgos macabros, accidentes fatales, debe mantener la calma y mostrar serenidad.
En un enfrentamiento la muerte puede estar a su lado; de víctimas, infractores, malvivientes o compañeros. Debe continuar activo.
En estos tiempos violentos debe realizarse una segunda evaluación sicológica previo a su ingreso de los cursos de preparación funcional.
Este tipo de stress emocional no es exclusivo de la policía, lo padecen múltiples profesiones médicos, enfermeros, bomberos y cualquier persona que por un caso fortuito sea protagonista o testigo de hechos de estas naturalezas.
Que diremos de los empleados de empresas fúnebres o quienes se desempeñan en el Instituto Técnico Forense. Equipos periciales, personal de homicidios etc.
Su carácter de autoridad hace necesario que esté capacitado para enfrentar momentos difíciles, y sus superiores o el propio funcionario sabrán si la situación traumática requiere de ayuda sicológica. La ayuda profesional existe, está ahí.
Los planes de estudio y capacitación han variado, se han hecho menos intensos y cada tanto como ahora abrevian tiempos de formación por la urgencia de recursos humanos.
Menos horas de clases teóricas y prácticas es sinónimo de menor preparación para la función.
El episodio de Manga.
Agresión a golpes de puño, tiros, fuga de una persona ya detenida.
Falta de preparación para operaciones y conocimiento de defensa personal
Con ausencia visible de superiores, las filmaciones que trascendieron en las redes muestran indecisión, falta de contundencia y rapidez al realizar el procedimiento.
Asumido el riesgo de una intervención en terreno hostil debe actuarse con rapidez y cumplido el objetivo retirarse prestamente.
Además es notorio que los policías actúan intimidados por las filmaciones. Tarea difícil la de contenerse ante tantas provocaciones y amenazas.
Seguro que no es fácil enfrentar una situación con tantos posibles agresores dispersos y en movimiento. Por desgracia estos episodios se han hecho reiterativos.
Se desnuda falta de preparación y escaso número de funcionarios para una operación entre tanta gente hostil.
Si el operativo es circunstancial y a continuación de un evento de flagrancia pueden justificarse ciertas falencias, pero si era una detención programada no.
En ese caso es responsabilidad de los mandos.
Está claro que hay responsabilidad de otros, para que en un barrio capitalino a pleno día se reúnan tantos jóvenes varones y mujeres en edad de trabajar o estudiar y rodean a la policía impidiendo su trabajo. Faltan estímulos para estudiar y prepararse para un trabajo.
El mundo de los conocidos ni-ni; ni estudio ni trabajo. Una creación y reproducción de tiempos cercanos que se agranda.
Veremos el alcance de la actuación del fiscal de turno, la LUC impone sanciones penales a la falta de respeto y menoscabo de la autoridad policial.
La inseguridad solo se combate con una policía empoderada, comprometida y eficiente.
Antes que más fiscales y Jueces, se necesitan más policías ejecutivos y con adecuada preparación y condición física.
Hay tres pilares a considerar para reducir la actividad delictiva.
La cercanía del policía con la comunidad, interactuando y acercando información de la actividad de la jurisdicción.
Percepción de situaciones extrañas que solo se logra con el fortalecimiento de las comisarias seccionales. El vinculo población, policía. Capacidad de respuesta ante una demanda o pedido de la vecindad.
Esto seguramente será tratado en el parlamento pues es uno de los temas para la convocatoria del Ministro del Interior a Comisión.
Sistema de patrullaje permanente con capacidad de respuesta rápida a las demandas de auxilio por acciones presuntamente delictivas, y tareas de observación.
Eso reduce sensiblemente la operativa criminal. Menos hurtos, menos rapiñas, menos muertes, mayor represión infraganti.
Y fortalecimiento de las capacidades de investigación, más efectivos, más tecnología y mayor preparación.
Variando las palabras y momentos siempre lo reiteramos.
Se ha habilitado la partida presupuestal para contratar a 1000 policías retirados.
El llamado se ha hecho, desconocemos si se presentaran los aspirantes y si cumplirán con las exigencias establecidas. Esto será una ayuda, pero no mucha.
El número que parece importante si lo distribuimos a nivel país es muy poco. Las capacidades de ese contingente son limitadas.
Son personas añosas; experimentados y prácticos para la atención de oficina, pero limitados para tareas operativas y enfrentamientos con criminales.
Casi todos con jerarquías de Sargento o Sub Oficial lo que por su rango los ubica en los mandos intermedios de las unidades.
El Sindicato dice que no resuelve las carencias de personal y mucho menos la acción directa de represión del delito. En esto coincidimos. Es un recurso humano limitado.
Muy útil para otras tareas como custodia de bienes o valores propias del desempeño del 222. Ingenio, suspicacia, contactos y poco más. Para eso da de sobra. Suficiente.
También comparto algún dicho sobre dar ingreso a los policías eventuales que prestan servicios en Intendencias, Entes autónomos, Servicios Descentralizados, instituciones Bancarias etc.
Son jóvenes, ya realizaron el curso de preparación funcional y han adquirido cierta experiencia.
Yo también procuraría el ingreso de los becarios que trabajaron en las seccionales recibiendo denuncias y trámites administrativos.
Urge resolver sobre la disponibilidad o prescindencia de tantos policías derivados a junta médica por variados temas de stress traumático. Resoluciones muy demoradas.
Agilizar trámites, en lo posible reintegrar al servicio o disponer cese generando vacante.
Reducir en lo posible el número de efectivos destinados a custodias por denuncias de violencia de género.
Aplicación de tobilleras, eficientes controles de localización mediante los elementos electrónicos, unidades de respuesta rápida y comunicación permanente con presuntas víctimas o personas en riesgo de vida.
Si medianamente logramos esto, el futuro es promisorio.
La formación de los cuadros policiales tanto de oficiales como de personal subalterno asumiendo las obligaciones de cada rango es esencial para iniciar y afianzar los cambios prometidos.